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Paz y Ciencia

jueves, 2 de julio de 2009

“La Sensibilidad del Terapeuta"; por Fabiana Sayago


En www.espaciopotencial.com.ar

En la sede del colegio de psicólogos de Rosario, la Fabiana Sayago (amiga, residente habitual y colaboradora de “La casa de Winnicott”), lleva adelante el Ciclo: “LA SENSIBILIDAD DEL TERAPEUTA” (“Una reflexión entre varios acerca de la experiencia clínica”)
En ese marco Fabiana propone transitar en torno a viñetas clínicas, poesía, literatura (diario íntimo), texturizando de este modo la experiencia clínica mediante una conexión dinámica que rompa con las dicotomías materia y forma implicadas en toda división de práctica y teoría. No será entonces el diagnóstico ni la presentación de casos en sí mismo lo que guiará nuestro encuentro sino el análisis de la experiencia, vivencia, sensibilidad del terapeuta en su práctica.

La propuesta es recuperar la “inocencia de la palabra” abriéndonos a una experiencia de lectura sin pretensiones interpretativas, una palabra “despatologizada,” una humanidad que no se deja circunscribir en un discurso único.

A continuación ofrecemos el texto del primer encuentro de esa experiencia.

“LA SENSIBILIDAD
DEL TERAPEUTA”

por
Fabiana Sayago


Pintura: Roberto Matta





Introducción:


“ Siempre es un duro trabajo el de escribir un libro. Siempre estamos tentados a limitarnos a soñarlo.”


Estas palabras de Gastón Bachelard resuenan hoy en este encuentro con ustedes que de alguna manera también corría el riesgo de limitarse al sueño. Pero, Bachelard, establece una diferencia entre el sueño y la ensoñación y dice algo muy hermoso: -La ensoñación desplaza globos de pensamientos sin preocuparse mucho por seguir el hilo de la aventura, muy diferente en eso del sueño que siempre quiere contarnos una historia.”1

Una justificación primera: no seguiré el hilo de una historia. ¿Como seguirlo cuando me he propuesto un entre varios?.2

Avanzo entonces un poco más con la pregunta; cómo poder abarcar una practica cuya zona está delimitada (¿sería mejor decir desbordada?) por la condición humana.

Me costo mucho nombrar esta función de un modo que produjera un descentramiento, un deslizamiento, respecto de los marcos teórico- prácticos y por ende conceptuales que lógicamente llevarán implícitos una nominación específica, es decir aquello en lo que cada uno se reconoce en su propia práctica: Terapeuta Ocupacional, Psicólogo, Psiquiatra, Psicoanalista, Acompañante Terapéutico, Tallerista. etc . Creí entonces que la palabra terapeuta a la vez que nombraba dejaba sin embargo la “libertad” de cierto “anonimato”. Libertad que tiene como finalidad reunir estas diferencias en torno a la experiencia en sí que implica el encuentro con el padecimiento humano, y muchas veces con él desconocimiento por parte del paciente de dicho padecimiento.


“ El ser es lo que exige de nosotros creación para que de él tengamos experiencia”3. “La experiencia es el punto máximo de proximidad- verse visto al pintar, oírse oído al componer, sentirse hablado al escribir – y es el punto máximo de distancia- no se es lo que se pinta, ni lo que se compone, ni lo que se escribe. La experiencia es tensión en el parentesco.

Nada más comprensible entonces que el esfuerzo de la filosofía y de la ciencia ( a lo que agrego y muchas veces de la psicología) para alejarse de ella, buscando en otro lugar una región transparente que sirviera de hábitat a una razón pura, temerosa de promiscuidad.”4

De que se trata esta “ promiscuidad”. Conocemos su significado: mezcla, confusión, según la definición del diccionario. En el discurso corriente la palabra promiscuo se vincula con alguna confusión en la que intervinieron los cuerpos. Se habla de la promiscuidad en las “conductas” del uso del cuerpo en los diferentes escenarios sociales.

Retomo: nada más comprensible que el esfuerzo de la filosofía y de la ciencia para alejarse de ella, es decir de la experiencia.

Superficie de contacto dirá Merleau -Ponty, refiréndose a la relación del cuerpo y el mundo; “el cuerpo se mantiene así erguido ante él mundo y el mundo ante él, y entre estos dos seres verticales hay , no una frontera sino una superficie de contacto”.

Sí, estoy lentamente introduciendo el cuerpo en la relación terapéutica, es decir en la Transferencia y más aún el cuerpo del terapeuta.

¿Que hacemos con él? Ustedes dirán- qué clase de pregunta es esta- y bien es una pregunta que yo me he hecho durante muchos años.


Dice Ponty: “ Pensar no es poseer ideas, sino circunscribir un campo de pensamiento , y los pensamientos no son síntesis , sino delimitaciones abiertas”.

