PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 21 de mayo de 2013

Proyección



El reverso de la introyección es la proyección. Tal como la introyección es la tendencia a hacer de sí mismo (self) responsable de lo que de hecho es parte del ambiente, así también la proyección es la tendencia de hacer responsable al ambiente de lo que se origina en el sí mismo (self). Clínicamente reconocemos que la paranoia, caracterizada por el desarrollo de un sistema altamente organizado de ilusiones, es el caso extremo de la proyección. Se ha visto en caso tras caso, que el paranoico es una personalidad altamente agresiva, que siendo incapaz de soportar la responsabilidad de sus propios deseos y sentimientosz se los adjudica a objetos o personas en el ambiente. Su convicción de que está siendo perseguido es de hecho la afirmación misma de que quisiera perseguir a otros.
Pero la proyección existe también en formas menos extremas que esta, y tenemos que tener cuidado en distinguir entre proyección, que es un proceso patológico y las suposiciones basadas en la observación, lo cual es normal y sano.
Ejemplos de esto son el novelista que se proyecta en sus personajes, la creación también exige un tipo de comportamiento imaginativo proyectivo... Pero, a diferencia del neurótico proyectivo, no padece de la confusión de identidad. Él sabe hasta dónde llega él y dónde comienzan sus personajes, aunque al calor de la actividad creativa puede perder, temporalmente, su sentido de límite y convertirse en otra persona.
El neurótico no usa el mecanismo de la proyección únicamente en relación a sus quehaceres con el mundo que está afuera de él mismo. También lo usa en sí mismo. No solo tiene la tendencia de desposeer sus propios impulsos, sino que también tiende a desposeer sus propios impulsos, sino que también tiende a desposeer sus propios impulsos, sino que también tiende a desposeer aquellas partes de él mismo de donde se originan aquellos impulsos. Les confiere, por así decir, una existencia objetiva fuera de él, de modo que puede culparlos de sus problemas sin encarar el hecho de que son parte de él mismo. En lugar de ser un participante activo de su propia vida, el proyector se convierte en un objeto pasivo, víctima de las circunstancias.

Basado en el texto de Fritz Perls: <>

No hay comentarios: