PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 28 de agosto de 2012

Terapia Gestalt para la(s) Crisi(s)

 
 
 
La Felicidad para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y en despertarme sin angustia. Françoise Sagan
 
 
La Inteligencia Femenina es como la espada de un Samurai... mientras que la del hombre parece una máquina de moler carne. Alejandro Jodorowsky
 
Eso te enseñaron tus padres, eso te aconsejó tu jefe, eso te asegura tu esposa, eso te dicen tus amigos...
PERO, ¿Y TÚ QUÉ QUIERES?
 
Los períodos de crisis suelen ser momentos difíciles y de mucha confusión, pero por encima de todo, son transitorios.

La sociedad está inmersa en una crisis económica por todos conocida. Lo que no parece tan evidente es que los problemas económicos son la resultante de una crisis de valores personales e individuales. El ser humano ha llegado a un individualismo tan atroz que ha olvidado que solamente existimos en relación, cuando somos “mirados y vistos” por un otro. La solución al problema sólo puede provenir si repensamos el mundo y la humanidad desde otro ángulo, y aplicamos otras claves de lectura para conocernos a nosotros mismos y explicarnos las relaciones interpersonales y el mundo en general.
 
La Terapia Gestalt y su modo de entender la vida y las relaciones aporta claves fundamentales y creativas para fomentar nuestro potencial personal y para facilitarnos una vida más plena, satisfactoria y positiva.
Sentirnos vistos/as, escuchados/as, aceptados/as, valorados/as por nuestro entorno así como sentirnos adecuados/as para nosotros/as mismos/as es el punto de partida de nuestra vida emocional.
 
Los niños. Tanto la ausencia de límites, como los límites excesivamente rígidos, tienen consecuencias negativas para el niño, generando problemas tales como: baja autoestima, desobediencia persistente, agresividad, tendencia a transgredir las normas, desconocimiento de la autoridad y dificultad para controlar sus impulsos, entre otros.

Fijar límites claros y hacerlos cumplir con amor y firmeza es una habilidad que se puede desarrollar.

 
La(s) crisis. Para muchas personas en nuestra cultura la crisis tiene una connotación negativa, se le asocia con caos, fracaso y calamidad; mientras que para otros, es sinónimo de oportunidad, cambio y crecimiento. Lo cierto es que a lo largo de nuestras vidas todos pasamos por ciertas crisis; algunas provocadas por los cambios propios del ciclo de la vida como la crisis de la adolescencia; y otras que surgen como consecuencia de cambios externos que tienen un impacto importante en nuestras vidas, como la ruptura de una relación o la muerte de un ser querido.

¿Qué son las crisis y cómo ocurren?

Parece ser que el cambio es lo único constante en la vida, y sin embargo no nos acostumbramos del todo a ellos, por el contrario, nos apegamos a lo conocido y a lo establecido, y esto no está mal, ya que eso es lo que nos da un sentido de estabilidad y la base para organizar nuestra existencia.
Pero cuando llega un cambio importante a nuestras vidas, desafiando nuestras estructuras y equilibrio personal, surge la crisis y nos invade la confusión, la ansiedad y el miedo, es como si nos sacudieran el suelo donde nos paramos.
Las crisis están asociadas al cambio, aunque no todo cambio genera una crisis. La crisis como tal sobreviene cuando la situación a la que nos enfrentamos sobrepasa nuestra capacidad para adaptarnos y responder utilizando nuestros recursos habituales. En otras palabras, surge algo imprevisto que se escapa de mi control y rebasa mi capacidad de respuesta al menos momentáneamente.


Toda la luz…
Ese pájaro azul que quieres que te cante está
en tu propia jaula...


Esa vela, ese amarre, esos remos, ese timón
y esa brújula, que tanto buscas, están en tu propio barco...
Esas antenas con que quieres sintonizar el
mundo y oírlo palpitar, están en tu propio nido...

Ese jardín florecido que tanto deseas para
respirar está en tu propio huerto...
Ese viaje lejano que tanto aspiras para
descansar, está en tu propio pensamiento...

Esa perla blanca y nacarada que tanto te gustaría
tener, está en tus propios ideales...

Ese recuerdo que añoras y te hace vivir, está
en tu propio cofre...

Esa ilusión gigante, ese lucero que te parece
inalcanzable, está en tu propio cielo...

