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Paz y Ciencia
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sábado, 10 de abril de 2021

Resiliencia: la cura para los niños

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza Gran Vía Y Online Página Web: www.rcordobasanz.es.      Instagram: @psicoletrazaragoza

Artículo: La Voz de Galicia

Miedos, insomnio, falta de apetito, ansiedad, estrés, falta de motivación ante los estudios… ¿Cómo tratar estos problemas? El cuidado del bienestar psicológico de nuestros menores es esencial en este tiempo de fatiga pandémica que van acumulando después de un año.

La resiliencia se define como la capacidad que tenemos las personas para afrontar y salir fortalecidos de las situaciones adversas, siendo un mecanismo de autoprotección que se inicia en la infancia, primero mediante lazos afectivos y más tarde a través de la expresión de las emociones. Así, durante los primeros años de vida, gracias al contacto con la familia -en especial con la madre-, el niño o niña crea un mecanismo de protección que le permitirá afrontar posibles situaciones traumáticas, siempre y cuando cuente con un adecuado apoyo afectivo, no solo de las personas relevantes para él, sino también de determinadas instituciones como es la escuela.

Este apego, esta progresiva seguridad en sí mismo, le permitirá desarrollar poco a poco la capacidad de confianza y la búsqueda de referentes de apoyo con los que abordar las inevitables dificultades que le surjan en su vida. La infancia es una de las etapas más importantes para el desarrollo de los vínculos que servirán como base de futuras relaciones interpersonales. Por lo tanto, según cómo sean esos vínculos, el niño desarrollará una personalidad más propensa a la resiliencia o a la vulnerabilidad. Por otra parte, la resiliencia está presente a lo largo de toda la vida, y siempre se puede mejorar.

Desde las familias y los centros educativos podemos promover la resiliencia. Asesorando para una toma de conciencia de la situación, reconociendo las limitaciones y favoreciendo el autocontrol. Podemos crear un espacio de diálogo para ayudar a elaborar las pérdidas afectivas a causa del virus. Promover el diálogo, la compasión, la empatía y el saber pedir ayuda. La clave en este proceso de aprendizaje de la resiliencia es dinamizar las emociones. Desde los centros educativos se deben implementar programas dirigidos al alumnado según las diferentes edades y etapas evolutivas, como el Programa Psicoeducativo para la Postemergencia en Centros Educativos elaborado y difundido por el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia.

Las familias están aprendiendo mucho de esta pandemia, a valorar las pequeñas cosas, a volver a la naturaleza, a cómo comportarse ante la adversidad, a fortalecerse entre sus miembros, y a tener la posibilidad de vivir de otra manera fomentando valores difuminados por esta sociedad.

viernes, 2 de abril de 2021

Melanie Klein

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Psicoterapeuta. Zaragoza Gran Vía 32. rcordobasanz@gmail.com                        Twitter: @psicoletra IG: @psicoletrazaragoza Página Web: Contacta

Nacida el 30 de marzo de 1882 en Viena, Melanie Klein es considerada la guía intelectual más importante de la segunda generación psicoanalítica mundial. Hija de un judío polaco y de una judía eslovaca, la joven Melanie nació en un ambiente cultivado; aunque poco deseada al momento de nacer y con una madre “posesiva y destructora”. Aunado a este ambiente poco alentador desde el nacimiento, el desarrollo de la joven Melanie se vio fuertemente marcado por una serie de duelos, que abarcan desde la muerte de su hermana mayor de 8 años a causa de tuberculosos cuando ella tenía solo 4 años; hasta la desaparición de su padre a los 18 años, dejándola sola frente a ésa madre tan absorvente y angustiante; otro duelo más, dos años más tarde, cuando Melanie tenía 20 años, fue el de su hermano Emmanuel fallecido a causa de enfermedad y drogas. Naturalmente, uno puede rastrear a éstos orígenes del desarrollo de Melanie gran parte de sus contribuciones teóricas posteriores y, con obviedad, el lente clínico bajo el cual examinaba a sus pacientes.

De personalidad genial aunque particularmente depresiva, Melanie se casó en 1903 (luego de dos años de relación) con Arthur Klein, apellido que conservará el resto de su vida a pesar de haberse divorciado en 1922. Siete años después de su matrimonio, en 1910, la familia se estableció en Budapest, quizá huyendo de las constantes intervenciones de Libussa (madre de Klein) quien era causante de gran parte de las desavenencias del matrimonio Klein, cuatro años después de establecerse en Budapest nace Erich, tercer vástago de Klein y a quien ella analizará junto con Hans y Melitta, sus hijos mayores, quienes constituirán las personalidades de sus casos clínicos.

En 1918 conoce a Freud en el V Congreso de la Inernational Psychoanalytical Association. Freud  lee su trabajo “Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica”, la joven Melanie Klein influida por la impresión que le dejó Freud en aquella ocasión, decide continuar su deseo de convertirse en analista. En 1919 se convirtió en miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Budapest y con el auspicio de Ferenczi, desarrolla sus primeros trabajos sobre el tratamiento de niños. Para 1921, Klein se instaló en Berlín con la intención de integrarse al grupo de Abraham, de quien heredará gran parte de su lectura de la obra freudiana, y quien para 1924 se convertirá en su segundo analista, al mismo tiempo que la estimulaba a continuar con sus ideas originales sobre el tratamiento de niños.

Motivada en parte por la muerte de Abraham en diciembre de 1925 e invitada por Jones a establecerse en Londres, Melanie Klein deja Berlín para mudarse a la capital inglesa en septiembre de 1926; paso que abrirá el momento en que comenzó a establecerse como una de la figuras más representativas del psicoanálisis objetal. Un año más tarde en 1927 presentaba su célebre trabajo “Sobre los estadios precoces del conflicto edípico”, donde abiertamente cuestionaba las tesis freudianas de un Edipo que aparece hasta la fase fálica del desarrollo psicosexual, para plantear contenidos edípicos, de carácter diádico, parcial y pregenital, desde momentos inmediatamente posteriores al parto del neonato. Cuestión que ya desde ese momento comenzó a desatar las hostilidades, las cuales, encontraron su máxima expresión a la huida de los analistas berlineses y vieneses de los nazis, hostilidad que se concretó en 1933 con la llegada de Anna Freud y Sigmund Freud a Londres.

​Para 1942, las tensiones fueron insostenibles y estalló lo que conocemos como las “Grandes Controversias”, frente a éstas Melanie Klein se hizo de una serie de seguidores que le fueron fieles, así como de detractores que se encontraron del lado de su más tangible rival: Anna Freud. Las ideas de el Edipo temprano, Yo y SuperYó tempranos (que deberían comprenderse al nivel de esbozos más que al nivel de estructuras formadas propiamente), así como su posición como analista de niños que rehusaba cualquier condición pedagógica en el tratamiento, fueron los temas que más suscitaron el quiebre de la Sociedad Psicoanalítica Británica; llegando en 1946 a una especie de acuerdo en que se consolidaron tres grupos de pertenencia: los annafreudianos, los kleinianos y los independientes.

Sin embargo, el sisma más radical lo produjo la misma Klein en 1955 cuando plantea su tesis de la envidia originaria como una extensión de la idea de pulsión de muerte. Éste planteamiento devino en una ruptura definitiva con Winnicott y Paula Heimann. Finalmente, con una serie de problemas familiares que jamás pudo resolver (una reconciliación con su hija Melitta a quien encaminó a Nueva York) Melanie Klein murió de cáncer de colon en Londres el 22 de septiembre de 1960.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Roudinesco, Elizabeth. (2011), “Diccionario de Psicoanálisis”, Ed. Paidós. 

martes, 18 de febrero de 2020

Adolescentes y Ansiedad




EVA MILLET


Si la infancia está siendo cada vez más visitada por una ansiedad precoz y virulenta, la adolescencia no tiene nada que envidiarle. En parte porque, como señala Francisco Mora Teruel, la adolescencia es la etapa en la que, biológicamente, se experimenta más ansiedad. "La propia definición de lo que entendemos por adolescencia es que el adolescente es una persona que está frustrada y ansiosa", afirma el profesor, que califica este periodo como "una época delicada". Cualquiera que haya vivido una adolescencia estándar sabrá exactamente de lo que está hablando.

Desde el punto de vista neurológico, la adolescencia es una etapa complicada porque el adolescente, explica Mora Teruel: "Aún no tiene maduras sináptica y conectivamente las cortezas orbitofrontales mediales, que son las que nos conectan con lo que es la ética, la inhibición y el control maduro". Es por ello que la adolescencia se convierte en la edad de las heroicidades, de la impulsividad enorme hacia la consecución de lo que significa lo placentero o recompensante, en la edad en que se crea un mundo de desadaptación al mundo que te rodea: "Por eso ere rebelde, porque quieres cambiar tu entorno de acuerdo con tus parámetros". Mora Teruel nos recuerda que en gran parte de la historia han sido los adolescentes: "Los que han roto en batallas todo lo que ha sido nuestra cultura. Precisamente por esa inestabilidad del cerebro, por ese ser una persona siempre en riesgo y desafío".

