Por una psicopatología clínica, que no estadística

POR UNA PSICOPATOLOGÍA CLÍNICA, QUE NO ESTADÍSTICA Ha llegado el momento de decir "Basta ya". El DSM es uno de los tres libros más vendidos, por detrás de la Biblia. Y nada menos sagrado que etiquetar, estigmatizar y dañar con un diagnóstico a una persona. Los diagnósticos no resultan ser transformadores, curativos ni nada que se le parezca. Los servicios sanitarios públicos son precarios. Funcionan como autómatas. Esto es, bipolar es igual a litio, esquizofrenia es igual a haloperidol y si nos ponemos modernos invega, trastorno de personalidad es igual a medicación para la impulsividad, esto significa anticomiciales, por ejemplo el depakine y así seguimos la "fiesta". Si esto es una medida clínica con un propósito curativo "que Dios nos pille confesados". Es degradante, estúpido y un convenio de unos pocos que nada tiene que ver con la naturaleza humana. Si no con un negocio. El de la Industria Farmacéutica y el del DSM. Es curioso destacar que en países donde estos simulacros no se venden (diagnósticos), la tasa de recuperaciones es mucho más alta. Y es que un diagnóstico hunde a la persona y la instala en la indefensión y la enfermedad. Por responsabilidad, prestemos atención a la insensatez que hemos aceptado durante muchos años porque así ha sido nuestra instrucción en la Universidad y así dicta sentencia el manual DSM. Me sumo a los muchos profesionales que pensamos que diagnosticar no sirve. Prácticamente, del mismo modo que insultar no sirve.