Sobre el pensar
La cualidad, el alcance del pensar, dice Bion, resulta de la confluencia de dos desarrollos
mentales que es preciso distinguir: el desarrollo de pensamientos y el
desarrollo del aparato para manejarlos, el aparato de pensar. Ambos desarrollos
están absolutamente determinados por la cualidad de las experiencias
emocionales que los enmarcan. En este sentido Bion hace de la tolerancia a la
frustración o de la intolerancia a ésta un dato decisivo, del mismo modo que
hacía decisiva Klein a la capacidad de tolerar la angustia a la hora de pensar
el desarrollo o la inhibición del yo.
Según el nivel de desarrollo que la tolerancia/intolerancia
a la frustración haya hecho posible se pueden distinguir :
Preconcepciones : ahuecamientos inherentes al
esqueleto formal, expectativas a priori. Son como promesas que a veces
permanecen como tales, otras alcanzan el estatuto de concepciones y permanecen
allí y a veces se transforman en pensamientos propiamente dichos. La
preconcepción, aclara Bion, es pensable según lo que en Kant aparece como
“pensamiento vacío”. Huellas, cavado que traen consigo cierta prefiguración a
priori de lo que al ocupar su vacío, armaría una percepción plena, una
concepción, una realización.
Si no son saturadas por una experiencia satisfactoria, y si
esa no saturación es soportada, es posible que a partir de ellas se forme un
pensamiento propiamente dicho.
Concepciones : preconcepciones acopladas a
realizaciones, preconcepciones que se sueldan a experiencias emocionales de
satisfacción. Las concepciones surgen si
una preconcepción se realiza, si un hueco se satura . Para que haya concepción
tienen que converger una preconcepción y una experiencia emocional
satisfactoria..
Pensamientos :
nacen cuando se tolera la experiencia en la cual las preconcepciones surgen acopladas o yuxtapuestas
con una una realización negativa. La existencia de pensamientos indica que
hubo encuentro con y tolerancia de la
presentación simultánea de una
preconcepción y la no existencia de aquello que aseguraría una experienca
satisfactoria.
La experiencia emocional correpondiente es una frustración y
si esa frustración es tolerada, un pensamiento puede nacer.
Si una preconcepción, cualquiera sea, se yuxtapone con una experiencia emocional
insatisfactoria, una frustración, cualquiera sea, un pensamiento tiene chances
de nacer, a condición de que la frustración sea tolerada.
El suelo de los pensamientos está hecho de experiencias
emocionales insatisfactorias que han sido toleradas. La existencia de
pensamientos prueba el carácter estructural, ineludible y vital de la
insatisfacción.
Conceptos: los conceptos, dice Bion, tienen nombre.
Hay conceptos que son concepciones fijas y hay conceptos que son pensamientos.
Esto exige otro desarrollo que retomaremos luego.
La psicopatología
A la hora de pensar psicoanalíticamente la patología es
preciso, dice Bion, pensar como decisivas y distinguibles:
a. una falla en el desarrollo de los pensamientos
b. una falla en el desarrollo del aparato que permite tratar
con los pensamientos
c. una falla que resulta de la superposición de las fallas
anteriores: la falla simulltánea de ambos desarrollos.
Bion sostiene que existen pensamientos aun
cuando no es posible reconocerlos, suponer en su gestación la actividad de
pensar, mucho menos un pensador.
El pensar es una actividad forzada por la presión que
ejercen los pensamientos. Esto parece aludir a la vigencia de pensamientos que
existen independientemente de su apropiación por parte del que los porta. Y aún
para encontrar la génesis de esos
pensamientos inapropiados. Dijimos que Bion descubre que la insatisfacción- la realización
negativa, el desencuentro entre una expectativa con una realización
(experiencia satisfactoria) tolerada, está en su base. La insatisfacción
tolerada esta en la base de los pensamientos y estárá también- de otro
modo- en la base de la capacidad de
pensar, dos dimensiones que ganan si se las distingue. Pero no basta la mera
yuxtaposición de experiencia de insatisfacción y preconcepción para asegurar un
pensamiento. En todos los casos, de la
conjunción de preconcepción y no presentación del objeto, surge la experiencia
de un no pecho, o de un pecho ausente adentro, y con ello la frustración, el
correlato emocional de esa experiencia.
Y ese es un punto fundamental o un momento decisivo, porque
un no pecho adentro puede o no ser tolerado. Sólo si lo es deviene pensamiento.
