EVA MILLET
Si la infancia está siendo cada vez más visitada por una ansiedad precoz y virulenta, la adolescencia no tiene nada que envidiarle. En parte porque, como señala Francisco Mora Teruel, la adolescencia es la etapa en la que, biológicamente, se experimenta más ansiedad. "La propia definición de lo que entendemos por adolescencia es que el adolescente es una persona que está frustrada y ansiosa", afirma el profesor, que califica este periodo como "una época delicada". Cualquiera que haya vivido una adolescencia estándar sabrá exactamente de lo que está hablando.
Desde el punto de vista neurológico, la adolescencia es una etapa complicada porque el adolescente, explica Mora Teruel: "Aún no tiene maduras sináptica y conectivamente las cortezas orbitofrontales mediales, que son las que nos conectan con lo que es la ética, la inhibición y el control maduro". Es por ello que la adolescencia se convierte en la edad de las heroicidades, de la impulsividad enorme hacia la consecución de lo que significa lo placentero o recompensante, en la edad en que se crea un mundo de desadaptación al mundo que te rodea: "Por eso ere rebelde, porque quieres cambiar tu entorno de acuerdo con tus parámetros". Mora Teruel nos recuerda que en gran parte de la historia han sido los adolescentes: "Los que han roto en batallas todo lo que ha sido nuestra cultura. Precisamente por esa inestabilidad del cerebro, por ese ser una persona siempre en riesgo y desafío".
Y no debemos olvidar la aparición de una contundente transformación física, propulsada por una irrupción de hormonas, encabezadas por las sexuales, que, sin contemplaciones, desatan intensos cambios corporales. Como escribe el psiquiatra Luis Feduchi: "De las etapas de desarrollo vital del individuo quizá sea la adolescencia la que en un periodo de tiempo más breve y recortado presente unos cambios anatómicos y fisiológicos tan acusados". Para este experto en adolescencia: "Sería absurdo pensar que esta situación vital no tiene repercusiones psicológicas y sociológicas", tanto en la persona donde se inicia como en el ambiente donde se produce.
Además, y esto es muy importante dado el periodo que transitamos, en la adolescencia irrumpe con fuerza el entorno social, un factor que incide en la construcción de una mayor o menor ansiedad. El psiquiatra Diego Figueroa citaba: "Cuando sales fuera de la familia y te pones a prueba con el resto de tus iguales en un mundo que es supercompetitivo dentro de una sociedad cada vez más narcisista". Una sociedad en la que la OMS cifra entre el diez y el veinte por ciento del porcentaje de los niños y adolescentes que experimentan problemas mentales. Entre estos, los trastornos de ansiedad son los más habituales y la adolescencia es una clave para el desarrollo de los mismos. La fobia social es el trastorno más habitual en este periodo.
Como sucede en los adultos, estadísticamente, las mujeres adolescentes sufren más de ansiedad que los hombres. Diferentes estudios señalan que ellas tienen el doble de posibilidades de sufrir un trastorno de este tipo. Pero, en parte, se debe a que las mujeres saben leer mejor sus emociones, reconocen mejor su desazón y tristeza y no tienen esa presión de "los chicos no lloran". Están más acostumbradas a hablar y a pedir ayuda. Son más abiertas a asumir una terapia y a confiar en el médico o el psicólogo.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo. Nº Col.: A-1324
Tfno.: (+34) 653 379 269
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario