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Paz y Ciencia

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cambio interno, en aras de una dotación espiritual no solo materialista


Hoy sale un día lluvioso, frío y con el incentivo para muchos de la lotería de navidad, fuente de ilusiones para muchos. Consideremos que estos días, independientemente de poder estar pegado a la radio o la televisión son días para algunos de nostalgia, tristeza y pena. La navidad es una época donde las emociones están a flor de piel, lo mejor y lo peor convergen en las cenas y comidas familiares, normalmente ofreciendo un marco simpático donde poder reir y digerir los alimentos que normalmente no se comen (al menos en esas cantidades). Es un día para estar con la familia, para viajar o para salir por la noche (hoy no parece recomendable en Zaragoza). La tristeza y los problemas suelen acudir en nuestra presencia a las puertas de la navidad, desestabilizando a muchos, provocando descompensaciones y dejando un poso melancólico, luego la familia llama "raro" al individuo en cuestión que no está en esa frecuencia de onda.
Los que saben que es la psicoterapia, porque han pasado por ese proceso, saben que es un momento de crecimiento mental y madurez, esto proporciona un cambio holístico en la persona que le permite ver desde otro ángulo su propia realidad y la de otros. Es algo maravilloso cuando se comprueba que el avance notorio de estas personas en unos meses y su consolidación y avance en la psicoterapia más adelante produce cambios muy significativos que son permanentes. Esa es la diferencia con la dichosa mediación.
En la psicoterapia hay que saber tolerar la frustración en un grado mínimo porque hablar de uno mismo y ahondar en las virtudes y problemas no siempre resulta cómodo, muchos movimientos esquivos se dan en estos días, donde la gente desea regirse por el principio del placer. La vida trae consigo momentos heterogéneos de felicidad y tristeza que están dentro de los límites de la normalidad, pero ¿cuál es la normalidad? la normalidad estandarizada socialmente es solo una curva de Gauss que ofrece un ajuste y una deseabilidad social que contagia a todo el mundo, resultar socialmente apropiado. Esto es un momento de reflexión, salirse de la norma, sin salirse de las leyes, creo que es sano. Ejemplos de pintores y artistas vanguardistas que probaron cuestiones distintas, o la mirada de científicos que enfocan los problemas desde otras perspectivas enriquece al sujeto y a la humanidad. Cuando una persona está creando está inmerso en un momento trascendental donde olvida sus problemas y se centra en el propio acto creativo, desde envolver un regalo para un familiar o el sobrino o el nieto hasta crear modelados y esculturas o pinturas, pasando por otras actividades que desempeñadas con el corazón también producen bienestar y una sensación de plenitud como ir en bicicleta o escalar una montaña. Todo esto lo puede hacer mucha gente, pero el mundo urbano nos llena de bares, de tiendas y otras cuestiones parecidas que deshumaniza al hombre en sus valores, un mundo inmerso en el consumismo, en el tener antes que el ser. Tú también puedes cambiar este enfoque. "El monje que vendió su Ferrari" es una parábola sencilla, presentada como libro de autoayuda que trata de un abogado de éxito que tiene un ataque al corazón por el ritmo de vida y se va a Asia a entender la vida de otra manera, su sucesor aprende mucho de él cuando este regresa. Es una historia muy sencilla y agradable de leer. Pero no hace falta irse a estos mundos para cambiar por dentro. Un tierno abrazo.

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