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Paz y Ciencia

lunes, 1 de marzo de 2021

Disease Mongering

 



Que la salud da dinero lo sabemos todos, incluso que haya empresas que se dediquen a curarnos la salud y nos podamos beneficiar todos nos parece más que razonable, el problema es cuando ese negocio vaya más allá del objetivo de generar salud.

De un tiempo a esta parte nos hemos acostumbrado a poder comprar todo lo que necesitamos o queremos. Si precisamos transporte podemos elegir ir en bus o comprarnos un coche; si queremos entretenimiento podemos elegir TV, libros, revistas, etc.; podemos tener control externo de los acontecimientos que nos ocurre o nos puede ocurrir (seguro de vida, jubilación, etc.); y de la misma manera en el ámbito de la salud podemos llegar a invertir mucho dinero si percibimos que no hemos alcanzado el nivel óptimo que esperamos o nos hacen creer que deberíamos tener.

El propósito de este artículo es ver cómo nos intentan vender enfermedades (o se exageran la gravedad) donde no las hay , creando alarmismo (gente sobre-preocupada) para que haya un comportamiento de compra que consiga hacernos sentir seguros. Alguno ejemplos en nuestro día a día son los anuncios de Actimel, la psicosis que nos transmitieron con la necesidad de conseguir una vacuna para la Gripe A o la amenaza europea del Ébola. Al crear miedo y preocupación aumenta el consumo. Esto puede llegar en algunas ocasiones a inventarse enfermedades donde no las hay.

Contextualización: La salud como negocio, más allá de lo ético.

Los laboratorios farmacéuticos (empresas) viven de los beneficios obtenidos al fabricar, distribuir y vender los medicamentos con los cuales mejoramos en salud. Nosotros, los pacientes, acudimos al médico para poder conocer y controlar nuestro malestar y en muchas ocasiones esperamos que su respuesta sea recetarnos medicación. En rol del paciente suele ser pasivo ya que partimos de la base que somos ignorantes en cuanto a conocimientos médicos (tenemos sensación de vulnerabilidad), las farmacéuticas conocen los motivos por los cuales acudimos en su búsqueda y tratan de aumentar la sensación de amenaza. Para obtener más beneficios tienen que vender más productos (medicinas) y eso se logra transmitiendo que la medicación traerá un estado de mejora de salud.

El producto que venden los laboratorios farmacéuticos tiene la limitación de que sólo lo consumen las personas afectadas por esa dolencia. Para aumentar las ventas se puede medicar a otras personas con posibilidades de sufrir esa enfermedad o agravando algunas dolencias, la consecuencia es una sobrediagnosticación y reducción de personas sanas.

El tratamiento de riesgos como si fueran enfermedades, sumado a nuevas técnicas de comunicación y marketing da como resultado la invención de enfermedades y enfermos. Las consecuencias son convertir a personas sanas en pacientes, desperdiciando recursos valiosos y causando efectos secundarios innecesarios.

EL ROL SOCIAL DEL MEDICO

Ivan Illich (1976) Construcción social del concepto de enfermedad:

En cada sociedad la medicina, como la ley y la religión, define lo que es normal, propio y deseable […] autoridad de los profesionales sanitarios para establecer los límites de lo normal y catalogar como enfermedades conductas poco convencionales dentro de una sociedad, calificándolas de desviaciones y tratándolas mediante la prescripción de fármacos.

Illich hace referencia al poder que tienen los médicos a la hora de decidir qué es una enfermedad y qué no lo es. Ellos son los jueces y en sus manos nos ponemos porque confiamos en su conocimientos.

Lynn Payer (1992) el papel de las farmacéuticas:

Estrategias de la industria farmacéutica para fomentar el consumo de fármacos al ampliar la definición de enfermedades, enfermos y riesgos más allá de lo que la evidencia científica puede justificar.

Payer sugiere que si los médicos son los jueces (los que deciden o toman decisiones), las empresas farmacéuticas son las que hacen las leyes (los que ponen las normas).

Marketing farmacéutico: Estrategias de información

Una de las partidas de mayor gasto de las compañías propietarias de los fármacos se va en marketing. Y lo hacen normalmente de dos maneras:

1. Simplificando mensajes: Anuncios y artículos promocionados.

Simplificar mensajes para gente no experta. Seleccionan un público objetivo y simplifican un problema poniendo soluciones inmediatas. Pero esos “problemas” no siempre son tan graves como hacen creen. Compran espacios en revistas/periódicos para poner su información y su producto como solución (unas veces más discretas que otras). Un ejemplo son los artículos de una página entera en la revista Pronto o los anuncios en portada de los diarios deportivos.

2. Suponen una importante fuente de ingresos para los medios de comunicación en revistas científicas.

Condiciona la información al ser aceptadas como jueces y patrocinadores de una publicación que sirve como filtro de conocimiento médico.

Sobrediagnosticación: Cómo generar una enfermedad.

  1. Redefinir y aumentar la prevalencia de las enfermedades, mostrando síntomas y problemas poco frecuentes como epidemias. Estudios mal hechos, con poca población, etc. Siempre obtienen los resultados que ellos quieren.
  2. Promocionar el tratamiento de problemas leves o mediana gravedad como indicios de enfermedades más graves. Ej: Prescripción de antidepresivos en mujeres que padecen síndromes depresivos.
  3. Transformar los riesgos en enfermedades. Ej: Tratamiento de la osteoporosis considerada como una enfermedad. Tristeza básica = patología depresiva = antidepresivo.
  4. Aumentar la preocupación sobre futuras enfermedades en poblaciones sanas. Ej: Ébola, Gripe A, prediabetes.
  5. Introducir nuevos diagnósticos haciendo ver trastornos de salud con necesidad de tratamiento en los que son problemas personales y sociales. Ej: Timidez = Fobia social. Insomnio = pastillas para dormir. Trastorno postvacacional. Querer diagnosticar todo lo que nos pasa.

