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Paz y Ciencia

domingo, 19 de agosto de 2012

Pedro Valdez: Cuento


En el altavoz trasero, la impecable voz de Juan Alberto Badía se aprestaba a relatar un cuento de un talentoso escritor latinoamericano, nacido en la República Dominicana.

Ese día en el desayuno, el camarero le acercó una bandeja que en lugar de las consabidas seis tostadas que acompañaban cada mañana a su mermelada, contenía siete.
El hecho hubiera quedado en el olvido si no fuera porque el billete de autobús que había tomado al salir de su casa tenía el número 07070707.
El señor Pérez se dio cuenta de que todo esto era mucho más que una coincidencia. Era una especie de señal. Una extraña señal, sobre todo al recordar en un leve ejercicio de memoria que él mismo había nacido un 7 de julio.
Como para alejar de sí estas extrañas ideas, abrió el periódico al azar, no casualmente en la página siete.
Allí, en el centro de la hoja, se encontró con la foto de un caballo llamado "fortunaamispatas" que, con el número siete, competiría en la carrera número siete del día siguiente, día 7.
El señor Pérez contó las letras del nombre del caballo, eran 16 y sumó 6+1=7.
Y en un reflejo ancestral alzó la vista al cielo en señal de gratitud.
A la mañana siguiente entró en el banco y retiró todos sus ahorros y como le parecieron magros hipotecó la casa y consiguió un préstamo.
Luego cogió un taxi, cuya placa por supuesto, terminaba en siete.
Llegó al hipódromo y apostó todo el dinero al caballo número siete en la séptima carrera; coincidentemente, aunque esta vez con su complicidad, hizo su jugada en la ventanilla siete.
Después de la apuesta se sentó -podría jurar que fue sin darse cuenta- en la butaca siete de la fila siete. Y esperó.
Cuando arrancó la séptima carrera, la grada se puso de pie y estalló en un orden desproporcionado; pero él se mantuvo con serenidad.
El caballo siete tomó la delantera desde el arranque y pasó al frente del pelotón en las gradas, entre el repicar de los cascos, la vorágine de polvo y los gritos de la multitud.
La carrera finalizó precisamente a las siete en punto y el caballo número siete de la carrera siete... Como todo lo indicaba... Llegó séptimo.

Jorge Bucay: "Cuenta Conmigo". RBA Bolsillo, 2005. Buenos Aires-Barcelona. Pp.: 35-37.

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