Y no debemos olvidar la aparición de una contundente transformación física, propulsada por una irrupción de hormonas, encabezadas por las sexuales, que, sin contemplaciones, desatan intensos cambios corporales. Como escribe el psiquiatra Luis Feduchi: "De las etapas de desarrollo vital del individuo quizá sea la adolescencia la que en un periodo de tiempo más breve y recortado presente unos cambios anatómicos y fisiológicos tan acusados". Para este experto en adolescencia: "Sería absurdo pensar que esta situación vital no tiene repercusiones psicológicas y sociológicas", tanto en la persona donde se inicia como en el ambiente donde se produce.

Además, y esto es muy importante dado el periodo que transitamos, en la adolescencia irrumpe con fuerza el entorno social, un factor que incide en la construcción de una mayor o menor ansiedad. El psiquiatra Diego Figueroa citaba: "Cuando sales fuera de la familia y te pones a prueba con el resto de tus iguales en un mundo que es supercompetitivo dentro de una sociedad cada vez más narcisista". Una sociedad en la que la OMS cifra entre el diez y el veinte por ciento del porcentaje de los niños y adolescentes que experimentan problemas mentales. Entre estos, los trastornos de ansiedad son los más habituales y la adolescencia es una clave para el desarrollo de los mismos. La fobia social es el trastorno más habitual en este periodo.

Como sucede en los adultos, estadísticamente, las mujeres adolescentes sufren más de ansiedad que los hombres. Diferentes estudios señalan que ellas tienen el doble de posibilidades de sufrir un trastorno de este tipo. Pero, en parte, se debe a que las mujeres saben leer mejor sus emociones, reconocen mejor su desazón y tristeza y no tienen esa presión de "los chicos no lloran". Están más acostumbradas a hablar y a pedir ayuda. Son más abiertas a asumir una terapia y a confiar en el médico o el psicólogo.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo. Nº Col.: A-1324
Tfno.: (+34) 653 379 269
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lunes, 17 de febrero de 2020

La paradoja de la Ansiedad en niños/niñas




Los padres sobreprotectores, según Eva Millet: "hiperpadres" no soportan, literalmente, ni un grado moderado de ansiedad en sus niños. Y, aunque se ejercita con la mejor de las intenciones, de la hiperpaternidad pueden derivar muchos de los casos que profesionales como Agnès Brossa ve en sus consultas: chicos y chicas llenos de ansiedad. "Estoy convencida de que esta hiperpaternidad sobre la que has escrito nos lleva hacia aquí -asegura esta psicóloga-. Pero es que en la sociedad actual, del "niño feliz", no se permite que los niños sufran ni un poquito. Ni terapéuticamente ni para irlos preparando para una vida en la que habrá cosas que no serán tan buenas".

Como tantos maestros, educadores y terapeutas saben, Brossa hace referencia a niños y niñas "de las generaciones de finales del siglo XX y pricipios del siglo XXI, previas a la crisis". Criaturas, recalca: "A las que nunca nunca les ha faltado nada". Chicos y chicas que no han pasado por ningún tipo de estresores en su vida. Y, en consecuencia, no están preparados para superarlos.

"Estoy hablando de niños y niñas de clase medias y altas, hijos del bienestar, que han tenido ocho pares de zapatos en el armario, han viajado, que, si quieren ir al cine... Niños y niñas que no se han estado, absolutamente, de nada", describe. Y que, si además han tenido una capacidad intelectual buena y han acabado el Bachillerato y han entrado en la universidad, siguen transitando por la vida sin estrés alguno: "Hasta que de repente preguntan: "Y ahora ¿qué he de hacer?". Y les dicen: "Pues a buscarse la vida". Y la respuesta es "¡¿Cómo?! ¡Si no lo he hecho nunca! ¿Qué quiere decir que me espabile ahora?".

Desde niños, estos chicos han hecho todo lo que les han dicho sus padres -las extraescolares, las clases de refuerzo...- Han normalizado el no tener tiempo ni para jugar y el que sus progenitores se encargaran absolutamente de todo lo que concernía a sus existencias. Y ahora entran en la edad adulta -en un entorno laboral cada vez más hostil y exigente- y se les pide que "triunfen", que respondan, ¡ya! Que empiecen a producir y sean esos adultos perfectos para los que se los ha preparado desde el nacimiento.

La doctora estadounidense Madeline Levine comenta, la perfección no existe: "Y te puedo decir que, después de la genética, el segundo gran predictor de la depresión es el perfeccionismo".
"En América, desde hace más de una década, los niveles de ansiedad, de depresión y suicidio de los jóvenes han aumentado. Así que, al final, lo que tenemos que concluir es que no les estamos haciendo ningún favor a nuestros hijos al criarlos así".

Por otro lado, con la rapidez con la que está cambiando el mundo, no sabemos a ciencia cierta si lo que nuestros hijos realmente van a necesitar es un título en Harvard. Lo que sí sabemos es que han de ser resilientes -tener la capacidad de recuperarse ante la adversidad- y superar y soportar las frustraciones que, inevitablemente, la vida les traerá. "Por ello, cada vez que haces más de lo necesario por tus hijos, estás disminuyendo su capacidad de ser resiliente", concluye Levine, que se despide con esta reflexión: "Sé lo difícil que es para una madre o un padre sentarse y observar cómo su hijo se cae y se equivoca. Pero muchas veces, cuando algunos padres me dicen: "Es que no puedo soportar ver a mis hijos infelices", lo que yo les respondo es: "Pues, si no puedes, estás en el trabajo equivocado".

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo. Nº Col.: A-1324
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domingo, 16 de febrero de 2020

Padres ansiosos, hijos ansiosos



Niños con agendas de ministro por el horario lectivo abusivo, extraescolares, clases de refuerzo; el producto de lo que Eva Millet denomina "Hiperpaternidad". Las agendas frenéticas, sin embargo, no son su única característica. La hiperpaternidad tiene otros ingredientes. Como la precocidad y la sobreprotección de los padres, mezclada con la presión para que el hijo triunfe y... ¡la ansiedad! Que es debidamente transmitida a la prole.

En un mundo cada vez más polarizado, la crianza también se está colocando en dos extremos, ambos generadores de ansiedad. Por un lado, encontramos a más niños y adolescentes desamparados, olvidados por sus familias y con una protección social más precaria. Por otro, a niños y adolescentes cada vez más supervisados, sobreprotegidos y consentidos. En las sociedades más ricas del siglo XXI hay niños que no les importan a casi nadie y otros con unos progenitores dispuestos a allanarles el camino en la vida cueste lo que cueste.

En paralelo a una desigualdad social cada vez más pronunciada, la hiperpaternidad avanza a pasos de gigante, dominada por el miedo y las ansiedades que los padres respecto a su prole. Los padres actuales tienen pavor a que los hijos se equivoquen, y a que se frustren (el "que no se traumatice" es un mantra de los progenitores de este siglo). Sin olvidar el miedo a no hacerlo bien como padres, a no llegar a las expectativas impuestas por no sé muy bien qué panel de expertos.

Y, entre tanta inseguridad, la ansiedad campa a sus anchas. Ansiedad por llegar a todo y por dárselo todo. Para conseguir a esos niños perfectos que parece que el mundo demande. Por llegar a ser los padres perfectos, de revista.

De este modo, los bienintencionados padres ejercen tanto de guardaespaldas (y evitan así entrenar una habilidad básica en la vida: enfrentarse a nuestros miedos) como de solícitos secretarios o asistentes personales. Unos secretarios tan buenos que hasta anticipan los posibles contratiempos de los hijos. Que hasta actúan de mediadores entre los pequeños conflictos con sus amigos. Que hasta les hacen ellos mismos los deberes -¡para que no se equivoquen!-. Que los acompañarán, en el útimo año de la escuela, al examen de la Selectividad, cargados de bolígrafos de repuesto y de bocadillos. Padres y madres que ejercerán una vigilancia constante sobre su prole que produce una lógica ansiedad: la de sentirse permanentemente observado.

Y, de esta forma, cual fieles servidores, los hiperpadres no permiten que sus hijos se enfrenten a sus obstáculos cotidianos y adquieran algo también tan fundamental en la vida como es la capacidad de autonomía.

