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Paz y Ciencia

jueves, 5 de junio de 2014

Sobre el Pensar: Wilfred Bion


Sobre el pensar

La cualidad, el alcance del pensar, dice Bion,  resulta de la confluencia de dos desarrollos mentales que es preciso distinguir: el desarrollo de pensamientos y el desarrollo del aparato para manejarlos, el aparato de pensar. Ambos desarrollos están absolutamente determinados por la cualidad de las experiencias emocionales que los enmarcan. En este sentido Bion hace de la tolerancia a la frustración o de la intolerancia a ésta un dato decisivo, del mismo modo que hacía decisiva Klein a la capacidad de tolerar la angustia a la hora de pensar el desarrollo o la inhibición del yo.
Según el nivel de desarrollo que la tolerancia/intolerancia a la frustración haya hecho posible se pueden distinguir :
Preconcepciones : ahuecamientos inherentes al esqueleto formal, expectativas a priori. Son como promesas que a veces permanecen como tales, otras alcanzan el estatuto de concepciones y permanecen allí y a veces se transforman en pensamientos propiamente dichos. La preconcepción, aclara Bion, es pensable según lo que en Kant aparece como “pensamiento vacío”. Huellas, cavado que traen consigo cierta prefiguración a priori de lo que al ocupar su vacío, armaría una percepción plena, una concepción, una realización.
Si no son saturadas por una experiencia satisfactoria, y si esa no saturación es soportada, es posible que a partir de ellas se forme un pensamiento propiamente dicho.
Concepciones : preconcepciones acopladas a realizaciones, preconcepciones que se sueldan a experiencias emocionales de satisfacción.  Las concepciones surgen si una preconcepción se realiza, si un hueco se satura . Para que haya concepción tienen que converger una preconcepción y una experiencia emocional satisfactoria..
Pensamientos  : nacen cuando se tolera la experiencia en la cual las  preconcepciones surgen acopladas o yuxtapuestas con una una realización negativa. La existencia de pensamientos indica que hubo  encuentro con y tolerancia de la presentación simultánea  de una preconcepción y la no existencia de aquello que aseguraría una experienca satisfactoria.
La experiencia emocional correpondiente es una frustración y si esa frustración es tolerada, un pensamiento puede nacer.
Si una preconcepción, cualquiera sea,  se yuxtapone con una experiencia emocional insatisfactoria, una frustración, cualquiera sea, un pensamiento tiene chances de nacer, a condición de que la frustración sea tolerada.
El suelo de los pensamientos está hecho de experiencias emocionales insatisfactorias que han sido toleradas. La existencia de pensamientos prueba el carácter estructural, ineludible y vital de la insatisfacción.
Conceptos: los conceptos, dice Bion, tienen nombre. Hay conceptos que son concepciones fijas y hay conceptos que son pensamientos. Esto exige otro desarrollo que retomaremos luego.

 La psicopatología

A la hora de pensar psicoanalíticamente la patología es preciso, dice Bion, pensar como decisivas y distinguibles:
a. una falla en el desarrollo de los pensamientos
b. una falla en el desarrollo del aparato que permite tratar con los pensamientos
c. una falla que resulta de la superposición de las fallas anteriores: la falla simulltánea de ambos desarrollos. 

