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Paz y Ciencia

sábado, 13 de diciembre de 2014

Los Simpsons y Eneatipos.


En filmoterapia abordamos muchas maneras de trabajar en uno mismo, desde la fortalezas psicológicas hasta los beneficios de las emociones, tenemos en cuenta todos aquellos recursos que nos ayuden a trabajar en nosotros mismos por eso esta semana comenzamos un especial sobre una muy atractiva herramienta para conocerse y trabajar en uno mismo.  Hablamos del eneagrama, un mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta y con un enorme potencial como herramienta de desarrollo personal.
El eneagrama se compone de 9 arquetipos o estilos básicos de personalidad (los eneatipos), muy diferentes entre si y en donde ninguno es mejor ni peor que otro; cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, sus fuerzas y debilidades únicas. Al identificarnos con alguno de estos 9 eneatipos podemos ampliar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y lo más importante, aprender cual es el mejor camino para sentirnos mejor (y ser más felices) en nuestra vida. Además nos puede ayudar a comprender más a los demás al entender finalmente sus motivaciones (muchas veces diferentes a las nuestras), un aspecto fundamental para las relaciones de todo tipo.
Es muy importante dejar claro que el eneagrama no es tanto una herramienta de diagnostico de personalidad si no una especia de “mapa” que nos da las pistas para trabajar en uno mismo, un recurso que nos puede ayudar mucho si lo utilizamos con flexibilidad, apertura de mente y perspectiva. Una de las claves del éxito del eneagrama es que es uno de los recursos psicológicos más personalizados que existen, por eso cada vez se utiliza más en contextos tan diferentes como  el empresarial, el espiritual, la psicoterapia o el coaching.
En filmoterapia queremos incorporar este recurso y dedicarle varios especiales por que  forma un tándem insuperable junto al cine. Un personaje bien trabajado en una película (o serie) posee una personalidad tan bien definida que fácilmente asociamos con alguno de los tipos del eneagrama (destacar que muchos directores, guionistas y actores utilizan el eneagrama como guía insuperable para la creación de personajes). Al asistir a la evolución del personaje a lo largo de la película somos testigos directos del camino para el crecimiento (o autodestrucción) de este personaje. Si aprendemos a trabajar desde el eneagrama y nos identificamos con su eneatipo podemos aprender mucho de su desarrollo, sin duda cine y eneagrama son dos ingredientes fundamentales para la filmoterapia.
LOS SIMPSONS Y LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD

Esta semana presentamos los 9 tipos de personalidad del eneagrama de una manera muy original y muy filmoterapeutica, a través de una de las mejores series de la historia: Los Simpsons. Esta serie nos presenta un conjunto de personajes muy bien caracterizados  y muy conocidos para todo aquel que haya visto algo la televisión en los últimos 25 años, unas condiciones perfectas para nuestro objetivo, presentar el eneagrama a través de 9 personajes de Los Simpsons. Es cierto que tras más de 500 capítulos los personajes muchas veces muestran varias caras de su personalidad y que al fin y al cabo siguen siendo personajes de dibujos animados pero aun así la genialidad de Matt Groening al caracterizarlos nos servirá para introducir al eneagrama.
Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso , el encargado de la tienda de comics  y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el eneagrama.
Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo pero aprendiendo siempre de todos los demás.
Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9 tipos de personalidad del eneagrama.
1. El ético. El tipo idealista de sólidos principios,  personas que se basan mucho en sus valores personales como motor de vida y con un  fuerte sentido del bien y del mal .En su versión menos sana pueden caer en una rigidez de estos valores y adoptar una visión extremista (perfeccionismos, dogmatismos, moralismo, etc) de la vida. Si consiguen flexibilizar estos valores y su visión del mundo (y de ellos mismos) aprenden  a ser más naturales, felices, éticos y sabios.
2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar, apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en si mismos se vuelve más altruistas, comprensivos y equilibrados.
3. El triunfador. Personas orientadas al éxito, adaptables y constantemente motivadas para conseguir sus metas. El problema que pueden tener es que se queden en ese halo de éxito y se preocupen demasiado de su imagen sin tener en cuenta otros aspectos de su vida ni profundizar en si mismos. Paradójicamente cuando están dispuestos a perder y a mostrar su cara más vulnerable aprenden a triunfar de verdad en sus vidas, son más auténticos, se aceptan e inspiran a otras personas.4. El artista. Personas orientadas a si mismas, que buscan sentirse especiales y diferentes de los demás. Son muy introspectivas, sensibles y emocionales. El problemas es que muchas veces pueden ahogarse en si mismas, volviéndose inseguras, susceptibles, aislándose de los demás y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser “normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar en el mundo con “normalidad”  son capaces de inspirarse, de ganar identidad y ser más creativos, capaces de renovarse y transformar sus expe­riencias.
5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de sus vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la vida se equilibra y mejora.
6. El leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Necesitan redes de seguridad para sentirse seguros, ser leales a personas, relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les puede volver muy indecisos, evasivos, inseguros y contradictorios. Paradójicamente en cuanto aprenden a ser más independientes y autónomos crean redes más fuertes, gana en seguridad y se vuelven personas mucho más estables.
7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista. Son personas muy orientadas al disfrute, el problema es que muchas veces cuando se sienten estresados o tienen un problema se evaden demasiado, se vuelven impulsivos y no saben parar. Si aprenden a  parar y profundizar con serenidad en su interior se vuelven personas muy equilibradas, dignas,  capacitadas y sobre todo son capaces de conseguir una felicidad mucho más plena.
8. El rebelde. Personas protectoras y muy asertivas. De todo el eneagrama es el que más disfruta del liderazgo, este estilo excesivo e intimidante puede llevarle a problemas de aislamiento con los demás al no poder conectar, además pueden caer en la agresividad y el autoritarismo cuando las cosas no son como ellos quieren. Si aprenden a ser más vulnerables y a dejar a los demás que sean independientes se vuelven más magnánimos y mejores líderes.
9. El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a la paz mental  son personas comprensivas, diplomáticas y pacificadoras. El problema es que muchas veces existen situaciones estresantes que no son capaces de afrontar de manera efectiva, desconectando, evadiéndose  o cediendo con tal de conservar su tranquilidad. En cuanto aprenden a ponerse retos, a ser conscientes de los estresores de su vida y de la importancia del conflicto como parte del crecimiento se vuelven más profundos y mejores mediadores.

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