"Sí, la hiperpaternidad implica mucha sobreprotección y lo que están haciendo los padres sobreprotectores es decirles a sus hijos que hay peligros por todas partes, que, si ellos no están interviniendo o supervisando, los niños están en riesgo. Y eso genera mucha ansiedad", resume Stella O´Malley.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Nº Col.: A-1324 Zaragoza
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Circunstancias de la Ansiedad Infantil




FUENTES DE ANSIEDAD INFANTIL


La vida y sus muchas circunstancias pueden ser o no ser un motivo de ansiedad. Ya se ha señalado que la ansiedad es muy personal, singular, no hay dos iguales. Como describe Stefania Andreoli: "La ansiedad nos trae un mensaje dirigido exclusivamente a nosotros".

En consecuencia, los distintos y variados acontecimientos y experiencias de la vida -como el colegio, la familia, la separación de los padres, los amigos, un accidente, las películas... -pueden ser o no ser fuentes de ansiedad infantil. Todo depende de un abanico de factores, tanto de la naturaleza de la persona como de su entorno y circunstancias. Sin embargo, es importante recalcar que los principios generadores de ansiedad del ser humano serían esencialmente dos: "La posibilidad de equivocarse (el error y el fracaso) y la posibilidad de ser abandonado, de perder el amor de los que nos quieren", detalla la psicóloga Mireia Trias Folch.

Pero también ella, como todos los expertos, considera que dentro de las nuevas fuentes de ansiedad en la infancia está el ritmo de vida acelerado que llevan los niños en la actualidad. Una aceleración impuesta por los adultos y que, recalca, está directamente vinculada a ese miedo a equivocarse. "Pocos padres hoy cuestionan un estilo de vida que implica que sus hijos hagan cuatro extraescolares a la semana, por ejemplo. Lo hacen "porque es lo que hay que hacer" y punto. Hay una obsesión con el éxito del hijo que está muy vinculada a este miedo al fracaso que mencionaba. A que el hijo no haga lo que hacen los demás. Que lo rechacen, que no llegue...".

Como corolario, decir lo siguiente; Francisco Pascual Pastor: "Tenemos niños que van al colegio todo el día y, por la tarde, tenemos padres que los han de colocar en actividades extraescolares. Y, si los niños tienen deberes para el día siguiente, acaban agotados por una mala distribución del tiempo: no sólo por el estrés, sino porque les es muy difícil sacar adelante todo lo que quieren hacer ellos y lo que sus padres les dicen que hagan".

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sábado, 15 de febrero de 2020

La Ansiedad también es cosa de Niños



LA ANSIEDAD INFANTIL CADA VEZ ES MÁS PRECOZ E INTENSA

Maribel Martínez, psicóloga barcelonesa explica que esta patología cada vez es más frecuente e intensa: "Sí, no sólo es el aumento de casos: lo que es sorprendente es su intensidad -destaca-. "Hasta el punto de que vemos niños y adolescentes que acaban teniendo crisis de ansiedad, que ya es el máximo nivel que una persona puede tener".

Para Martínez, los términos infancia y ansiedad no deberían ir juntos con la normalidad con la que hoy lo hacen. "De hecho, los niños no deberían tener las ansiedades que están experimentando actualmente. Deberían estar felices, jugando con toda su inocencia y con toda su infancia por delante. ¡Y disfrutar de ello!".

Pero la ansiedad cada vez más temprana es una realidad que avalan cifras que siguen en aumento. En su número del 27 de febrero de 2019, la revista The Economist sostiene en un reportaje que la llamada "Generación Z" -los nacidos a partir de 1997- es nada más y nada menos que: "La más ansiosa y deprimida de la historia". La revista constata, a través de un informe del Pew Research Centre (un think-tank estadounidense) que es el setenta por ciento de los encuestados, de entre trece y diecisiete años, consideraban que la ansiedad y la depresión eran un problema importante entre sus amigos. Esta preocupación por la salud mental, además, afectaba tanto a los encuestados de clases más pobres como a los de clases más ricas.

"Estamos en una sociedad -estoy hablando fundamentalmente de Occidente- muy competitiva", sintetiza Francisco Mora Teruel. ¿Las causas? "Es una vida de un constante go go go! y eso nos pone en ambientes competitivos, donde estamos en una situación de alerta que propicia esta ansiedad".

Dentro de estos, el doctor Mora Teruel destaca los colegios, donde: "Nos hemos vuelto tan exigentes -negativamente y por desconocimiento- que les estamos reclamando a los niños que hagan cosas antes de tiempo". Este experto en neuroeducación pone un ejemplo clarísimo de esta exigencia equivocada: la moda del aprendizaje precoz de la lectura y la escritura. Una verdadera obsesión para muchos padres, pese a que está científicamente demostrado que, cuando el cerebro está maduro para empezar a leer y a escribir, el niño aprende rápidamente. Sin embargo, la corriente de la estimulación precoz -alimentada por una potente industria y la institución educativa de los que sabe mucho Mora Teruel- provoca en los hijos una presión precoz e innecesaria.

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domingo, 26 de enero de 2020

El Enfado en el Niño



La cólera posee varios rostros: agresividad, hostilidad, furia, odio, irritabilidad, rabia, resentimiento
 y violencia. Estas son reacciones emocionales que permiten exteriorizar una intensa presión interna creada por la pena y el miedo.Utilizamos la cólera para expresar la frustración que nos causan las emociones dolorosas cuando somos incapaces de expresarlas de otro modo.

La cólera en niños a partir de cuatro años

Hacia los cuatro años de edad, el niño posee ya un lenguaje bien articulado que le permite expresar verbalmente su cólera. Al repertorio de gritos y gestos bruscos se añaden ahora palabras maliciosas y amenazas diversas. A partir de esa edad, la cólera puede manifestarse cuando:

- no obtiene un privilegio deseado;
- se niega a salir de casa para ir al colegio;
- no recibe la atención deseada;
- no controla una situación;
- se siente menospreciado por los compañeros; 
- debe someterse a ciertas reglas.

Cuando un niño se enfada o estalla en cólera, tiene escaso control de sus pulsiones. Si consigue beneficios secundarios e importantes de la cólera, como la atención de sus padres, o la obtención de todos sus caprichos, se arriesga a instalarse cómodamente en esa mala costumbre, sin importarle las consecuencias. 

Si se le riñe tras una gran demostración de cólera, junto con consecuencias desagradables, el niño suele experimentar un sentimiento de culpabilidad e impotencia que le hace desgraciado. A partir de los cuatro años de edad podemos ayudarle a controlar rápidamente su cólera. Cuando ésta se traduce en crisis de rabia, de furia, de agresividad o de violencia, es importante dotar al niño de una herramienta que le permita controlarse.

Psicólogo Col.: A-1324. Zaragoza
Tfno.: 653 379 269
Dirección: Gran Vía 32. 3º Izqda. 50.005




viernes, 26 de mayo de 2017

Responsables del devenir de la humanidad Laura Gutman




Responsables del devenir de la humanidad

Aunque la mayoría de los individuos nos manejamos -en el área emocional- desde el punto de vista ciego del niño herido que hemos sido, hago un llamado al flanco más maduro que podamos rescatar de nosotros mismos y a la  disposición para observar, ordenar y asumir la realidad afectiva de la que provenimos, para luego poder tomar decisiones de acercamiento al diseño original del ser humano y contribuir a tomar las riendas para regresar a una civilización más amable, amorosa, altruista y ecológica.

A lo largo de los años he desarrollado un sistema de indagación, que denominé la biografía humana –ya descrita en otros textos- que es una hoja de ruta posible y que pretende limpiar las interpretaciones y opiniones diversas, y -sin juicios de valor- nos permita abordar la realidad real, siempre desde el punto de vista del niño que hemos sido. Con tanta cultura, tanto lenguaje, tanta ideología filosófica y psicológica que ha inundado nuestra comprensión intelectual… intento despejar al máximo y observar a los seres humanos tal cual llegamos al mundo. Solo comparo la realidad cotidiana con el diseño original. Los adultos ya estamos adaptados…en cambio, la infancia es ese período de tiempo en el que intentamos con toda nuestra fuerza vital, ser quienes somos…hasta que los adultos terminan por acallarnos.

¿Empezamos por el huevo o la gallina? Propongo empezar por la gallina, que solemos ser las madres. ¿Por qué? Porque el huevo es el niño recién nacido, que depende de nuestros recursos como madres y de la capacidad que despleguemos para entrar en fusión emocional de manera intuitiva con el niño tal cual nace. Y sobre todo, hacerle caso. Porque –si nos llevamos las manos al corazón- reconoceremos que todas las madres sentimos al niño, ya que el fenómeno de fusión emocional también hace parte del diseño original de la hembra que ha dado a luz. De hecho, las mujeres creemos enloquecer durante el puerperio como consecuencia de la intensidad emocional que compartimos con nuestras criaturas. Por lo tanto, es real que sentimos al niño. El problema es que no damos crédito a eso que sentimos. Y  para colmo, desmerecemos eso que el niño –bajo diferentes formas- nos dice.