 Bion sostiene que existen pensamientos aun cuando no es posible reconocerlos, suponer en su gestación la actividad de pensar, mucho menos un pensador.
El pensar es una actividad forzada por la presión que ejercen los pensamientos. Esto parece aludir a la vigencia de pensamientos que existen independientemente de su apropiación por parte del que los porta. Y aún para encontrar la génesis de  esos pensamientos inapropiados. Dijimos que Bion descubre que  la insatisfacción- la realización negativa, el desencuentro entre una expectativa con una realización (experiencia satisfactoria) tolerada, está en su base. La insatisfacción tolerada esta en la base de los pensamientos y estárá también- de otro modo-  en la base de la capacidad de pensar, dos dimensiones que ganan si se las distingue. Pero no basta la mera yuxtaposición de experiencia de insatisfacción y preconcepción para asegurar un pensamiento. En todos los casos,  de la conjunción de preconcepción y no presentación del objeto, surge la experiencia de un no pecho, o de un pecho ausente adentro, y con ello la frustración, el correlato emocional de esa experiencia.
Y ese es un punto fundamental o un momento decisivo, porque un no pecho adentro puede o no ser tolerado. Sólo si lo es deviene pensamiento.
Si la intolerancia es fuerte, la tendencia será evacuar, ya no el no pecho malo sino al pecho malo transformado en “una cosa en sí”, derivada de la intolerancia a la experiencia del no pecho adentro. Y esa expulsión de la cosa en sí tiene como consecuencia el dañar el aparato mismo de pensar, porque con esa expulsión se van también pedazos del self. Entonces el aparato de pensar puede,en cierto nivel, operar como regido por un principio nocivo que equipara la evacuación de la cosa en sí,  a la satisfacción que sobrevendría si la preconcepción se encontrara con una realización.  (Aquí encuentra  lugar teórico la clínica del negativismo).
 (Recordemos que Klein afirma que la capacidad de tolerar la angustia temprana, es condición para el desarrollo de la formación de símbolos, para el desarrollo de lo que Klein llama yo, y recordemos también que Klein supone una operatividad yoica inicial que descubre soportada por la vigencia del objeto indemne en el corazón del yo. A ese objeto indemne se dirige el ataque envidioso, y su vulneración traba su incorporación como núcleo del yo y con ella la operatividad del yo ante la angustia).
Bion dice que la imposibilidad de tolerar la frustración, pone en acción una tendencia a la evacuación excesiva, una hipertrofia de la identificación proyectiva. (Identificación proyectiva es el recurso que Klein descubre hipertrofiado  bajo el ataque envidioso al objeto indemne que arma el centro de operaciones del proceso simbolizador).
Ahora bien, la imposibilidad de tolerar la experiencia de acoplamiento entre alucinación y realización negativa produce lo que Bion llama un objeto malo. Los objetos malos son la cara oscura e ineludible de los pensamientos. Pero no basta un objeto malo para desencadenar la identificación proyectiva excesiva. Un objeto malo bien puede estar en la base de un pensamiento.
Es preciso que ese objeto malo haya sido tratado como una cosa en sí, como algo sólo apto para ser evacuado y que esa transformación y evacuación sea proliferante, es preciso que evacuar haya sido equivalente a obtener un buen pecho, para que resulte  perturbado el desarrollo del aparato para pensar (aquí encuentra cabida la idea kleiniana de voracidad). Y esta perturbación hace que el aparato confunda evacuación masiva con recepción de lo bueno. 
Esta perturbación del pensar se juega toda vez que un objeto malo se torna indistinguible de una cosa en sí, y pasa a ser algo adecuado sólo para ser evacuado. ¿Cómo piensa Bion la variable tolerancia intolerancia a la frustración? ¿De qué la hace derivar su intensidad?
Aquí entra en juego lo que afirmábamos al decir que el recurso que hace posible el pensar está fuera del pensar mismo. Es hora de incluir en la teoría del pensamiento la capacidad de reverie materna y el funcionamiento alfa,  una modalidad de funcionamiento psíquico de tipo oniroide pero vigente durante la vigilia, un funcionamiento constante  capaz de transformar impresiones y experiencias emocionales en material apto para la formación de sueños y recuerdos.
Aquí Bion apela a su lectura del Freud de “ Los dos principios..”. Allí encuentra que el predominio del principio de realidad es sincrónico con el desarrollo de la capacidad para pensar.
 Pensamiento y acción

En el capítulo XI de Aprendiendo de la experiencia Bion señala que Freud en los “Dos principios del suceder psíquico”, dice explícitamente o entre líneas, lo siguiente:
1) que al ser necesario restringir la acción motriz y esto fue proporcionado por el proceso de pensamiento. Es decir el pensamiento permite restringir la acción motriz
2) El pensamiento es un sustituto de la descarga motora .
3) A partir de esto Bion señala que hay que poner como primeros epistemológicamente los pensamientos y secundariamente el pensar como método o aparato.
4) Si el paciente no puede pensar con sus pensamientos se acrecienta la frustración, el pensamiento debería hacer posible soportar una tensión incrementada.
5) la intolerancia a la frustración aumenta la tensión.Hay un alivio por el proceso de pensamiento. Este pensamiento llena el intervalo entre la necesidad de liberar a la psique del incremento de tensión y la liberación misma
estimulo------pensamiento-----descarga
6) El principio de realidad sigue al de placer. Hay que diferenciar los procedimientos que tienden a evitar la frustración y los que tienden a modificarla. En este contexto Bion llamará pecho malo al pecho ausente (deseado pero ausente)y es más probable que sea reconocido como idea que el pecho bueno. Un lactante capaz de tolerar la frustración puede permitirse tener un sentido de la realidad. Si no puede tolerarla empieza a actuar la identificación proyectiva.
La capacidad de pensamiento suaviza entonces la frustración. Si la madre

falla ,es decir no tiene capacidad de reverie una nueva carga cae sobre la capacidad de tolerancia a la frustración del lactante. 

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