MODELO MÉDICO Y PSICOLÓGICO
Las personas que acudan a una consulta sin que previamente
hayan ido a otro profesional “psi”, en muchos casos, tienden a asociar el
psicólogo al médico.
Esto es un obstáculo muy importante para el paciente/cliente
y para el terapeuta. La actitud pasiva de ingesta de medicación o de
indicaciones varias no sirve en el contexto de la psicoterapia.
Hay varias ideas que querría dejar claras:
1.
Cuando se le indica a una persona qué hacer se
le roba parte de su libertad individual.
El ser humano puede, siempre que tenga
recursos mínimos, poder hacer sus propias interpretaciones, puede darse cuenta
(awareness), puede ir tomando conciencia de lo que le está pasando.
2.
Se subestima a menudo el potencial innato del
ser humano, su capacidad de resiliencia, su coraje, su valentía, su valía. El
ser humano tiene una plasticidad enorme para adaptarse al medio. Ahora bien,
estar adaptado no siempre es ser feliz o tener bienestar. Erich Fromm ya
comentaba que el peligro anterior era ser esclavos y el peligro de la sociedad
actual es convertirnos en máquinas. Este gran hombre dejaba entrever la
des-humanización. Por ejemplo, tengo conocimiento de terapeutas que “hablan”
con sus pacientes vía Whatsapp. Esto es un recurso de refuerzo en crisis pero
no puede sustituir un encuentro personal, cara a cara, con los matices de la
voz, los gestos y la cercanía.
3.
La psicología es una ciencia social, una ciencia
con conexiones con la biología y una disciplina de la salud. El psicoanálisis
ha estado gobernando durante mucho tiempo. A mi parecer no hay una sola técnica
para todos los pacientes. Cada instante, cada situación del paciente requiere
emplear una “caja de herramientas” diferente, Foucault lo explicaba de manera
sesuda.
4.
El objetivo es ayudar a la persona, normalmente
acude en crisis. Primero hay que trabajar para que se compense y posteriormente
conocerla para que pueda ir elaborando esas herramientas necesarias para poder
disfrutar de su vida. En este punto hemos alcanzado el objetivo, la persona
empieza a realizar cambios intrapsíquicos y cambios en su medio ambiente. Esto
es fundamental para que a través de la asistencia del psicólogo (un base en
baloncesto), pueda llegar a canasta.
5.
No pensemos que una persona tiene más o menos
recursos por su psico(pato)logía, utilizando la nomenclatura de Castilla del
Pino. Esto solo son clichés y prejuicios.
La sociedad y los profesionales sanitarios
necesitamos quitarnos de encima los diagnósticos para conectar con la persona,
independientemente de que el psiquiatra le haya diagnosticado de trastorno
bipolar, esquizofrenia o cualquier invento nosológico del DSM, por cierto, cada
vez más desprestigiado.
Finalizando, nuestra profesión es hermosa,
realmente bella, podemos conseguir ayudar a una persona en su proceso de convertirse
en persona. ¿Qué quiero decir con esto? Que realice el proceso de
individualización, que solo depende de sí misma.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y
Psicoterapeuta. Nº Col.: A-1324
@psicoletra en Twitter
www.facebook/psicoletra
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