Este es el motivo por el cual sostengo que es imprescindible que las mujeres que hemos devenido madres, nos hagamos responsables del devenir de la humanidad. Porque solo entregándonos al equilibrio y a la alineación perfecta de cada pequeño ser que llega al mundo, podremos regresar al centro del amor, para lo cual hemos sido creados.

Laura Gutman

sábado, 20 de mayo de 2017

Nuestras Infancias Laura Gutman



Nuestras infancias

Las infancias que nosotros hemos vivido, han sido anti niños. Están alejadas del diseño original del mamífero humano. He allí el germen de todo el sufrimiento humano posterior. Para que los niños pequeños no suframos, necesitamos adultos que confíen en  nuestros reclamos, que serán siempre justos, necesarios, ecuánimes, precisos y legítimos. Si cada uno de nosotros hubiésemos sidosentidos por nuestra  madre, acompasados, sostenidos, abrazados, alimentados y acompañados en la frecuencia sutil en la que vivíamos, hubiéramos podido luego desplegar nuestra aptitud para amar, instantáneamente. No hay más secreto que ese. Los niños podríamos desarrollar nuestros talentos naturales, nuestra empatía y nuestro amor al prójimo espontáneamente, porque estamos diseñados así. Para que ello ocurra –insisto- solo precisábamos ser compensados milimétricamente.

En este punto, nos encontramos con el eterno problema del huevo o la gallina: ¿Cómo logramos tener un bebé satisfecho si nosotras las madres hemos experimentado una infancia horrible y no hemos sabido desplegar recursos para amar al prójimo –en este caso a nuestro propio hijo- dejando de lado todas nuestras necesidades no satisfechas en el pasado?. En mi opinión, podemos empezar por la gallina, es decir por nosotras las madres, mujeres ya adultas que –aunque hayamos tenido una infancia difícil- hoy sí contamos con recursos suficientes para decidir tomar conciencia sobre nuestra realidad interior, y luego –una vez que hayamos investigado, comprendido y abordado la dimensión de nuestro propio desamparo, o de la violencia recibida, o del abuso o de la ignorancia emocional o de la distancia a la que estuvimos sometidas siendo niñas- accionar a favor de nuestro hijo (o de quien sea), sabiendo que no podemos volver el tiempo atrás, pero sí podemos cambiar hoy, a favor de nuestro prójimo.

Laura Gutman

El Amor es el Centro de Nuestra Vida Laura Gutman



El amor es el centro de nuestra vida

Los seres humanos nacemos amorosos.
Ningún niño nace malo, déspota, violento, egoísta, perverso, tirano, avaro, ingrato ni miserable. No. Todos los niños nacemos con una exquisita capacidad para amar.
Pero también nacemos inmaduros, es decir “sin terminar”. Esa inmadurez nos obliga a la dependencia, tanto física como emocional. Para sobrevivir, necesitamos que alguien –en principio nuestra madre- esté en una sutil fusión emocional con nosotros, para que pueda percibir milimétricamente cada necesidad -por más invisible que sea para los demás adultos- y satisfacernos.

El confort que nos produce la respuesta intuitiva e inmediata de nuestra madre, los niños lo vivimos placenteramente, y eso lo interpretamos como: “me siento amado”. En cambio, cuando manifestamos alguna necesidad –insisto, por más mínima que sea, por ejemplo urgencia por estar en contacto corporal, urgencia por sentirnos seguros, urgencia por recibir caricias cuando la digestión duele, urgencia por sentirnos “sentidos”- pero mamá no responde porque no está en fusión emocional con nosotros, y “no nos siente”, eso significa que estamos fuera de nuestro confort. Esa falta de placer, la interpretamos como “desamor”.

Según el diseño original de la criatura de mamífero humano,  esto es un verdadero desastre ecológico. ¿Por qué? Porque hemos llegado a este mundo para desplegar nuestra capacidad de amar. Pasa que esa habilidad no podremos desplegarla durante la edad adulta, porque antes tendríamos que habernos sentido amados, seguros, confortables, atendidos, respetados y comprendidos….por otro. Ese nivel de confort no lo podemos resolver por nuestros propios medios porque –como he señalado- nacemos inmaduros. Precisamos que mamá lo resuelva. Si mamá no se hace cargo, entonces en lugar de relajarnos en el amor, vamos a desplegar mecanismos de supervivencia, que es el instinto superlativo. Haremos lo que sea con tal de sobrevivir. Esa lucha por la supervivencia, dejará a un costado cualquier circunstancia relacionada con el placer y el goce.

¿Por qué nuestra mamá no pudo satisfacer toda necesidad milimétrica que manifestamos siendo niños? Porque mamá ha tenido una infancia de desamparo y soledad –como mínimo- entonces también utilizó mecanismos de supervivencia cuando fue niña, y -en ese afán por sobrevivir- fue cortando los lazos hacia su propio mundo interior, para no sufrir. Resulta que la abuela materna la pasó peor, la bisabuela aún peor y así, en una cadena transgeneracional de dominación, luchas, guerras, conquistas y heridos por doquier.

¿Significa que si hemos tenido una infancia alejada de ese ideal, ya estamos condenados a perpetuar el desamor en el mundo? No. Pero será necesario accionar en sentido contrario.

Laura Gutman



domingo, 30 de abril de 2017

Saramago. Hijo

Hijo es un ser que nos prestaron para un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores-defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener coraje.
Sí, ¡si es eso! Ser padre o madre es el mayor acto de coraje que alguien puede tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente al de la incertidumbre de estar actuando correctamente  y el miedo de perder algo tan amado.
¿Perder?  ¿Cómo? ¿No es nuestro, recuerdan?
Fue apenas un préstamo
José Saramago

miércoles, 10 de febrero de 2016

Colecho

Hace unos años escuchábamos y escucho que el colecho es pernicioso según la literatura infantil. Los niños y la Ciencia no coinciden. Esos textos son "infundados" según la práctica.
La Naturaleza y la Antropología dicen que el bebé tiene que dormir con su Benito.
Casi toda la literatura pediátrica del sueño se ha basado en la normalización de un acto antinatural.
Al margen de esta herencia se empiezan a valorar los beneficios:
- Ayuda a los recién nacidos a preservar la energía.
- Acelera la adaptación metabólica, aumentando su bienestar.
- Disminuye los episodios de llanto.
- Fomenta la producción de oxitocina, lo que favorece la contracción uterino y la elección de leche. Disminuye la ansiedad de la madre, que siente que vigila más al bebé.
- Beneficia la lactancia materna.
- Posibilita una arquitectura del sueño diferente a la del bebé que duerme en solitario, lo que posiblemente tenga implicaciones en su desarrollo neurológico.

A más largo plazo, colechar en la infancia aumenta la capacidad del niño de manejar el estrés. Se sabe que los niños que colechan son más independientes y autónomos.
Incluso las amenazas a la salud natural de han visto desventuras.

Por tanto podemos relajarnos y dejarnos guiar por el instinto de supervivencia de nuestro hijo de nuestro que no le permite dormir sólo.
Está científicamente demostrado, ahora sí.