Y ese Dios que abarca la vida del mundo, y
tanto deseas encontrar, está en tu propio
sagrario.

¡Nada más allá de tí! ¡Toda la luz la llevas dentro!


Zenaida Bacardí de Argamasilla.

Una persona Anónima ha escrito esto para compartirlo con nosotros, es un comentario al post anterior. Me ha parecido muy interesante y valioso:

ENSEÑANZAS ONÍRICAS

En tu mundo la gente se diferencia en “rara” y “normal”.
En el mío la gente “es”, cada cual tiene su color.
En tu mundo las cosas son fijas y nunca se ponen en duda.
En el mío todo está en continuo movimiento y cambia a cada paso.
En tu mundo la seguridad consiste en tenerlo todo controlado.
En mi mundo la seguridad consiste en la certeza de que no controlamos nada, no hay
seguro pero sí confianza.
En tu mundo existe lo que está “bien” y lo que está “mal”
En mi mundo… ¿quién lo juzga?
En tu mundo todo está etiquetado.
En el mío todos tienen todas las etiquetas. Entonces, ¿qué sentido tiene etiquetar?
En tu mundo hay competencia por posesiones y posiciones.
En el mío se tiene lo que no se posee y simplemente se es.
… Así podríamos seguir pero, ¿qué sentido tiene?
¿Cuál es tu mundo? ¿Cuál es el mío?
¿Acaso no son los mismos?
Paradojas de la vida y deficiencias del lenguaje.
No encuentro otra manera de expresión que no sea refiriéndome al mundo como
posesión y etiquetando lo que veo.
¿Por qué no verlo desde el otro lado y darle la vuelta?
Pero esto sería como ceñirnos a lo que está “bien” y lo que está “mal”.
Pero, ¿Quién está juzgando esto? El lector.
Entonces, ¿cuál es el mundo del lector?
Así estaremos caminando en círculos.
¡Traspasemos el umbral, veamos el global, veamos el mundo desde afuera y desde
adentro a la vez!
¡Salgamos de la mente y sus juegos!
¡Metámonos en la espiral infinita que nos lleva al centro de nuestro ser y de la
existencia!
 
¡FLUYAMOS!

 



 
DIARIO EL MUNDO, ESPAÑA

Pablo Pardo

Corresponsal de EL MUNDO en Washington.

"En economía, las cosas tardan más en pasar de lo que pensabas, y después ocurren más deprisa de lo que creías" (Rudi Dornbusch)

Cuando era joven, la gente decía que yo era un jugador. A medida que la escala de mis operaciones fue subiendo, empecé a ser conocido como especulador. Ahora me llaman banquero. Pero he hecho lo mismo todo el tiempo (Ernest Cassell, banquero, en una conversación con Eduardo VII de Inglaterra)
 
Los banqueros tienen yates. Los clientes de los bancos, no (Frase popular de EEUU)
 
Los países que crecen son los que tienen burbujas. Fíjese en Estados Unidos, en el Reino Unido, en Irlanda, en España. Crecen, y tienen burbujas inmobiliarias. Mire a Francia, a Alemania a Japón. ¿Tienen burbujas? No ¿Crecen? Tampoco (Un alto cargo del FMI, que ahora no trabaja en la institución, en 2006)
 
No le daré un crédito a un hombre en el que no confíe así me presente como garantía todos los bonos de la Cristiandad (John Pierpoint Morgan, fundador de JP Morgan)
 
Las cuatro palabras más caras en el idioma inglés son: "Esta vez es distinto" (John Templeton, inversor)
 
Y sinceramente creo, como usted, que los bancos son más peligrosos que ejércitos en pie de guerra (Thomas Jefferson, tercer presidente de EEUU)
 
Los banqueros son personas singularmente buenas en el autoengaño (Nassim Taleb, especulador)
 
Nunca compres algo pensando en vender caro. Lo importante es comprar barato (Warren Buffet, inversor)
 
La única diferencia entre un enfermo de Alzheimer y un economista es que el economista tiene una calculadora (Math Jokes 4 Mathy Folks, un libro del matemático G. Patrick Vennebush, a la venta en la librería de enfrente del FMI)
 
Esto no es una nacionalización (Geir Harde, primer ministro de Islandia al anunciar la nacionalización de los tres mayores bancos del país en 2008)
 



No hay comentarios: