Las defensas del "Punto Ciego"

El dominio de los mecanismos de defensa en tanto que maniobra protectora contra el sufrimiento constituye una faceta universal del proceso de crecimiento. Todo niño aprende una amplia variedad de estrategias de este tipo, pero los niños sanos son más flexibles con respecto a la que deben utilizar en cada momento. Y, entre ellas, la negación -como todos los demás mecanismos- también ocupa su lugar:

Estos mecanismos especialmente inconscientes -explica Theodore Millon- permiten aliviar el malestar que experimenta el niño cuando es incapaz de solucionar directamente un problema. Cualquiera de los mecanismos clásicos de defensa -la represión, la sublimación, la racionalización, etc.- cumple con la función de mitigar la angustia y también resulta útil para mantener el equilibrio de la persona hasta que pueda dar con una solución más adecuada. La adaptación sana, por tanto, puede caracterizarse tanto por la huida como por el autoengaño [...] Estos mecanismos inconscientes sólo se convierten en un obstáculo cuando la persona insiste en distorsionar y negar el mundo objetivo [...].

Los problemas suelen presentarse cuando el niño debe afrontar una amenaza brutal, continua y reiterada, como una madre hostil, un padre violento, el abandono, etc. En tal caso, el niño aprende a esperar el problema y no se atreve, en consecuencia, a bajar la guardia, confiando cada vez más en alguna de sus defensas favoritas, la forma más habitual de protegerse de un mundo hostil. De este modo, lo que comenzó siendo una maniobra apropiada y eficaz termina convirtiéndose en una fijación en su economía mental que llega a afectar a todo un rango de experiencias. De esta forma, una estrategia puntual acaba transformándose en una defensa neurótica.
Existe la creencia popular de que las defensas y las neurosis son la consecuencia de un único y poderoso trauma. Pero lo cierto es que los datos proporcionados por la práctica clínica parecen señalar que los estilso defensivos se aprenden poco a poco y son el fruto de numerosos y prolongados incidentes que tienen lugar a lo largo del tiempo.
Las pautas cognitivas aprendidas en la temprana infancia llegan a autoperpetuarse, ya que una vez se aprende una cierta expectativa de amenaza, la persona está predispuesta a buscarla y encontrarla, y, en consecuencia, a tratar de evitarla.
Según Millon, cuando fracasan las estrategias habituales para hacer frente a las situaciones problemáticas, el niño recurrirá cada vez con más frecuencia a maniobras de distorsión y negación. La regla fundamental de las estrategias de coping consiste, recordémoslo, en que cuando no se puede hacer nada para cambiar la situación, se debe transformar la forma en que se percibe, una distorsión defensiva de la atención que constituye el objetivo de las lagunas. Y si esto sirve al niño como táctica provisional resulta perfecto porque le permite recuperar el equilibrio, pero en caso de que la amenaza sea demasiado persistente, tenaz e intensa, el niño no podrá llegar a bajar la guardia.
En tales casos, cuando la exposición a la amenaza y la frustración es demasiado persistente, el niño afronta la vida con la expectativa de que el peligro le acecha y la coraza que provisionalmente adoptara termina convirtiéndose en una parte integral de su actitud ante la vida. Y aun cuando no exista ninguna causa objetiva de inquietud, mantendrá sus defensas para protegerse del peligro que pueda sobrevenir. "Creada originalmente para protegerle de las recurrencias de un pasado doloroso", dice Millon, su actitud defensiva "le distrae y le confunde". Así pues, en el mismo momento en que el niño comienza a enfrentarse con peligros inexistentes -aunque anticipados-, su mundo cognitivo se torna rígido, su actitud defensiva se intensifica y el autoengaño termina completándose.

Daniel Goleman: "El Punto Ciego". Ed. Plaza Janés. 1997. Barcelona.

Daniel Goleman
País: Estados Unidos
Nacimiento: Stockton, 7 de marzo de 1947
Graduado en el Amherst Collage, se licenció y doctoró en Desarrollo Clínico de la Psicología y la Personalidad en la Universidad de Harvard. Fue fundador de los Servicios de Inteligencia Emocional y del Programa de Colaboración para el aprendizaje Social y emocional de la Universidad de Yale. Durante doce años, ha publicado en The New York Times sobre temas psicológicos y del cerebro, lo que le ha valido numerosos premios.

Su bibliografía gira en torno a la inteligencia emocional, defendiendo la teoría de que las emociones humanas, tiene más importancia que el coeficiente intelectual. Ha vendido millones de libros y ha sido traducido a numerosísimos idiomas.
Todos los libros y obras de Daniel Goleman
El espíritu creativo 2009 Inteligencia ecológica 2009 Inteligencia emocional infantil y juvenil 2009 El punto ciego 2008 Transparencia: Cómo los líderes forjan una cultura de la sinceridad 2008 Inteligencia social. La nueva ciencia de las relaciones humanas 2006 Inteligencia emocional en el trabajo 2005 El líder resonante crea más 2003 Emociones destructivas. Cómo entenderlas y superarlas 2003 La práctica de la inteligencia emocional 1999 La meditación y los estados superiores de consciencia 1997 La salud emocional: conversaciones con el Dalai Lama. 1997 Inteligencia Emocional 1995 Los caminos de la meditación 1986