viernes, 1 de agosto de 2014

Espacios Transicionales


La construcción subjetiva según Winnicott
Autora: Silvia Tarrío
            Winnicott, nos habla de fenómenos transicionales con los que intenta demostrar la existencia de un área que no es parte de la realidad a la que exige de nuestro esfuerzo de adaptación, pero tampoco es parte de nuestro mundo interior, una tercer área que asegura la transición entre el Yo y el No – Yoperdida/presencia, niño/madre.
            El movimiento que permite el paso del No Yo al  Yo, se da en el jugar, Cuando el bebé succiona sus dedos siente placer, pero pocos meses después encontrará placer en jugar sobre todo con algún objeto que la madre le ofrece preferencialmente; convirtiéndose en Objeto Transicional.La aceptación por parte del niño de este objeto, tiene que ver con su naturaleza (por ej porque es blando y cálido como un osito de peluche), pero también porque el niño ya ha logrado reconocer un objeto como un No Yo (el bebé lo reconoce como exterior a sí-mismo, este objeto es la primer posesión no yo), esto implica que el bebé comienza a ubicar la frontera dentro/fuera a organizar este límite; la relación con este objeto no es adaptativa sino afectiva y le permite al bebé crear, imaginar, idear producir ese objeto.
            Para Winnicott este objeto se sitúa en una Zona Intermedia de la experiencia (no es interna ni externa) entre el autoerotismo oral (pulgar) y la relación de Objeto (en tanto primera posesión). A diferencia de las experiencias que se dan en el mundo externo, las experiencias en esta zona intermedia no presentan mayores exigencias, por el contrario, es una zona de descanso, el niño en ella al jugar, puede transformar la realidad según sus deseos.
            Esta Zona intermediasurge de la capacidad que tenga la madre para ilusionar al bebé, estando allí donde él la busca. Para esto, es necesario, una Madre Suficientemente Buena capaz de decodificar las necesidades y deseos de su bebé y satisfacerlas; pero también, capaz de ir retirándose paulatinamente de ese lugar, permitiendo la actividad cada vez mayor de su bebé. Es decir capaz de destetarlo de forma no traumática.
            En este punto, se hace central el concepto winnicottiano de Objeto Transicional, pues sobre este objeto el bebé adquiere derechos  que los adultos aceptan, y aunque solo acepte los cambios que él mismo realiza sobre este objeto, su existencia implica el progreso de pasar de la subjetividad pura al inicio de cierta objetividad. A través de él pasa del Dominio omnipotente mágico (producto de la Madre Suficientemente Buena al generar la zona de ilusión) al Dominio de la Manipulación (erotismo muscular y placer de la coordinación).
            El Objeto Transicional, no es un Objeto Interno sino una Posesión, pero su especificidad, lo diferencia de los otros objetos del mundo exterior. El bebé, puede emplear este objeto, siempre que el Objeto Interno a quien simboliza esté vivo y sea lo suficientemente bueno, lo cual depende de la conducta del objeto exterior (madre).
            Los Fenómenos Transicionales que se dan en la Zona Intermedia a la que Winnicott denomina Espacio Transicional implican las primeras etapas del uso de la ilusión, pues se funciona a mitad de camino entre la creatividad primaria y la adaptación. La existencia delObjeto Transicional le permite al bebé calmar la angustia que le genera la ausencia de su madre, pero si esta ausencia supera el tiempo en que el bebé logra mantener la representación de su madre, los fenómenos transicionales se vuelven carentes de sentido al igual que el objeto.

            Cuando el niño ha construido su  Yo y pasa del Principio del Placer (forma de funcionamiento propia del Ello) al   Principio de Realidad (forma de funcionamiento del YO) y consolida la representación mental de la madre; puede jugar con otros en la intersección de ambas zonas o Espacios Transicionales de juego, momento en que  el Objeto Transicional suele ser abandonado.


BIBLIOGRAFIA:

Winnicott, Donald (1972)              “Realidad y juego”. Ed. Gedisa.

martes, 29 de abril de 2014

Organiciones psicóticas en la infancia. Winnicott


Las organizaciones psicóticas en la infanciaRecorrido teórico desde la perspectiva Winnicottiana
Introducción:
Necesario será poder presentar los ejes sobre los cuales versará este recorrido teórico sobre la perspectiva de Donald Winnicott, aclarando que no es la intención hacer una amalgama de conceptos a manera de síntesis ecléctica, sino poder dar cuenta de la conceptualización de este autor acerca de la psicosis infantil, para lo cual no serviremos de sus conceptos básicos como insumos necesarios.
La obra de un autor de semejante talla para el psicoanálisis no puede ser recortada en pocas palabras, siendo que para aquellos que intentamos trabajar en la clínica con niños, el pensamiento de Winnicott es un paso insoslayable, independientemente de la orientación teórica que practiquemos.
En este recorrido, haremos foco en algunos puntos básicos tales como:
  • Datos biográficos del autor
  • Sus tesis teóricas más sobresalientes
  • Sus aportes en relación a las psicosis, en especial en el niño
  • Rescatando sus conceptos a manera de herramientas de las que nos serviremos para intentar dar un sentido.

Datos biográficos: ¿quién es Donald Winnicott?
Psicoanalista inglés (1896-1971), presidente de la British Psichoanalytical Society, desarrolló una concepción sobre el proceso de maduración y la tarea de la madre, dando cuenta de un espacio intermedio entre los mundo interno y externo y planteando, así, una nueva mirada sobre la estructuración del psiquismo infantil y la clínica, extensible también a la comprensión de los fenómenos culturales.
Nacido en Plymouth, Condado de Devon, en el seno de una familia metodista, Donald Woods Winnicott era el menor y único varón de tres hermanos. Su padre Frederick era un hábil comerciante y hombre político apegado a las tradiciones, y fue dos veces alcalde de Plymouth.
Su madre parece haber sido vivaz y comunicativa, capaz de mostrar y expresar sus sentimientos. Winnicott creció con la seguridad de ser amado, rodeado de 'muchas madres' como él mismo dice refiriéndose a sus hermanas y niñera. Tenía una capacidad natural para comunicarse y obtener placer, lo que le permitió superar las contrariedades. En 1910 concurrió al Lays School, especializándose en ciencias. En 1916 ingresa al Jesus College en Cambridge donde estudia biología, y comienza su formación médica a fines de ese año en el St. Barholomeus hospital.
Al año siguiente ingresa como 'médico' en la Marina, y es embarcado hasta el final de la guerra aún no habiendo completado sus estudios de medicina.
Hacia 1919 el análisis de niños se centralizaba en Berlín, con M. Klein, y en Viena, con A. Freud. En 1920, Winnicott se especializa en pediatría, y en 1923 comienza su análisis con James Strachey. Comienza a ejercer de a poco la psiquiatría, para tratar "la hipocondría de los padres", como él decía. Su primer matrimonio, con Alice Taylor, dura hasta 1949. Su pensamiento está influenciado por Darwin, Freud y M. Klein. De Darwin, le impacta su teoría de la selección natural vinculada con la supervivencia en un medio hostil, a partir de la cual piensa que el bebé no puede adaptarse solo al entorno, necesitando de un 'ambiente facilitador' producido por la madre.
Respecto de Freud, reconoce y admira sus ideas, pero no enfatiza la figura del padre, a quien propone como sostén de la madre, protector de la diada madre-bebé y proveedor de un espacio para que la madre pueda desarrollar su tarea. El complejo de Edipo, por otra parte, no le resulta suficiente para explicar las dificultades de desarrollo emocional de la infancia. También, cuestiona las formulaciones freudiana y kleinianas sobre el instinto de muerte.
Winnicott asignará gran importancia al juego. Este no es sólo descarga pulsional: comienza como movimiento de separación de la madre en un espacio potencial entre ésta y el bebé. Se trata de una experiencia real donde está involucrado el yo con sus capacidades, pudiendo la excesiva excitación arruinar o detener el juego.
La influencia que recibió de M. Klein es notoria, sobre todo en lo relativo a la importancia asignada a la edad temprana del niño, su mundo interno y el poder de la fantasía. También, el papel del juego y el uso de juguetes como medio para ingresar al mundo infantil, lo persecutorio de los objetos internos, las defensas primitivas y la depresión reactiva.
Retoma también el concepto de reparación, pero le da una vuelta más y habla de preocupación por el otro y de la posibilidad de aportar algo a la relación sostenido en la confianza en el ambiente. Esto produce una actitud de madurez afectiva que hace posible mantener la relación de objeto y preservar a los objetos amados de la propia agresividad.
En 1931 publica "Clinical Notes on Disorder of Childhood", su primer libro, y dos años más tarde comienza su análisis con Joan Riviére, graduándose luego como psicoanalista de adultos y de niños. Ingresa en la British Psichoanalytical Society con su trabajo "The maniac defense", y, una vez adentro, se alinea dentro del llamado grupo intermedio, un tercer grupo que no adhiere unilateralmente ni a A. Freud ni a M. Klein.
Para André Green, después de Freud fueron Lacan y Winnicott, cada uno desde perspectivas diferentes, quienes hacen las investigaciones más profundas y coherentes dentro del psicoanálisis.
En 1951 se casa con Clare Britton, y años más tarde por dos veces se hace cargo de la presidencia de la British Psichoanalytical Society, periodo donde publica la mayoría de sus obras.
Sus ideas pueden agruparse en tres grandes áreas: el proceso de maduración, la tarea de la madre, sus cualidades y las dificultades que pueden surgir en este proceso. Muere en Londres el 25 de enero de 1971.

