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Paz y Ciencia

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sobre el tabaco.

Silvia, una comentarista hacendosa reflexionaba sobre varios puntos. Me gustaría comentar dos en sendos post.
Uno, habla de que el humo del tabaco puede llegar a ser misericordia, que un profesor suyo de clínica le había explicado algo al respecto.
Con respecto a eso hay que decir que para según que personas el dejar de fumar provoca un gran desbarajuste, ya no el sobreentendido bioquímico sino también psicológico. El tabaco es una adicción y muchas de esas personas que fuman, desde el costado psico(pato)lógico son frágiles hasta el punto de poder desestabilizarse con el tabaco, desde insomnio, ansiedad, depresión, inestabilidad, falta de control de impulsos, sensación de vacío, comer compulsivo. Probablemente este tipo de cosas, si ha dejado de fumar le hayan podido pasar, o al menos alguna de ellas, cosa común es el engordar unos kilos o estar de "mal humor".
Cuando la persona tiene un problema psíquico el dejar el hábito es más complicado, como dice Silvia, el humo se convierte en un acto de misericordia. Es una prueba más de lo irracional de la conducta humana, algunos médicos centrados en la razón y obviando los factores desiderativos y subjetivos de la persona tienden a trabajar esta adicción con medios casi coercitivos. El dejar de fumar debe ser una decisión personal motivada y una vez la decisión está tomada lo mejor es pedir ayuda si la persona tiene algún tipo de problema para dejarlo y si no tampoco está de más el recurrir a terapia sustitutiva como los caramelos, chicles o parches, incluso en algunos casos una combinación de ambos. Existen otras fórmulas pero no se ha demostrado que sean más eficaces que lo mencionado anteriormente.

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