Llegando a colectivos vulnerables: Campañas de concienciación.

PROBLEMA.

La ley prohíbe la publicidad en los medios de comunicación masivos sobre productos farmacológicos que requieren prescripción facultativa.

SOLUCIÓNES.

Campañas de concienciación sobre enfermedades patrocinadas por empresas farmacéuticas. Estimulan una mayor demanda de productos por los propios consumidores o páginas de las asociaciones de profesionales sanitarios que en ocasiones muestran logos de la industria farmacéutica y enlaces a páginas de algún laboratorio.

Sensibilización Concienciación Naturalización de ciertos problemas.

Informar directamente a los pacientes sobre los medicamentos sujetos a receta médica.

El argumento que utilizan es que como internet es de dudosa fiabilidad mejor que los emisores de los beneficios de la medicación sean ellos. Lo cual no asegura que el mensaje sea objetivo, imparcial y fiable.

Fármacos como estilo de vida. Cultura hacia ciertos medicamentos (Medicamentos que solucionan problemas sociales = Prozac)

En su día mi profesor de Psicofarmacología nos contó que incluso los Rolling Stones le dedicaron una canción a “aquella pastillita de la felicidad”. No sé si se refería al Valium (Diazepam) o al Prozac, pero hacía referencia a un medicamento para amas de casa del tipo Betty Draper de Mad Men: madres en los años sesenta, muy perfeccionistas y que al tener que encargarse ella solas de la casa y de la familia sufrían mucho estrés.

Finalidad última de las empresas.

El objetivo de las inserciones publicitarias no es el de informar, sino incrementar las ventas de sus nuevos productos.

En sus comerciales aportan de datos parciales sobre los beneficios de los fármacos, habiendo hecho mal los estudios con poca población y en muchas ocasiones con una sobrerrepresentación de las mujeres. En los hombres se pone énfasis en las enfermedades cardiovasculares, disfunción sexual y la calvicie (proceso biológico normal vendido como enfermedad).

Como revertir la situación: El papel de los responsables.

Responsables de la salud.

  • Se enfrentan al reto emergente de defender la salud de los ciudadanos mediante tareas de limitación de los efectos adversos de las estrategias agresivas de promoción de fármacos. Son los médicos los que tienen que hacer pedagogía y ser crítico al pensar que puede haber información farmacéutica desmesurada en algunas ocasiones.
  • Deben limitar la dependencia económica sector sanitario (Mayor transparencia a la hora de tomar decisiones). El problema es que si hablas mal de un fármaco que te está patrocinando te acaba quitando la financiación (revistas).
  • Los profesionales y responsables de la salud pública se enfrentan al reto emergente de defender la salud de los ciudadanos mediante tareas de limitación de los efectos adversos de las estrategias agresivas de promoción de fármacos. Evaluar riesgos de tomar y no tomar medicación (ej.: estatinas)

Medios de comunicación.

  • Definición correcta de la enfermedad, criterios diagnósticos apropiados y prevalencia real en la población general, en base a estudios científicos publicados.
  • Conocimiento de los problemas y consecuencias del sobrediagnóstico. No se deberían utilizar anécdotas extremas, que no reflejan la enfermedad real, ni curas milagrosas, a pesar de que esto pueda “vender” menos.
  • Cuantificación de los efectos secundarios de los fármacos.
  • Actitud crítica con la patrociniación de la industria farmacéutica, que debe figurar siempre en la declaración de intereses.
  • Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (auto-control de la publicidad) la encargada de gestionar y velar por una publicidad responsable.
  • Las asociaciones de profesionales sanitarios, así como los equipos editoriales de las revistas, tienen un importante papel que desempeñar para el autocontrol de la publicidad que se inserta en sus páginas web y en sus publicaciones. Ambos deberían trabajar por su autonomía, incluida la económica, respecto de la industria farmacéutica, ya que de no ser así puede cuestionarse su credibilidad.

Industria farmacéutica.

Nuevo código que establece cómo debe ser la relación con asociaciones de pacientes (código ético).

Políticos y Administración.

Regulación de anuncios de fármacos directos al público y de la relación de los profesionales sanitarios con las compañías farmacéuticas.

Pacientes y asociaciones.

Conocimiento y reflexión crítica.


Rodrigo Córdoba. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza. rcordobasanz@gmail.com

Página Web: www.rcordobasanz.es

IG: @psicoletrazaragoza

Twitter: @psicoletra





Artículo Externo.


Referencias

Casino, G. (2002). El auge de la enfermedad imaginaria. El País.

Casino, G. (2009). Usted no está sano, está preenfermo. El País.

Morell, M. E., González, C. M., & Quintana, J. L. (2009). Colaboraciones especiales Disease mongering, el lucrativo negocio de la promoción de enfermedades. Gaceta Sanitaria / S.E.S.P.A.S, 25(3), 491–512.

Moynihan, R., Heath, I., & Henry, D. (2002). Selling sickness : the pharmaceutical industry and disease mongering. BMJ324(April).

Ruiz-Cantero, M. T., & Cambronero-Saiz, B. (2011). La metamorfosis de la salud: invención de enfermedades y estrategias de comunicación. Gaceta Sanitaria / S.E.S.P.A.S25(3), 179–81.

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