Sus tesis teóricas más sobresalientes
Dejando de lado los datos biográficos, nos adentramos en sus fundamentos teóricos para poder comprender un poco más acerca de este autor tan caro al psicoanálisis inglés en particular, y a la comunidad psicoanalítica en general, autor del cual sus conceptos han servido para teorizaciones ya sea de la psicología del yo como del campo Lacaniano, recordando que Lacan lo toma en la axiomática de el seminario cuatro "el objeto transicional del Señor Winnicott", para teorizar la relación de objeto y más adelante para sus tesis sobre el objeto a.
Es también Winnicott quien nombra a Lacan en su articulo " la visage de la mére en tant que miroir" (inédito), publicado en lengua francesa, aludiendo al artículo de Lacan de 1949 " le stade du moroir", sosteniendo que Lacan en este artículo (según Winnicott) no ha puesto de manifiesto el rol de la madre como espejo del niño en un juego de identificaciones cruzadas entre el niño y el rostro materno:
En el desarrollo emocional del individuo, el precursor del espejo es el rostro materno, estudiaremos el aspecto normal de este fenómeno así como el psicopatológico.... 1
Es notable el peso que el autor le da al medio ambiente facilitador como lo llama, es decir el entorno que colabora en el desarrollo emocional del niño que se da a la par del desarrollo fisiológico.
Para poder centrarnos en sus conceptualizaciones princeps es necesario nombrar algunos conceptos básicos que nos serán de utilidad. Por un lado el concepto de objeto, en tanto que transicional, diferencia con la teoría kleiniana de los objetos buenos y malos, por otra parte el concepto de Self (verdadero y falso), madre suficientemente buena, angustia impensable, miedo al derrumbe, regresión, juego, sostén manipulación, y otros.
Si nos trasladamos hacia la conceptualización de la noción de objeto, es un paso obligado su texto "Realidad y juego", de 1965, que en realidad según el autor este libro es una ampliación de su trabajo " Objetos y fenómenos transicionales " de 1951, en el cual nos presenta los conceptos de objeto y fenómeno transicional, sus teorizaciones sobre el juego y el jugar, tan caro al psicoanálisis con niños, que si bien ya habían sido delineados en sus escritos anteriores como "Escritos de Pediatría y psicoanálisis" de 1957, es en el primer artículo que hemos mencionado en el cual aparecen con más claridad definidas sus tésis.
En este texto Winnicott sostiene que su propio enfoque deriva de su estudio con recién nacidos y niños pequeños:
Me ha tocado ser en suerte Psicoanalista que, quizá debido a que antes había sido pediatra, intuyó la presencia de ese universal fenómeno en la vida de los pequeños y los niños .., creo que ahora se incluye en realidad que lo que estudio en mí trabajo no es un trozo de tela o un osito que usa el bebé, no se trata tanto del objeto usado como del uso de ese objeto, llamo la atención sobre la paradoja de lo que implica el uso ...2
Es decir que es su primera hipótesis tal como lo enuncia en este texto, en la cual nos dice que es bien sabido que los recién nacidos tienden a usar el puño o el pulgar para estimular la zona erógena oral pero también se sabe que el bebé al cabo de unos meses encuentra placer en jugar con muñecas y que la mayoría de los padres le ofrecen algún objeto especial . Se puede advertir la variación de la secuencia de los hechos de las pautas que exhiben los bebés en su uso de la primera posición no-yo, pero gracias a que las exhiben es posible traerlas a observación directa.
Solidario con esto, pueden estudiarse muchas otras cosas de importancia, entre ellas:
  • La naturaleza del objeto
  • La capacidad del niño para reconocer el objeto como un no-yo
  • La ubicación del objeto: afuera, adentro, en el límite
  • La capacidad del niño para crear, imaginar un objeto
  • La iniciación de un tipo afectuoso de iniciación de objeto
Es decir que los dos términos puentes que son objetos y fenómenos transicionales, designan la zona intermedia de la experiencia entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora primaria y la proyección de lo que se ha introyectado. Se trata de una zona que no es objeto de desafío, en la cual ubica al juego y el trabajo más adelante, es decir la sustancia de la ilusión.
Es decir que: no hacemos referencia al osito ni al uso del puño por el bebé, no estudiamos el primer objeto de las relaciones de objeto sino que el enfoque apunta hacia la primera posesión y la zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se percibe en forma objetiva. Es entre la madre y el niño no es una díada soldada de dos elementos, no hay solo dos sino más de dos, esto es freudiano, Ya que Freud planteaba que entre la madre y el niño hay algo más ...
La pauta de los fenómenos transicionales empieza a aparecer hacia los cuatro o seis meses hasta los ocho o doce. Winnicott sostiene que las pautas de la infancia pueden persistir en la niñez, de modo que el primer objeto blando sigue siendo una necesidad a la hora de acostarse, pero en plena salud corresponde a una ampliación gradual de una gama de intereses y a la larga esta ampliación se mantiene cuando está cerca la ansiedad depresiva 3. Resulta interesante comparar el concepto de objeto transicional con el de objeto interno, es decir objetos introyectados por el yo de Melanie Klein (1934), en tanto que el objeto transicional no es un objeto interno sino una posesión pero para el bebé tampoco es un objeto exterior .
Solidario con estas conceptos viene a soldarse el de la teoría de la ilusión –desilusión, en la cual tal como sostiene Winnicott, el niño no tiene la menor posibilidad de pasar del principio del placer al de realidad si no existe una madre lo bastante buena, en la primera fase crítica. La madre lo bastante buena( que no tiene por que ser la madre del niño ) es la que lleva acabo la adaptación activa a las necesidades de este, según la capacidad del niño para hacer frente a la adaptación en materia de frustración . la madre suficientemente buena lleva acabo una adaptación del ciento por ciento a las necesidades del niño y a medida que pasa el tiempo se adapta poco a poco en forma menos completa:
Si todo sale bien el bebé puede sacar provecho de esa experiencia de frustración ..pero al principio tiene que ser exacta pues de lo contrario al bebé no le resulta posible alcanzar una capacidad para relacionarse con el mundo exterior... 4
Vemos la importancia que le concede al entorno y a la adaptación, siendo estos conceptos centrales en su teorización sobre la etiología de la psicosis . es la adaptación una palabra clave que hace eco a lo largo de su texto, nos dirá que es gracias a esta adaptación del ciento por ciento que la madre ofrece al bebé la oportunidad de crearse la ilusión de que el pecho es parte de él, donde la omnipotencia es casi un hecho de la experiencia, pero será la tarea posterior de la madre desilusionarlo, tarea que no se logrará si al comienzo no le ofreció buenas oportunidades para ello.
El bebé crea el pecho una y otra vez a partir de su necesidad de amor se desarrolla el fenómeno subjetivo que llamamos pecho, no olvidemos que estamos en los primeros tiempos de la vida psíquica, es la madre la que coloca el pecho en el lugar en el que el bebé está pronto a crearlo en el momento oportuno. No nos detendremos en lo que significa el concepto de pecho para los kleinianos por que sería desviar el objetivo de este apartado.
La zona intermedia a la que nos referimos es la que se ofrece al bebé entre la creatividad primaria y la percepción objetiva basada en la prueba de realidad, es decir que los fenómenos transicionales representan las primeras etapas del uso de la ilusión. En palabras de Winnicott:
En cierto momento teórico, al comienzo del desarrollo de todo individuo, un bebé ubicado en determinada marco proporcionado por la madre es capaz de concebir la idea de que algo puede satisfacer su necesidad instintiva .al principio no se puede decir que sepa qué debe crear, en ese momento se presenta la madre le ofrece su pecho y el ansia potencial de alimentarlo ...hoy una superposición entre dos zonas, es pecho en ese momento en la medida en que es posible crearlo en ese momento y en ese lugar 5
Del lado de la madre ¿qué?
Llega el momento de ocuparnos de la madre, concepto central en los post freudianos que le asignaron tanta importancia al entorno y sobre todo al que hacer materno suficientemente bueno para seguir usando terminología Winnicottiana .
Sabemos que la tarea de la madre consiste en desilusionarlo esto es previo al destete, sabemos que esta es una comprensión teórica del problema que puede proporcionar una solución teórica. Al ocuparnos de la madre es notorio rescatar la importancia que le da el autor, sobre todo en los que hace en materia de comunicación.
En un texto de publicación posterior pero no menos importante, nos referimos a las Exploraciones Psicoanalíticas I Y II, que consisten en una serie de manuscritos y conferencias de Winnicott que se publicaron después de su muerte (1971), decíamos que en este texto hay una mención a un autor que ha teorizado sobre la psicosis y en especial el autismo, no es Leo Kanner sino Bruno Bettelheim (1967 The Empty Fortress, New York) quien alude a la experiencia de mutualidad entre la madre y el bebé, en materia de cuidado básico, siempre rescatando el papel del ambiente facilitador .
Es decir que aunque se conoce desde siempre que el manejo del bebé por parte de la madre incluye una serie de sutiles detalles, hubo de transcurrir mucho tiempo para que la teoría psicoanalítica abarcase este ámbito de la experiencia viva.