Si la intolerancia es
fuerte, la tendencia será evacuar, ya no el no pecho malo sino al pecho malo
transformado en “una cosa en sí”, derivada de la intolerancia a la experiencia
del no pecho adentro. Y esa expulsión de la cosa en sí tiene como consecuencia
el dañar el aparato mismo de pensar, porque con esa expulsión se van también
pedazos del self. Entonces el aparato de pensar puede,en cierto nivel, operar
como regido por un principio nocivo que equipara la evacuación de la cosa en
sí, a la satisfacción que sobrevendría
si la preconcepción se encontrara con una realización. (Aquí encuentra lugar teórico la clínica del negativismo).
(Recordemos que Klein
afirma que la capacidad de tolerar la angustia temprana, es condición para el
desarrollo de la formación de símbolos, para el desarrollo de lo que Klein
llama yo, y recordemos también que Klein supone una operatividad yoica inicial
que descubre soportada por la vigencia del objeto indemne en el corazón del yo.
A ese objeto indemne se dirige el ataque envidioso, y su vulneración traba su
incorporación como núcleo del yo y con ella la operatividad del yo ante la
angustia).
Bion dice que la imposibilidad de tolerar la frustración,
pone en acción una tendencia a la evacuación excesiva, una hipertrofia de la
identificación proyectiva. (Identificación proyectiva es el recurso que Klein
descubre hipertrofiado bajo el ataque
envidioso al objeto indemne que arma el centro de operaciones del proceso
simbolizador).
Ahora bien, la
imposibilidad de tolerar la experiencia de acoplamiento entre alucinación y
realización negativa produce lo que Bion llama un objeto malo. Los objetos
malos son la cara oscura e ineludible de los pensamientos. Pero no basta un
objeto malo para desencadenar la identificación proyectiva excesiva. Un objeto
malo bien puede estar en la base de un pensamiento.
Es preciso que ese
objeto malo haya sido tratado como una cosa en sí, como algo sólo apto para ser evacuado y que esa
transformación y evacuación sea proliferante, es preciso que evacuar
haya sido equivalente a obtener un buen pecho, para que resulte perturbado el desarrollo del aparato para
pensar (aquí encuentra cabida la idea kleiniana de voracidad). Y esta
perturbación hace que el aparato confunda evacuación masiva con recepción de lo
bueno.
Esta perturbación del
pensar se juega toda vez que un objeto malo se torna indistinguible de una cosa
en sí, y pasa a ser algo adecuado sólo para ser evacuado. ¿Cómo piensa Bion la variable tolerancia intolerancia
a la frustración? ¿De qué la hace derivar su intensidad?
Aquí entra en juego lo que afirmábamos al decir que el
recurso que hace posible el pensar está fuera del pensar mismo. Es hora de
incluir en la teoría del pensamiento la capacidad de reverie materna y el
funcionamiento alfa, una modalidad de
funcionamiento psíquico de tipo oniroide pero vigente durante la vigilia, un
funcionamiento constante capaz de
transformar impresiones y experiencias emocionales en material apto para la
formación de sueños y recuerdos.
Aquí Bion apela a su lectura del Freud de “ Los dos
principios..”. Allí encuentra que el predominio del principio de realidad es
sincrónico con el desarrollo de la capacidad para pensar.
Pensamiento y acción
En el capítulo XI de Aprendiendo
de la experiencia Bion señala que Freud en los “Dos principios del suceder
psíquico”, dice explícitamente o entre líneas, lo siguiente:
1) que al ser necesario restringir la acción motriz y esto
fue proporcionado por el proceso de pensamiento. Es decir el pensamiento permite
restringir la acción motriz
2) El pensamiento es un sustituto de la descarga motora .
3) A partir de esto Bion señala que hay que poner como
primeros epistemológicamente los pensamientos y secundariamente el pensar como
método o aparato.
4) Si el paciente no puede pensar con sus pensamientos se
acrecienta la frustración, el pensamiento debería hacer posible soportar una
tensión incrementada.
5) la intolerancia a la frustración aumenta la tensión.Hay
un alivio por el proceso de pensamiento. Este pensamiento llena el intervalo
entre la necesidad de liberar a la psique del incremento de tensión y la
liberación misma
estimulo------pensamiento-----descarga
6) El principio de realidad sigue al de placer. Hay que
diferenciar los procedimientos que tienden a evitar la frustración y los que
tienden a modificarla. En este contexto Bion llamará pecho malo al pecho
ausente (deseado pero ausente)y es más probable que sea reconocido como idea
que el pecho bueno. Un lactante capaz de tolerar la frustración puede
permitirse tener un sentido de la realidad. Si no puede tolerarla empieza a
actuar la identificación proyectiva.
La capacidad de pensamiento suaviza entonces la frustración.
Si la madre
falla ,es decir no tiene capacidad de reverie una nueva
carga cae sobre la capacidad de tolerancia a la frustración del lactante.
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