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Paz y Ciencia

lunes, 18 de junio de 2012

Una definición del narcisista



Se puede empezar a vislumbrar el perfil que configura el retrato del narcisista. ¿Cómo podriamos definirlo de manera más precisa? En lenguaje coloquial se describe a la persona narcisista como aquella cuya preocupación se centra en ella misma con exclusión de cualquier otra. Como dijo Theodore Rubin, destacado psicoanalista y escritor: "El narcisista se convierte él mismo en su propio mundo y a su vez cree que el mundo entero es él". Esta es sin duda la imagen general. Otto Kernberg, otro relevante psicoanalista aporta una visión más concreta. En los narcisistas, según sus propias palabras "se encuentra diversas combinaciones de ambición desmedida, fantasías de grandeza, sentimientos de inferioridad y excesiva dependencia de la admiración y aclamación externas". En su opinión, también son características de la persona narcisista la "inseguridad e insatisfacción crónica acerca de sí misma, la explotación consciente o inconsciente de los demás y la crueldad hacia las otras personas".
Sin embargo, este análisis descriptivo de la conducta narcisista solo nos sirve para identificar a una persona narcisista, no basta para entenderla. Para eso, es necesario mirar bajo la superficie de su comportamiento para ver el trastorno de personalidad que subyace. La cuestión es: ¿qué lleva a una persona a ser explotadora y a actuar sin piedad con los demás, y al mismo tiempo a sufrir de inseguridad e insatisfacción crónicas?
Los psicoanalistas consideran que el problema se desarrolla durante la temprana infancia. Kernberg señala la "fusión del yo ideal, del objeto ideal y de la imagen del yo real, como defensa contra una realidad intolerable en el ámbito interpersonal". Expresado de una forma menos técnica, lo que dice Kernberg es que el narcisista queda atrapado en su imagen. En realidad, no puede distinguir entre la imagen de quién imagina y la imagen de quién es en realidad. Las dos visiones se funden en una sola Sin embargo, quizás esta afirmación todavía no resulta bastante aclaratoria. Lo que sucede es que el narcisismo se identifica con la imagen idealizada de sí mismo. La imagen del yo verdadero queda perdida (si esto se produce porque se fusiona con la idealizada o porque se deja de lado en favor de esta última es relativamente poco importante). Los narcisistas no funcionan basándose en una imagen del yo real, porque esta les resulta inaceptable. Pero ¿cómo pueden ignorar o negar su realidad? Lo consiguen porque no miran a su verdadero yo. Existe una diferencia entre el yo y su imagen, del mismo modo que también existe entre la persona y su reflejo en el espejo.
De hecho, hablar tanto de de las imágenes apunta hacia un punto débil en la orientación psicoanalítica. En su explicación de los trastornos narcisistas subyace la creencia de que aquello que sucede en la esfera de lo mental determina la personalidad. No tiene en cuenta que lo que pasa a nivel corporal influye en el pensamiento y el comportamiento tanto como lo que sucede en la mente. La conciencia se vale de imágenes (o incluso depende de ellas) para regular los actos. Pero, hay que recordar que una imagen implica la existencia de un objeto al que representa. La imagen del yo -ya sea de grandeza, idealizada o real- está relacionada con el yo, y el yo es más que una imagen. Es necesario dirigir la atención hacia el yo, esto es, el yo corporal, que se proyecta en el ojo de la mente como una imagen. Dicho sencillamente, el yo es equiparable al cuerpo vivo, que incluye la mente. El sentido del yo depende de la percepción de lo que está sucediendo en el cuerpo. La percepción es una función de la mente y crea imágenes.
Si el cuerpo es el yo, la imagen del yo real tiene que ser una imagen corporal. Solo es posible dejar de lado la imagen del yo real por medio de negar la realidad del yo encarnado. Los narcisistas no niegan que tienen un cuerpo. Su comprensión de la realidad no es tan débil. Pero ven el cuerpo como un instrumento de la mente, sujeto a la voluntad de esta, que opera de acuerdo con sus imágenes, sin sentimiento. Aunque el cuerpo se puede utilizar eficazmente como un instrumento, rendir como una máquina o agradar como una estatua, en este caso le falta "vida". Y es el sentimiento de estar vivo el que da origen a la experiencia del yo.
En mi opinión, está claro que la perturbación básica de la personalidad narcisista es la negación del sentimiento. Yo definiría al narcisista como una persona cuyo comportamiento no está motivado por los sentimientos. Pero aún nos queda otra pregunta por responder: ¿por qué querría alguien near los sentimientos? Y relacionada con esta surge otra: ¿por qué están tan presentes los trastornos narcisistas en la cultura occidental?

Alexander Lowen: "El Narcisismo. La enfermedad de nuestro tiempo". Paidós, 2010, Barcelona. Pp.: 20-23



Biografía Alexander Lowen
(Nueva York, Estados Unidos, 23/12/1910-28/10/2008). Médico y psicoterapeuta estadounidense.
Estudió con Wilhelm Reich desde 1940 a 1952, año en el que empezó a dedicarse a la práctica profesional de la psicoterapia, y en 1956 fundó el International Institute for Bioenergetic Analysis.
También conferenciante, profesor y formador de psicoterapeutas, Lowen es autor de numerosos libros, entre los que pueden contarse El lenguaje del cuerpo (1959), Bioenergética(1977)La depresión y el cuerpo (2001). El doctor Lowen estuvo casado con Leslie Lowen de la que enviudó el 3/6/2002 y con la que co-escribió Ejercicios de Bioenergética (1977). Tuvo un hijo y publicó poco antes de su fallecimiento su autobiografía "Honoring the Body: The Autobiography of Alexander Lowen, M.D." (2004).
Autor de numerosos libros, entre los que pueden contarse:
"El lenguaje del cuerpo : dinámica física de la estructura del carácter" (1985), Herder. "La depresión y el cuerpo" (2001), Alianza Editorial. "El narcisismo : la enfermedad de nuestro tiempo" (2000)Paidós Ibérica. "Ejercicios de bioenergética" (2003), Sirio. "El amor, el sexo y la salud del corazón" (1991) Herder. "La experiencia del placer" (1994)Paidós Ibérica. "Amor y orgasmo : una guía revolucionaria para la satisfacción sexual" (2006), Kairós. "Honoring the Body: The Autobiography of Alexander Lowen, M.D." (2004), Bioenergetic Press.

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