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Paz y Ciencia

jueves, 3 de noviembre de 2016

¿Qué conductas comprende el acoso?



VICENTE GARRIDO: AMORES QUE MATAN

Las formas de acosar son muy variadas, y muchas de ellas pueden combinarse. Quizás las más habituales sean llamar por teléfono, pidiendo una cita, amenazando o buscar escandalizar a la mujer con palabras obscenas, y buscar el acercamiento físico siguiendo a la víctima por la calle, esperándola a la salida de algún sitio, etcétera... También se da el acoso a través de mensajes de móvil para manipular y acosar. Sabemos que el acoso existe en el ciberespacio, por ejemplo en Facebook o Instagram, el propósito último es controlar y castigar

En resumen, la idea de que "todos estamos conectados" puede tener un papel siniestro en el propósito del sujeto de perseguirnos, dañarnos, hacernos culpables de una ruptura e inducir confusión.
Pero hay algo más, las fantasías de dominación de los acosadores pueden verse impulsadas por el hecho de que el agresor no ve ni siente a la víctima y por el anonimato del que disfruta, un anonimato que lo ayuda para provocar el sufrimiento en los otros.
Si no hay pruebas objetivas suficientes como agresión o robo, la justicia no tiene problemas: los delitos que ha cometido son graves.

Ahora bien, ¿qué pasa si el sujeto sólo te "persigue", te hace saber que "está ahí", pero ni siquiera parece claro que te amenace?
Un tipo de acoso es el que se produce después de una ruptura, el ex compañero le persigue o el que se da dentro de la misma pareja. También existe el acosador desconocido, aunque a mi parecer, en todos los casos son desconocidos. 

Cuando el acosador es un ex novio de la víctima, existe la obsesión por dos frentes:
- Querer que alguien nos quiera, alguien nos gusta y hacemos lo posible para que se dé cuenta de que no podría ser más feliz que a nuestro lado.
- La segunda es la venganza, el deseo de satisfacer un ego que ha sido herido. El hecho de no corresponder produce una herida narcisista. Con el acoso y la violencia queremos demostrar a la persona que nos ha dicho "no" que, en realidad, ella es un ser "perverso", alguien que por habernos despreciado: la vergüenza y el odio que sentimos por haber sido abandonados lo proyectamos en la persona que nos abandona, y lo consideramos en nuestra mente como merecedora de castigo.
Ésta situación puede llevar a extremo riesgo. 

Estos individuos no tienen conciencia, son implacables, sin vínculos reales con los demás, toxicómanos, traficantes de drogas, amantes del alcohol y otras sustancias, promiscuidad sexual, engaño y manipulación.
Esto último los hace ser especialmente dañinos: "como suelen tener una inteligencia al menos media", la emplean para presentar una cara amable y seductora con la que engañar y manípular a sus víctimas. 

Lo lamentable de todo esto es que se dan casos en los que la persona hace todo lo que debe y está a su alcance y a pesar de eso nada es eficaz para salvarle la vida.

Vicente Garrido: "Amores que matan".
Rodrigo Córdoba Sanz. Experto en Trastornos de Personalidad

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