Para estudiar como adquiere el bebé humano la capacidad de objetivar, es necesario aceptar que al principio tal capacidad no existe. En esta nueva área para el autor, la idea de un individuo relativamente independiente del medio habrá de ser modificada e incluso abandonada. Cuando se dice que un bebé es dependiente se deduce por lógica que el ambiente no puede ser sino significativo ya que constituye una parte de él. Es decir que un bebé es un fenómeno complejo, siendo que es tal la significatividad del ambiente para este que en un principio, sostiene Winnicott, no podemos describir al bebé si no describimos al ambiente .
Todos estos conceptos están enmarcados en su tésis teórica que versa sobre el crecimiento emocional del ser humano, que va desde un estado de dependencia absoluta, pasando por una relativa, hacia la independencia física y mental, pero este desarrollo no tiene lugar sin la madre suficientemente buena:
...el desarrollo tiene lugar debido a la experiencia del bebé con respecto a la conducta adaptativa materna que hace posible que el bebé encuentre afuera del self lo que éste espera y necesita .Es por medio de un que hacer materno lo bastante bueno que el bebé pasa a la percepción objetiva si ha heredado la tendencia y sí además ha recibido las oportunidades para ello.... 6
Con el objeto de comprender qué papel juega la madre es necesario tener un concepto equivalente al ya conocido bajo el nombre de "Preocupación maternal primaria", es decir este que hacer materno lo bastante bueno, apoyado en la intuición de que algo les ocurre a las mujeres durante el embarazo y persiste durante unas semanas después del parto, siempre que un trastorno psíquico no interfiera sobre todo en la madre.
En términos de comunicación: desde el nacimiento se observa que el bebé toma su alimento succiona el pecho e ingiere una cantidad de alimento para satisfacer su tensión. Lo que debemos averiguar es si la comunicación se establece o no con ese proceso de alimentación y en qué consiste. Sabemos que es difícil saber de estos temas con una criatura tan temprana, pero si nos ocupamos de la madre vemos que los bebé a las 12 semanas miran el rostro de su madre de manera significativa, es decir que hacia épocas tempranas los bebés nos suministran información para suponer, con bastante seguridad, que la comunicación ya es un hecho. Pensemos en el autismo donde se ven conductas tan tempranas de ausencia de anticipación durante los primeros meses de la vida, si queremos pensar un poco en términos de Kanner.
Es decir que: aunque todos los niños toman alimento, no existe una comunicación entre el bebé y la madre excepto hasta que se desarrolla una situación de alimentación mutua., es de aquí de donde Winnicott extrae de Bruno Bettelheim el concepto de mutualidad.
El bebé alimenta, y la experiencia del bebé incluye la idea de que la madre sabe lo que es ser alimentada . aquí es menester referirse al hecho de que la madre y el bebé llegan de diferente forma al punto de mutualidad. Es decir la madre ya fue bebé, sabe lo que es ser alimentada ( en la medida de lo posible), sabe algo del manejo de bebés, jugó a las muñecas. En cambio el bebé es bebé por primera vez, jamás ha sido madre, dice Winnicott que su único pasaporte ante la barrera de la aduana es la suma de rasgos heredados y tendencias innatas hacia le crecimiento y desarrollo.
Es para Winnicott esta mutualidad que presenciamos al comienzo, el germen de la comunicación entre dos personas, pero el hecho de que el bebé se alimente es muy significativo para la madre, el goce que le es prestado con el paso de la leche cuando sus senos son succionados es transmitido hacia el bebé en términos de pictograma de unión o de rechazo en palabras de Piera Aulagnier. Pero la comunicación entre el bebé y la madre implica algo más: una experiencia que depende de la mutualidad resultante de las identificaciones cruzadas, esta mutualidad es fundamental y depende de la capacidad que tenga la madre de adaptarse a las necesidades del niño. Pero ojo nos dirá más adelante en otro artículo a propósito de la Esquizofrenia infantil una identificación que consista en una sana actitud de identificarse con el niño sin perder su propia identidad .
Es decir que en esta experiencia de balanceo compartida, lo mas importante es una comunicación entre mamá -bebé en términos de anatomía y fisiología de los cuerpos vivos, un diálogo tónico necesario dirá Julián de Ajurriaguerra retomado por Didier Anzieu en su bello libro "El yo piel".
De estas técnicas primitivas de las cuales la intercomunicación es un producto colateral, llevan a las comunicaciones aún mas primitivas que tienen el carácter de comunicaciones silenciosas, es decir que la comunicación se hace ruidosa, sonora, cuando esta fracasa.
Será función de esta madre suficiente mente buena:
  • Sostén o holding: es decir en su amplia acepción permite abarcar todo lo que una madre hace por el cuidado físico del bebé, incluyendo el apartarse momentáneamente cuando ha llegado el momento de que sea sostenido por materiales no humanos.
  • Manipulación o handling
  • Provisión de los objetos transicionales que posibilitan el juego, la creatividad y el trabajo.
Pasaremos ahora a ocuparnos de las psicosis, pero fue necesario este rodeo por la teoría para extraer de él los insumos básicos con los que nos guiaremos a continuación.
Y en relación a la psicosis ¿qué?
Para poder comenzar a delinear este tema es necesario por un lado hacer mención de un texto de Winnicott " La esquizofrenia infantil en términos de fracaso de la adaptación" de la década del 60, en el cual aparece condensada su visión acerca del problema de la psicosis infantil.
En este texto el autor discute con las concepciones que explicaron el autismo desde un solo punto de vista, el biológico, rescatando que si bien las tesis de Leo Kanner son válidas no lo explican todo, rescata el trabajo de Kanner pero agrega su punto de vista personal, siendo que no es su intención desacreditar el punto de vista de Kanner:
Se llame o no esquizofrenia infantil al autismo, es preciso recordar que debemos esperar que la idea de un etiología que apunte al proceso innato del desarrollo afectivo del individuo en el medio dado encuentra ciertas resistencias ...en otras palabras habrá quien encuentre una causa física genética, bioquímica o endocrina tanto para el autismo como para la esquizofrenia... 6
En relación con lo antedicho, el autor nos propone los siguientes puntos que ampliaremos en articulación con otros:
  • Sólo se gana en oscuridad cuando se considera al cuadro autista en términos de regresión
  • El autismo es una complejísima organización de defensa .Lo que vemos es una invulnerabilidad que se logra mediante un construcción progresiva y en el caso del niño autista es el medio el que sufre y no el niño.(recordemos las tésis de otros psicoanalistas post freudianos como Frances Tustin quien sostiene un cascarón protector como barrera ante la angustia...)
  • El niño lleva consigo la memoria el recuerdo de una angustia impensable, término que nos servirá de línea eje, la enfermedad es una organización compleja que lo asegura contra el retorno de la angustia impensable
  • Un forma muy primitiva de angustia solo puede aparecer en estados de extrema dependencia y confianza extrema, antes de que se haya establecido una distinción clara entre el Yo Soy y el mundo rechazado separado del Tú.
  • En relación a la etiología para Winnicott, la búsqueda de este factor necesita tener en cuenta una teoría del desarrollo afectivo del niño que este libre del mito psicoanalítico. Así es como vuelve a aparecer en la escena teórica del autor otra vez el entorno, la madre para explicar la tésis pero aclarando que sin la culpa de nadie...es decir que el rasgo esencial reside en la capacidad de la madre o sustituto de adaptarse a las necesidades del niño por medio de su sana aptitud para identificarse con él sin perder su propia identidad (cuestión delineada más arriba), es decir que con tal capacidad podrá cuidar a su bebé en caso contrario solo podrá cuidarlo de un modo que perturbe los procesos vitales del desarrollo emocional.
Miedo al derrumbe es un concepto que surge como todos los que Winnicott teoriza de su experiencia clínica. Es decir que es un rasgos significativo en alguno pacientes se vincula con la experiencia previa del individuo y con factores ambientales aleatorios. Al mismo tiempo cabe suponer que hay en este miedo un común denominador que indicaría la existencia de fenómenos universales. El significado del término Derrumbe( breakdown), es bastante vago y puede significar varias cosas, pero en general y fuera de la semántica de la lengua inglesa, en este contexto puede entendérselo como un falla en la organización defensiva .Defensas contra qué?, necesitamos emplear la palabra derrumbe para describir el estado de cosas impensable que está por debajo de la organización defensiva, serían defensas primarias pre represivas, en términos de la teoría de los mecanismos de defensa tan característica dela psicología del yo.
Dice Winnicott:
Es útil pensar que en el terreno de las psiconeurosis lo que subyace en las defensas es la angustia de castración, en el ámbito de los fenómenos más psicóticos lo que se aprecia es un derrumbe del self unitario. El yo organiza las defensas contra el derrumbe de la organización yoica que es la amenazada, pero nada puede organizar contra la falla ambiental 7
