La psicosis es una pérdida de la realidad, la pérdida de contacto con la realidad, existe un extrañamiento generalmente con respecto a sí mismo y al mundo, el mundo cobra tintes de ensueño, como algo onírico y uno mismo parece mágicamente (pensamiento mágico), delirios de influencia, controlar lo que sucede a su alrededor. Es una forma de expresión de la psicosis, a veces se presenta gradualmente, por fases, y hay que corregirlo rápidamente para que no vaya a más, otras veces se instala tras un brote psicótico. Hay que saber distinguir las crisis de despersonalización graves de la psicosis. La psicosis deja al individuo "tocado" durante un tiempo prolongado con un corolario de síntomas y signos muy molestos, con sensaciones muy desagradables y casi inefables, vagos recuerdos se agolpan generando controversia y malestar. Un dolor y un sufrimiento que no se puede fácilmente describir. Los clásicos como Kraepelin y Jaspers han descrito fenomenológicamente bien estos estados.
Hay que hablar de la regla de los tres tercios, una parte de la que tiene un brote psicótico realiza una "restitutio ad integrum", otra parte tiene secuelas y otra empeora y se "cronifica". La profilaxis y el tratamiento médico y psicoterapéutico precoz sirve como proflaxis de estas "cronificaciones".
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