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Paz y Ciencia

miércoles, 17 de marzo de 2021

Rollo May: Existencia y Libertad

 


Rollo May es una de esas figuras de la psicología que representan un matiz interesante de diversas corrientes. Aunque a veces se le asocia con la psicología humanista, e incluso con el psicoanálisis, en realidad lo suyo fue haber planteado la psicología existencialista. Se trata de un enfoque bastante llamativo en el que se combinan filosofía y psicología.

Rollo May nació en Ohio (Estados Unidos) en 1909 y murió en San Francisco en 1994. Su familia era de clase media y vivía en un entorno que se autodefinía como antiintelectualista. Se oponían al estudio y a la ciencia. Sus padres se separaron cuando él cursaba los estudios de secundaria. Su hermana tuvo un colapso mental y May tuvo que interrumpir sus estudios y volver a su casa para cuidar de su madre, su hermana y un hermano menor.

Es un hábito irónico de los humanos, correr más rápido cuando han perdido el camino”.

-Rollo May-

Todo esto dejó una honda huella en la psiquis de Rollo May, quien varias veces cayó en profundas depresiones a lo largo de su vida. Cuando terminó sus estudios viajó a Grecia. Allí se dejó imbuir por el espíritu filosófico y desde entonces la filosofía formó parte de sus grandes inquietudes.

La formación académica de Rollo May

Al volver de Grecia, y sumergido en una de sus fases depresivas, ingresó al Seminario Teológico Unión en Nueva York. Su propósito no era realmente el de ser sacerdote. Simplemente vio que ese era un lugar propicio para reflexionar acerca de temas que lo inquietaban. Particularmente el suicidio, la desesperación y la ansiedad. En aquel entonces la psicología no prestaba mucha atención a esos temas.


Durante su convalecencia tuvo la oportunidad de realizar algunas lecturas que lo marcaron para siempre. En particular, toda la obra de Freud y, muy especialmente, los libros de Soren Kierkegaard, el padre del existencialismo. Aunque apreciaba los aportes del psicoanálisis, llegó a la conclusión de que el existencialismo expresaba mejor lo que experimentaban los seres humanos en crisis.

Una nueva dirección

De esa larga convalecencia debida a la tuberculosis, emergió un nuevo Rollo May. Cuando estuvo curado salió del sanatorio y regresó a Nueva York para terminar sus estudios de teología, en 1938. Luego decidió estudiar psicoanálisis y más adelante se doctoró en psicología en la Universidad de Columbia.

Rollo May también se interesó en los psicólogos humanistas. A partir de sus lecturas y reflexiones logró estructurar lo que sería la psicología existencialista, que descansaba básicamente sobre cuatro pilares:

  • El hombre está habitado por fuerzas antagónicas y esto lo lleva a la angustia, que también es un motor de su vida.
  • El sentido que cada persona le da a su vida se materializa en la decisión y el compromiso.
  • El ser humano no tiene que ser de un modo u otro. Cada quien es, deviene y se hace a sí mismo.
  • Una psicoterapia ayuda a mirar más allá de lo evidente, a interpretar los signos que aparecen en la vida de un individuo.
  • La teoría de Rollo May

    Como psicólogo existencialista, Rollo May tuvo como tema central de sus análisis el sentido de la existencia y la libertad. Plantea que el ser humano se enfrenta constantemente al dilema de ser objeto y sujeto a la vez. Objeto, porque sobre él recaen las acciones de otros. Y sujeto, porque también es un agente activo frente a su realidad.

    Considera que el conflicto es la esencia misma de la vida. El solo hecho de existir ya plantea una serie de conflictos, que nunca se resuelven del todo. Estos no son algo externo, sino que están dentro de nosotros. Tampoco son negativos, sino una condición de la existencia misma.

    La psicoterapia existencial propuesta por Rollo May es un proceso en el cual se indaga sobre la existencia de ese individuo que solicita ayuda. Lo que se busca son las principales preocupaciones que lo aquejan, las cuales se analizan mediante el diálogo. El objetivo es identificar los prejuicios y detectar las formas de proceder que generan efectos negativos. Dicha psicoterapia, no necesariamente conduce al bienestar, sino a una forma más racional de enfrentar la vida.

    Libertad y creatividad como centro de la psicoterapia

    En conclusión, según Rollo May (1988) la libertad es la capacidad del hombre de tomar parte en su propio desarrollo. Es nuestra capacidad de moldearnos a nosotros mismos. Por tanto, desde nuestra propia libertad construímos nuestro destino. En este sentido, la psicoterapia se basa en dos ejes fundamentales:

    • La libertad del individuo para expresarse y ser lo que quiera ser. En la cual, el psicólogo solo guía y aconseja desde el más absoluto respeto
    • Y la creatividad. Es decir, la puesta en marcha de soluciones creativas y originales para conseguir los objetivos vitales y de cambio en el comportamiento.
    • Por lo tanto, el cliente es el centro de la terapia; aquel sobre el que el psicólogo orbita, aconsejando y fomentando la creatividad del individuo para encontrar sus propias soluciones y respuestas a los problemas de la vida.


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