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Paz y Ciencia

lunes, 18 de junio de 2012

Recordar el Presente



El budismo también considera que recordar -en este caso recordar el presente- es fundamental para la estabilidad psíquica. Por difícil que pueda ser recordar el pasado olvidado, aún es más difícil alinear nuestra conciencia con nuestra experiencia presente. Buda descubrió que a menudo no estamos sincronizados con nosotros mismos, nos encontramos perdidos en pensamientos sobre el pasado y el futuro y somos incapaces de prestar atención a nuestra experiencia inmediata. La inversión de esta tendencia, llevando repetidamente la atención de vuelta a la experiencia imediata, era lo que catalizaba el cambio psíquico más profundo.
La técnica meditativa central para el budismo es la plena atención al presente, en la que el retorno continuo a la conciencia del aquí-y-ahora se establece como una práctica por derecho propio. Ciertamente, la definición clásica de la plena atención al presente resalta la capacidad de recordar, que es esencal para aplicarla con éxito:

Por su medio ellos recuerdan, o ello mismo recuerda, o solo hay un mero recordar, así es la práctica de la plena atención. Tiene la característica de no tambalearse. Su función es no olvidar. Se manifiesta como guardiana, o se manifiesta como el estado de confrontar un campo objetivo. Su causa inmediata es una percepción fuerte, o los fundamentos de la atención relacionados con el cuerpo, y así sucesivamente. No obstante, debe considerarse como un pilar, porque está sólidamente fundada,  o como un portero, porque guarda la puerta del ojo, y así sucesivamente.

En un giro curioso, el tipo de recuerdo al que llegó Freud después de abandonar al técnica hipnótica y de modificar su confianza en la libre asociación, lo que él llamó "estudiar cualquier cosa que esté presente en la superficie de la mente del paciente", es exactamente el tipo de recuerdo que Buda resaltó en todo momento, jnto con su confianza en la atención. Freud consideró que este recordar era algo que solo podía hacerse en las horas del psicoanálisis; Buda enseñó que podía ser mucho más abarcante, que se podía practicar constantemente a lo largo del día. Como Freud comprobó, la ejecución de esta estrategia a veces ofrece recuerdos importantes que pueden ser valiosos para dar sentido a una historia individual. Los profesores budistas tienden a quitar énfasis a los recuerdos históricos individuales que surgen a la superficie, y prefieren orientarse hacia una aplicación constante de la atención al presente, a un recordar coherente, que consideran más valioso que cualquier revelación puntual sobre el pasado. Sin embargo, como puede testificar cualquier practicante de la meditación intensiva, su práctica continuada produce los tres tipos de recuerdo que Freud elucidó.
A menudo hay buenas razones para prestar atención a este material psicoterapéutico a fin de integrar los recuerdos de una manera que sea coherente con una buena psicoterapia. A medida que estas dos disciplinas empiecen a interactuar más y más, este demostrará ser un importante vínculo entre ellas. Indudablemente la meditación puede enmarcar un área que requiere atención terapéutica. Y a medida que los profesores budistas se familiaricen con la psicoterapia, y los psicoterapeutas se familiaricen más con la meditación, las contribuciones que ambas pueden hacer a la recuperación de estos "recuerdos" se clarificarán. Permitidme que ofrezca algunos ejemplos de mi experiencia.

Trauma:
"Sabía lo que me habían hecho, pero no sabía lo que yo me había hecho a mí mismo".
Hay momentos en los que la práctica de la meditación puede actuar de un modo que recuerda las técnicas hipnóticas de Freud, pues libera directamente recuerdos que de otro modo habrían seguido estando reprimidos. Esto ocurre más frecuentemente en torno a los problemas relacionas con traumas físicos y psíquicos, cuyos recuerdos a menudo afloran mediante la concentración en la respiración o en las sensaciones corporales que forman la columna vertebral de las primeras prácticas meditativas. Dependiendo de la fuerza del ego del meditador y del apoyo terapéutico disponible, estos recuerdos pueden resultar desestabilizantes o increíblemente curativos. A menudo son muy molestos y su integración puede exigir un esfuerzo signifcativo...
La concentración mental parece hacer que estos estados de contracción sean particularmente visibles. Son los remanentes interiorizados de reacciones defensivas crónicas, fosilizadas dentro del cuerpo y lejos del alcance de nuestra conciencia cotidiana. Descubrir cómo creamos esas sensaciones corporales mucho después de que el trauma haya pasado las hace desaparecer como objetos concretos que evitamos o con los que nos identificamos. Cuando se ha producido un trauma específico en el cuerpo que tiene que ser experimentado. Cuando no ha habido tal trauma, la experiencia somática suele ser mucho más difusa.

Mark Epstein: "Pensamientos sin Pensador. Psicoterapia desde una perspectiva Budista". Gaia Ediciones, 2011, Madrid. Pp.:190-194

Nota de Rodrigo Córdoba Sanz: Tengan cuidado a la hora de hacer una inmersión en el mundo de la meditación. Puede producir disociaciones e incluso desencadenar problemas derivados de la falta de contacto con la realidad. La intensidad del trabajo de la meditación conlleva mucho bienestar y transformación pero también peligro en cierta clase de personas. No se puede sustituir por una psicoterapia. Son complemetarios. Este libro es absolutamente fascinante.

http://youtu.be/ets9S1i9CbI Kamelot -One Cold Winter´s Night- Directo.
http://www.youtube.com/watch?v=IWDALIOzXNk&feature=colike Kamelot&Simone Simons -The Haunting-

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