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Paz y Ciencia

viernes, 21 de febrero de 2020

Tratamiento para la Ansiedad




El tratamiento número uno para la ansiedad empezó siendo el conductismo, el que se sigue realizando para las fobias. Posteriormente, fue evolucionando hacia la terapia cognitivo-conductual, hoy considerada el método más efectivo para tratar con éxito la ansiedad.

El padre de esta terapia es el psiquiatra estadounidense Aaron T. Beck, quien la desarrolló en la década de los sesenta del siglo pasado. Su tesis era que los pensamientos, sentimientos y comportamientos que nos producen malestar pueden desaprenderse. A menudo, muy rápidamente. Y en la base de este "desaprender" no está sólo nuestra conducta, sino también nuestra forma de pensar.

Como describe el Real Colegio de Psiquiatras del Reino Unido: "La Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudar a cambiar la forma como uno piensa ("cognitivo") y actúa ("conductual")"; cambios que pueden hacer que la persona se sienta mejor. A diferencia de algunas de las otras "terapias habladas", señala esta institución, la TCC se centra en problemas y dificultades del presente: "En lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas en el pasado, busca maneras de mejorar su estado anímico ahora".

Y esto se consigue a través de una terapia que, por un lado, trocea los problemas más complejos en partes más pequeñas para empezar a entenderlos y que busca, por otro, romper el círculo vicioso de los pensamientos negativos. Para ello, procura herramientas para que el sujeto, de forma paulatina, se exponga a la fuente de su miedo, de forma que pueda reaprender con la nueva experiencia.

Se pretende que el paciente pueda, en cierto modo, reeducar su amígdala cerebral con el objetivo de que esta no se dispare y nos llene de ansiedad cada vez que percibe algo que considera un peligro. Que logre cambiar su mecanismo de pensamiento aprendido para así cambiar sus emociones.

La terapia cognitivo-conductual tiene diversas variantes, pero, como reitera el doctor Méndez Carrillo, es la base para lidiar con la ansiedad. "Con la ansiedad se sabe que la clave del tratamiento -y esto no tiene más truco- es conocerla y enfrentarte a ella en vez de salir corriendo ante lo que te asusta. ¿Cómo se va el miedo a conducir? -pregunta-. Pues conduciendo. ¿El miedo a hablar en público? Dando conferencias..."

Y con los niños sucede lo mismo, aunque hay que adaptarla a su realidad: "Un adulto puede entender los pasos de una terapia de este tipo: tú le explicas la lógica y funciona. Para tratar la agorafobia, por ejemplo, pues el primer día caminas cien pasos desde casa, el segundo doscientos... El adulto lo pasa mal, pero lo va haciendo". Sin embargo, con los niños esto no funciona, es contraproducente.

"Por eso, como se hace con la medicación, lo que hacemos es edulcorar la terapia; ponerle "gusto a fresa" a través de recursos como el juego y los cuentos. Pero el objetivo es el mismo que con los adultos: que vean que lo que hay que hacer es enfrentarse a la fuente del miedo y que no pasa nada. Que hay un final feliz", resume Méndez Carrillo.

A propósito de los cuentos como herramienta terapéutica Agnès Brossa expone: "Sí, muchos cuentos, ya desde la antigüedad, iban muy bien, porque son historias que te hacían experimentar una dosis de ansiedad para que te adaptaras y vieras que, al final, se supera". Sin embargo, en la sociedad del "niño feliz" los cuentos un poco turbadores ya no se estilan. "Han pasado de moda"-sentencia Brossa-. "Los cuentos de hoy en día no permiten que los niños sufran ni un poquito: ni terapéuticamente ni para irlos preparando para una vida en la que habrán cosas que no serán tan buenas". A menudo, son los propios padres los que les cambian el final o, directamente, los censuran.

El paroxismo por el "que no sufra" lo encontramos en un episodio de la serie futurista Black Mirror. En el capítulo titulado Arkangel, dirigido por Jodie Foster, una madre decide implantarle a su hija un chip en el cerebro que le permitirá: a) controlar todo lo que ve y escucha a través de una tableta y b) que su hija no experimente ningún tipo de ansiedad o miedo.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Nº Col.: A-1324
Tfno.: (+34) 653 379 269
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es

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