Estás, ¿verdad que estás?
No podría ser de otra manera.
No sentiríamos lo que sentimos,
si tú no estuvieras.
Lloraríamos tu ausencia
si tú no estuvieras,
y no lloramos.
Somos felices y no lo seríamos,
si tú no estuvieras.
Tu aliento de felicidad
al oído de tu madre
no lo sentiríamos si tú no estuvieras
Pero ¿estamos dudando?
Te estamos viendo,
y sabemos
que sí que estás.
Tras los pasos de Elisabeth Kübler-Ross. Luciérnaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario