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Paz y Ciencia

martes, 26 de junio de 2012

Princesa Inca desde el interior de su Alma



http://librosdelsilencio.com/prensa/ver/270 Entrevista de Gemma Nierga a La Princesa Inca por su publicación en "Libros del Silencio" de su libro de poemas, desde las visceras, desde el corazón, desde el alma más pura. Aun siendo atada y vilipendiada por la psiquiatría. ¡Basta ya de tratos vejatorios a quien ha perdido el contacto con la realidad! ¿Es real la realidad acaso? ¿Es conveniente vivir en la realidad que nos muestran? ¿Tenemos derecho a construir nuestra realidad?
¿Existe una única realidad? Por un trato más justo a las personas que sufren delirios, alucinaciones. Por un trato humano, sensible, cómplice y cercano a la persona que desconecta del mundo externo. Huir a la realidad interna es un recurso, oficialmente loco, pero si los hospitales albergaran a todos aquellos que viven "en otro mundo", no habría antipsicóticos para todos. Se frotarían las manos los psiquiatras y la Industria Farmacéutica, que se abraza al DSM y a la CIE como un bebé a su peluche.
Conozco a las personas de Radio Nikosia, he hablado con ellas, he participado en su emisión local de Barcelona un par de veces, tenemos un trato "horizontal", tal y como dijo Dolors, Harry Stack Sullivan, quien tenía mucho prestigio para los pacientes psicóticos por su humanismo, pidió al hospital que le hicieran un favor. En una zona aparte, reunió a las personas "psicóticas" y fueron acompañadas por otros pacientes. No fueron medicadas. La mejoría fue verdaderamente sorprendente.
La Antipsiquiatría hizo experimentos similares, primero Cooper y luego Laing. Basaglia luchó en lo institucional y Thomas Szasz profesor emérito de la Universidad de Siracusa (Nueva York) ha escrito "El Mito de la Enfermedad Mental", "El segundo Pecado" y otros textos interesantes. En el segundo pecado está esa célebre cita con su desparpajo:
"El hablar a Dios es oración, si Dios te habla es esquizofrenia".
Es cierto que determinadas patologías, las psicóticas; donde entra la bipolaridad, la esquizofrenia, esquizoafectivo, episodio psicótico agudo, trastorno delirante, etc. Necesitan medicación, no obstante, he tratado a personas con alguno de estos problemas y ha remitido con el tratamiento. Por cierto, están muy agradecidos. Entiendo que es porque se les trata como personas no como a portadores de unos síntomas y signos psicopatológicos. La psicopatología es un bagaje del terapeuta pero no interesa en psicoterapia: el diagnóstico barre y mata la palabra. Además, encasilla a una persona imponiéndole una identidad de enferma, con la repercusión personal y socia que eso conlleva. Más triste es cuando se dice que es "grave" o "crónico". Esas palabras son un virus psiquiátrico, es una forma de poner una etiqueta a la persona, clasificarla como la taxonomía en botánica o en veterinaria. No me cuadra con la naturaleza humana. Eso sí, la persona necesita entender qué le pasa, no siempre, y qué puede hacer para estar mejor, eso sí es siempre básico. Para crear.
Se trata de fomentar los potenciales de salud: pintura, escritura, teatro, deporte, yoga, tai-chí, meditación, senderismo, natación... lo mejor es una combinación de ellas y hacerlo de forma disciplinada, no como un "deber" sino como un "querer". Esto vertebra el día, le aporta sentido y mejora la autoestima y, dependiendo de la disciplina, ayuda a conocerse a uno mismo, descargarse y elaborar.

http://www.webislam.com/videos/71661-no_existe_la_locura_sino_gente_que_suena_despierta.html
"La locura es salir de la realidad común" Princesa Inca.
La locura es cuando no es compartida...
A los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío...

Comentarios al Post Anterrior sobre la Princesa Inca, artículo de La Contra de La Vanguardia y comentarios de Rodrigo Córdoba Sanz. Dos comentarios con mucha enjundia, empatía y amor por lo que esta mujer, violentada por la institución, la sociedad y la vida, le ha impulsado a salir hacia arriba a través del Arte: "La locura del Arte". Rodrigo Córdoba Sanz.

Toni: Gracias por poner la entrevista, es un tema interesante y que ilustra como ejemplo parte de lo que decía Thomas Szasz, por ejemplo en "El mito de la enfermedad mental" y en "Ideología de la enfermedad mental" (cito los dos únicos libros suyos que he tenido ocasión de leer hasta ahora). Me recuerda al tema de esos libros, sobre todo por lo del etiquetamiento/encasillamiento de la persona que "funciona" de manera diferente, como también por la circunstancia de que la llegada a la consulta del psiquiatra se produzca a requerimientos de terceros y no porque la propia persona sienta que algo vaya mal.
Tengo que agradecer también especialmente a Cristina, la "Princesa Inca", ya que su manera de expresarse es muy inspiradora, va directa al tema y me recuerda la facilidad con que a veces la sociedad etiqueta a alguien como "loco" o "genio" o lo que sea, eligiendo una u otra etiqueta en función de prejuicios como el dinero o fama de esa persona, ya que como dice Cristina, si alguien tiene dinero se le "perdona" y se le llama más fácilmente "extravagante" o cosas así, y en cambio a otros se les mira mal por sentir diferente a lo socialmente esperable.
Me recuerda casos como el del médico Georg Groddeck, de quien estoy leyendo actualmente su libro (publicado en 1923, tiene sus años el libro pero es instructivo jeje) "El libro del ello", y algunas cosas que dice (o incluso las que decía Freud) serían etiquetadas como "locuras" (y como "loco" quien las dice) si son dichas en determinados contextos/ambientes, por ser tan diferente al pensamiento habitual de la sociedad de su tiempo (y del nuestro jejeje).
De esto algo podemos aprender. A no rechazar tan fácilmente, por ejemplo. O a no etiquetar como "loco" o tonto a quien piensa de manera demasiado diferente a lo que estamos acostumbrados a pensar. A fin de cuentas, ¿qué significa tener razón? Y si hay más personas de acuerdo con un pensamiento, ¿significa eso que al ser muchos tienen razón? Habría que sopesarlo, y también sopesar qué es más importante, tener razón o ser feliz jejeje.
Saludos.

Silvia Parque: Eso es lo que hace la poesía. Si uno poema no lo hace, es porque no todos son poesía. Si lo hacen otras "cosas", que no son poemas, es porque también en otras "cosas" hay poesía.




Princesa Inca vuelca en ‘La mujer precipicio’, su nuevo poemario, su torturada visión de la vida

PAULA ARENAS La autora presenta una obra en la que la base es su propia realidad; y la meta, hacer entender sensibilidades como la suya. Princesa Inca, el seudónimo de Cristina Martín, lo hace con maestría y crudeza. Ser una ‘mujer precipicio’ y elevarlo a poesía no es algo a lo que nuestra literatura esté acostumbrada. Hace tiempo que los ojos y los oídos están más pendientes de encontrar el entretenimiento que de dejar que alguien nos señale la llaga y nos abra las carnes. Princesa Inca, el seudónimo de Cristina Martín (Barcelona, 1979), lo hace con maestría y crudeza , sin concesiones: “Hay un frío, un viento, una locura concedida /escucho mi temblor de adolescencia mal construida”. Dolor envuelto en versos Sabedora de que la poesía es el único género que no admite trampa , nos regala en un disparo infinito, poético, una colección de versos donde la música y la agonía se dan la mano en una fusión tremenda, dolorosa, tan lejos de la perfección como cerca de la grandeza: “El día que quise morir te recordé a ti/y aquella multitud de palomas/dentro de la habitación/saliendo de mi vientre/recordé tantos cuartos de bombilla desnuda y/luz herida derrotados con nuestra saliva”. La mujer precipicio (Libros del Silencio) es su título y su etiqueta. Aunque ella, y así lo dice durante la charla con este diario, odie las etiquetas. Es normal, su vida ha estado llena: bipolar, esquizoafectiva… Nombres que le dan los médicos para acompañar la medicación que toma y que se lleva buena parte de su energía y sus ganas. “Hace diez años sí me daba pudor hablar de esto, y no quería contarlo. Pero he ido aprendiendo. Y no es que sienta orgullo, es solo que ahora me muestro como soy”. Y tanto… A veces duele demasiado… “Sí, es duro, pero hay que mostrar estas cosas. Estamos en una sociedad en la que no se puede mostrar el dolor o la tristeza .Y en realidad hay que hacer lo contrario: hay que profundizar en ello”. Poeta, psicóloga y jardinera “Como no me podía concentrar en cosas largas por la medicación, me fui a la poesía”, dice Princesa Inca, que empezó a estudiar Psicología para entender mejor lo que le pasaba. Unos estudios que tuvo que abandonar porque la concentración tampoco le daba para ello. Fue la jardinería su tabla de salvación: “Hice un taller y me puse a trabajar de jardinera… Me gustaba mucho. Lo que ahora me gustaría es que la gente pudiera entender mi mundo, mis pensamientos y mi manera de sentir”.
Fuente de la noticia:
Princesa Inca vuelca en ‘La mujer precipicio’, su nuevo poemario, su torturada visión de la vida

2 comentarios:

Toni dijo...

Gracias de nuevo. Ha quedado muy completo el tema, con las entrevistas y las referencias complementarias.

Saludos.

Silvia Parque dijo...

Trabajo sobre la violencia, así que me quedo pensando en: "violentada por la institución, la sociedad y la vida".