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Paz y Ciencia

sábado, 22 de diciembre de 2012

Fritz Perls: Verdadero y Falso Yo



Actuamos como si fuéramos tipos importantes, somo si fuéramos todos tontos, como si fuéramos alumnos, como si fuéramos damas, como si fuéramos prostitutas, etc. Las actitudes "como si" nos exige siempre estar a la altura de un concepto o fantasía creada por nosotros o por los demás, ya se trate de una maldición o de un ideal. Lo que ustedes llaman un ideal es para mí una maldición: un intento de apartarse de uno mismo. Su resultado es que la persona neurótica renuncie a vivir para sí misma de tal manera que pueda realizarse: en lugar de ello, quiere vivir para un concepto, para la realización de ese concepto... No queremos ser nosotros mismos; no queremos ser lo que somos, sino alguna otra cosa, y el fundamento existencial de este ser otra cosa es la experiencia de la insatisfacción... Viene luego la religión... debemos ser hermosos y maravillosos... Se considera todo como si no debiera existir tal como es... No se nos permite sentirnos cómodos en nosotros mismos, de modo que enajenamos esas desdeñadas cualidades y creamos los agujeros de los que hablé en mi primera conferencia, los huecos, la nada donde algo debería haber; y allí donde falta algo, erigimos un objeto falso. Nos conducimos como si poseyéramos realmente esa cualidad exigida por la sociedad y que a la postre se convierte en una exigencia... Esto viene a estar representado por el opresor (top-dog) en esos juegos en qué este tortura al oprimido (under.dog), a la otra parte de sí mismo, exigiéndole lo imposible... A esto denomino... estrato falso, estrato que comprende estos roles, los juegos del opresor y el oprimido, los juegos del control.
FRITZ PERLS, Segunda conferencia de Atlanta

Si trabajamos y atravesamos este estrato de jugar roles, si quitamos los roles, ¿qué vivenciamos entonces? Vivenciamos la antiexistencia, vivenciamos la nada, la vaciedad. Esto es el impasse al que hacía referencia antes, la sensación de estar atascado y perdido. El impasse está marcado por una actitud fóbica: la evitación. Somos fóbicos, evitamos el sufrimiento, especialmente el sufrimiento de la frustración. Estamos mal acostumbrados y no queremos atravesar las puertas del infierno del sufrimiento: permanecemos inmaduros, continuamos manipulando el mundo en vez de sufrir los dolores del crecimiento. Esta es la eterna historia...
Detrás del impasse hay una capa muy interesante, la capa de la muerte o implosiva. Esta cuarta capa aparece como la muerte o como temor a la muerte...
nos encogemos, nos contraemos y comprimimos, en una palabra: implotamos.
Una vez que logramos un contacto verdadero con lo muerto de este estrato implosivo, entonces ocurre algo muy interesante.
Esta implosión se convierte en una explosión. La capa de la muerte retorna a la vida, y esta explosión es el nexo con lo auténtico de la persona, que es capaz de vivenciar y expresar sus emociones. Hay cuatro tipos fundamentales de explosiones desde la capa de la muerte. Está la explosión de pena genuina en caso de trabajar sobre una pérdida importante o una muerte que no ha sido asimilada. Está la explosión hacia el orgasmo en personas bloqueadas sexualmente. Está la explosión hacia la ira, y también la explosión hacia la alegría, la risa, la joie de vivre. Estas explosiones conectan con la personalidad auténtica, con el verdadero yo mismo (self)...
Charla IV de Sueños y Existencia

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