Es decir que aquí se ve su postura etiológica claramente definida, el individuo hereda un proceso de maduración esto lo lleva adelante en la medida en la que exista un ambiente facilitador, y solo en esa medida .Este ambiente facilitador es en si mismo un fenómeno complejo lo esencial es que tiene un suerte de crecimiento propio que se adapta a las necesidades del individuo en crecimiento. Es decir que se describe al ambiente facilitador como un sostén que evoluciona hacia la manipulación (handling), a la que se le agrega la presentación del objeto.
En un ambiente tal el individuo tiene un desarrollo que puede ser calificado como de integración, al que se le agrega una residencia o relación psicosomática.
Dice el autor que se observará que en esta descripción el avance en el desarrollo se corresponde estrechamente con la amenaza de un movimiento retrógrado (y las defensas contra esta amenaza) en la esquizofrenia.
Debe recordarse que en la época de dependencia absoluta la madre cumple la función de "yo auxiliar" el bebé no ha separado lo distinto de mí de lo que es parte de mí, lo cual es imposible que suceda sin el crecimiento de mí.
A modo de posdata podemos plantear algunos puntos tales como:
  • Retorno a un estado de no integración (defensa desintegración)
  • Pérdida del sentido de lo real y la capacidad para relacionarse con los objetos (defensa: estados autistas,
  • La enfermedad psicótica como defensa: para el autor lo que se ve en la clínica es una organización defensiva incluso en el autismo y en la esquizofrenia infantil, la agonía subyacente resulta impensable.
  • Es erróneo pensar a la psicosis como un derrumbe, es una organización defensiva relacionada con una agonía primitiva y que habitualmente logra su propósito(excepto cuando el ambiente facilitador ha sido, no deficiente, sino atormentador, que es quizá lo peor que le puede suceder al ser humano).
A menudo se ha dicho con referencia a la teoría psicoanalítica que en el desarrollo del niño normal hay un período de psiconeurosis, sería mas correcto decir que en el apogeo del complejo de Edipo, antes de que se inicie la latencia, es previsible que se presenten toda clase de síntomas en forma transitoria .A esta edad la normalidad es definida en función de esa sintomatología, de modo tal que la anormalidad se asocia con la ausencia de algún tipo de síntoma. En esta fase no son las defensas las que constituyen la anormalidad sino su rigidez. Las defensas en si no son anormales sino que el individuo las organiza a medida que emerge de la dependencia absoluta . con la extensión de la teoría psicoanalítica debido a nuevos trabajos de la psicología del yo, se ha llegado a una nueva temática, en lo referente a la relación madre –hijo, alcanzando varias teorías que conectan la psicoterapia de la psicosis . Para Winnicott, en este contexto se entiende por psicosis la enfermedad que tiene su punto de origen en el desarrollo temprano anteriores a la pauta de la personalidad individual, siendo el auxilio recibido por el yo de las figuras parentales de suma importancia en esta primerísima etapa. Agrega el autor "amenos que haya una deformación producida por una falla ambiental o una anormalidad materna..."; vemos la impronta de su desarrollo teórico y el peso que pone al ambiente y lo adaptativo en lo que hace a la cuestión causal de la psicosis; peso que es de suma importancia para la psicología del yo en lo referente a la psicogénesis de la psicosis, tema criticado por Lacan en su seminario III donde rescata el peso de la estructuro génesis, es decir la causación por la estructura del sujeto.
Solidario con lo antedicho, dice el autor que:
...la tendencia imperante en el estudio psicoanalítico de la psicosis apunta a la teoría de un origen psicológico .Curiosamente, perecería que en la primerísima etapa de las psicosis, o sea cuando la dependencia es absoluta, no solo opera un factor hereditario sino también un factor ambiental....en otras palabras: las psicosis están vinculadas con las distorsiones de la formación de la pauta de la personalidad, en tanto que en la psiconeurosis corresponde a las dificultades experimentadas por individuos cuyas pautas de personalidad están por sentadas en el sentido de lo suficientemente sanas...8
en un artículo del mismo autor de 1952 "Las psicosis y el cuidado del niño", publicado en Escritos de pediatría y psicoanálisis de 1958, sostenía que la esquizofrenia era una enfermedad generada por una deficiencia ambiental, una enfermedad que dependía mas que de la psiconeurosis de determinadas anormalidades del ambiente.
En un trabajo leído en un simposio de psicoterapia realizado en el hospital Mc Lean de Belmont, Massachussets, de 1967,Winnicott nos dice que en su práctica profesional ha tenido la oportunidad de ver toda clase de casos y ver cómo surge la esquizofrenia o el autismo en los niños, siendo de capital importancia aclarar dos ideas: 1) la esquizofrenia como regresión, y 2) esquizofrenia como organización defensiva, siendo de capital importancia, nos dice, que para poder someter a examen una teoría de la esquizofrenia es preciso contar con una teoría operativa del crecimiento emocional de la personalidad., siendo la enfermedad mental (según el autor) una determinación del desarrollo.
Es decir que le rinde cabal tributo a la provisión ambiental, por ejemplo a la naturaleza de la madre al presentarle el mundo a su bebé, quien no conoce otra cosa. Al principio debe dársele un valor a lo ambiental capital, inferior serán las tendencias heredadas. A medida que el niño crece y adquiere autonomía e identidad (en términos de Erikson) y percibe al ambiente en segundo lugar como fenómeno por separado, es en esa medida en salud .
La clave del conflicto en lo que llamamos psiconeurosis se halla en el individuo. Como es sabido, el analista debe empeñarse en analizar el inconsciente reprimido del paciente. Cuando hay esquizofrenia, el analista debe empeñarse en elucidar una escisión en la persona del paciente, o el caso extremo un disociación. La escisión ocupa el lugar en la psicosis de lo inconsciente reprimido en la psiconeurosis.. 9
Como vemos sus formulaciones básicas están plenas de la psicología del yo, sobre todo lo que hace a la organización de las defensas Pre represivas, tan caro al psicoanálisis anglosajón e inglés.
Para el autor la escisión de una persona aconteció y se organizó a raíz de una falla ambiental . hubo una falla en el ambiente previsible promedio, es decir un bebé es cuidado por una madre "suficientemente buena" y bien o la madre suficientemente buena debió fallar (quizá se enfermó) o no era suficientemente buena, dice Winnicott: "no estoy repartiendo culpas sino buscando cual es la etiología".
Es para Winnicott la dependencia temprana esencial y con pleno sentido en los que hace a las etapas posteriores a la niñez y en general para toda la vida:
...para mí, una madre suficientemente buena, y padres suficientemente buenos, brindan en verdad a la mayoría de los bebés y niños pequeños la experiencia de nunca haber sido dejados caer en forma significativa, de este modo los niños pequeños tiene la capacidad de creer en si y en el mundo debido a la confiabilidad introyectada. 10
es decir que las fallas en la confiabilidad del ambiente en las etapas tempranas producen una fractura en la continuidad personal a raíz de las reacciones ante lo imprevisible, son estos sucesos los que comportan una angustia impensable o máximo dolor.
Hay para el autor dos clases de regresiones: una, es un retroceso en la dirección opuesta al desarrollo y su movimiento progresivo, se ven que han quedado bloqueados los mecanismos del crecimiento individual, la otra, diferente aunque clínicamente semejante, el paciente hace la regresión debido a una nueva provisión ambiental.
En síntesis: el autor sostiene que tanto la esquizofrenia como las organizaciones de tipo fronterizo son consideradas como organizaciones defensivas. Es decir en especial en lo que llama la esquizofrenia infantil y el autismo, lo que subyace es una organización con miras a la invulnerabilidad, presumiendo que se presentan diferencias según la etapa del desarrollo emocional en la que se encuentre el niño. Lo común a esto es que el niño, bebé o adulto no tiene que volver a experienciar jamás la angustia impensable que está a la base . Inicialmente esta angustia impensable fue experimentada en un momento en que falló la confiabilidad del suministro ambiental, cuando la personalidad inmadura se hallaba en una etapa de dependencia absoluta.
Para Winnicott, el niño autista ha alcanzado casi ya la invulnerabilidad, los que sufren son sus padres, la organización con miras a la invulnerabilidad tuvo éxito y es ella la que se evidencia clínicamente junto con rasgos regresivos que en rigor no son esenciales dentro del cuadro. El resultado es por fuerza cierta distorsión del desarrollo
Sí tenemos éxito, posibilitaremos que el paciente abandone la invulnerabilidad y se convierta en un persona que sufre . un que hacer materno suficientemente bueno es aquel que permite al bebé no verse obligado a enfrentar lo impredecible hasta ser capaz de dar cabida a las fallas ambientales.... 11
De más está decir que este trabajo recorrió todas las formulaciones de Winnicott en relación con sus grandes tesis de cara a la psicosis y nos permiten pensar cómo concibe éste a la psicosis infantil, su tésis etiológica, el acento puesto en el suministro materno o ambiental, tan característico del pensamiento inglés.
Lic. Gastón Fazio