MECANISMOS DE
DEFENSA
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Introyección
El ser humano
crece mediante el ejercicio de la capacidad de discriminar, de diferenciar, de
elegir y de actuar para satisfacer sus necesidades. Esto se consigue mediante
el intercambio continuo entre el organismo y el ambiente, lo cual puede verse
distorsionado, en cuyo caso resultaría afectado su buen funcionamiento. El
proceso psicológico de la asimilación es muy parecido al proceso fisiológico. Así,
por ejemplo, los conceptos, patrones de conducta, valores morales, éticos, estéticos,
políticos, etc., proceden todos del mundo exterior. Y no parece que haya nada
que, de algún modo, no proceda del ambiente.
A ciertos
modos de actuar sin digerir se los llama introyectos, y el mecanismo mediante
el cual estos cuerpos extraños se agregan a la personalidad se llama introyección.
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Proyección
Es el
mecanismo contrario a la introyección. Así como en la introyección la tendencia
es a hacerse uno responsable de lo que ha hecho el ambiente, la proyección es
la tendencia a hacer responsable al ambiente de lo que se originó en uno mismo.
El caso extremo de la proyección se da clínicamente en la paranoia, en la que
una personalidad altamente agresiva, que es incapaz de aceptar sus deseos y sentimientos,
se defiende de la mejor manera que encuentra adjudicándolos a objetos o
personas del ambiente. Su idea de que es perseguido es, de hecho, la confirmación
de su deseo de perseguir a los otros.
Una proyección
es un rasgo, actitud, sentimiento o conducta que perteneciéndole al sujeto ser
lo atribuye a otro. Hay proyecciones positivas y proyecciones negativas; lo que
me gusta de mí y lo que no me gusta de mí lo coloco en el otro.
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La
Confluencia
La confluencia
se da cuando la persona y el ambiente se confunden. El sujeto no percibe ningún
límite entre él y el ambiente, sintiendo que es uno con él.
Un ejemplo es
el bebé, que está en dependencia absoluta con la mamá y no distingue entre sí
mismo y otro, Piaget aportó luz sobre esto.
La confluencia
patológica tiene graves consecuencias sociales. En la confluencia se exige la
similitud y se niega la tolerancia de las diferencias. A menudo se encuentra
esta conducta en padres que consideran a sus hijos como prolongaciones o
extensiones de ellos, manipulándolos para que hagan lo que desean. Si los hijos
se oponen a esta manipulación, si no se identifican con las exigencias de sus
padres, se encontrarán con su rechazo y con el temor a la alienación: “Tú no
eres hijo mío”, “Yo no quiero un hijo tan travieso”.
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La
Retroflexión
Literalmente
retroflexión significa “volverse hacia uno mismo”.
El introyector
hace lo que los demás quieren que haga. El proyector hace a los demás lo que él
acusa a los demás de hacerle a él. El retroflector se hace a sí mismo lo que le
gustaría hacer a los otros.
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El
Egotismo
Este mecanismo
fue descrito por Paul Goodman (1951) en el libro fundacional de la Terapia
Gestalt, Goodman era un intelectual anarquista. Sobre el egotismo, decir que su
función principal es la de aumentar y fortalecer la frontera del contacto
mediante el engrandecimiento narcisista del ego. Hay un incremento defensivo
del yo, porque el egotista antepone sus necesidades a las del entorno.
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La
Deflexión
Este concepto
fue introducido por el matrimonio Polster, para sustituir a otro más antiguo,
la desensibilización, que describen Fagan y Sheperd (1973) en <>
Este mecanismo
tiene la función de desvitalizar el contacto y, de alguna manera, de enfriarlo.
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La
Proflexión
Es un término
introducido más recientemente. Proviene de la mezcla entre retroflexión y
proyección. Es un mecanismo muy sutil. El proflector trata de conseguir del
entorno determinadas acciones hacia él. Consiste en hacer o decir al otro lo
que me gustaría que me hiciera o me dijera a mí.
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La
Negación
El mecanismo
de negación consiste en negar determinadas partes de uno mismo. Es la objeción
a ser como somos. Con este mecanismo vamos creando huecos y enajenando partes,
separándolas de nosotros. Este mecanismo nos sirve para rechazar y renegar de
partes nuestras que no nos gustan y que no aceptamos. Se encuentra en todas las
neurosis, pero de manera más evidente en las psicosis porque forma parte de la
escisión.
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La
Racionalización
Este es el
mecanismo de defensa de las personas más intelectuales. Se da fundamentalmente
en los caracteres obsesivos, y consiste en que el sujeto trata de dar una
explicación más o menos lógica y coherente de un acto, idea o sentimiento,
cuyos motivos verdaderos no percibe, al tratar de justificarlos racionalmente.
La intelectualización es un mecanismo
afín a la racionalización. A través de la intelectualización o racionalización
tratamos de justificarnos para disminuir la angustia, de esta forma evitamos
darnos cuenta de lo que hay detrás de nuestra conducta o deseos. Con la
intelectualización disculpamos conductas, pensamientos y actitudes que de otra
forma no podríamos justificar ni aceptasr ante nuestra mirada o ante la de los
otros.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza
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