“(...)El lenguaje , es enigmático, porque expresa perfectamente a condición de no expresar completamente , radicando toda su fuerza en esa manera paradojal de acercarse a las significaciones , de aludirlas sin jamás poseerlas. Es misterioso : usa el cuerpo de los sonidos y de las señales para darnos un sentido incorpóreo , sólo alcanzado por la virtud de la corporeidad sonora y gráfica.”

Corporeidad sonora. Dice Gastón Bachelard: “ Habría que preguntar: ¿no cree usted que ciertas palabras tienen tal sonoridad que ocupan un lugar y un volumen entre las criaturas del cuarto?”

A dónde el cuerpo, a dónde el pensamiento, a dónde entonces el hombre en su condición. Ponty -según Marilena de Souza – había rechazado el humanismo porque él decía que el hombre no puede ser ni punto de partida ni de llegada- y dice:- no porque no pueda ser principio de cosa alguna, siendo el mundo como es más viejo que él y el tiempo de las cosas diferente del suyo, sino porque la propia idea de principium debe ser cuestionada.(...)

“ El Hombre es un ser por imaginar.”5

Siempre me llamaron la atención las tejedoras; primero estirar la lana mientras se ovilla; estirar, enrollar, para después trenzar, y como resultas de esto, una manta , por ejemplo. Es decir algo envolvente.

La imagen de las tejedoras es para mí la imagen del trabajo y la calidez. Curiosamente se dice, que en los tejidos algunos grupos indígenas protegían sus creencias de los colonizadores. El nudo y su capacidad de contener significado.

Ustedes habrán visto la imagen que elegí para ilustrar este seminario. Se trata de una obra de María Lai. No escapa a este encuentro cómo llegue a ella.

Desde hace más de un año trabajo con una paciente mediante entrevistas telefónicas , dada la distancia en la que nos encontramos una de la otra geográficamente. Ella vive en Europa, más precisamente en una isla, sin forzar tontamente el sentido, así se encontraba ella viviendo en el momento en que me consulta.

Nos habíamos conocido en Argentina con motivo de una consulta suya por un familiar. Tiempo después “pide” por ella. Le ofrecí mi escucha y mi voz, esto le pareció suficiente, así es como comenzamos nuestra experiencia.

Por razones que hacen al caso es mas o menos habitual que durante las entrevistas intercambiemos comentarios, información, ideas, acerca del arte. Fue en una de dichas entrevistas en la que ella me cuenta una historia acerca de María Lai

Esta artista plástica que nació en Ulassai /Cerdeña , en 1919 y más tarde transitaría por diferentes países del mundo, en una de sus visitas a su lugar de origen, le piden si era posible que ella realizara una obra en homenaje a los muertos , desaparecidos por causas diversas.

He aquí su respuesta: - “ Por los muertos yo no sabría que hacer, yo sólo se hacer por los vivos.”

Hecho entonces manos a la obra, para ello necesitaba que todos los pobladores juntaran retazos de tela de Jean´s, (su arte se caracteriza por las costuras y los bordados, entre otras cosas). Prontamente el representante de cultura del lugar se dirigió a ella para contarle la dificultad de su pedido a los pobladores. En dicho lugar dicen que hay peleas ancestrales entre las familias , una “comunidad de conflicto”, y ahora el impedimento se hacía saber. Maria Lai con todos los retazos juntados quería unir no solo a estos sino que esa inmensa tira atravesara, pasara, por cada una de las casa y luego unir, atar, el pueblo entero a la montaña, en un acto de profundo simbolismo.

La dificultad era, según le anuncia este “representante” que algunas personas rechazaban que la tira de jean´s perteneciente a la familia “enemiga” pasara por su casa. Por este motivo algunos se negaban a participar de esta obra colectiva.

No hay problema- contestó Maria Lai: “ -donde haya odio la tira pasará derecha , donde haya amor pasará haciendo un nudo, y donde haya mucho amor tendrá atado un pan-.”

Y fue así como María Lai logró concretar su obra . Una inmensa costura que no borra las diferencias y fundamentalmente que no excluye su relación con el afuera.

Unos días después me aventuré a investigar o mejor dicho a curiosear su obra. Allí encontré aquella que elegí para ilustrar el seminario. Se titula “ Diario Íntimo” y fue en esa imagen paradojal, en donde vi reflejado el espíritu de este encuentro.




I. “ Pero ¿quién sabe hoy lo que es la soledad?” Nietzche


Me he servido de cada libro, poemas, viñetas clínicas, etc. de un modo quizá insolente, para acompañarme en este trayecto de múltiples líneas de lectura que les propongo para nuestros encuentros. En ellos encontré la posibilidad de acercarme y alejarme del texto una y otra vez para aventurarme en mis propios recorridos; en términos Winnicottianos los he “Usado”6.

Es mi deseo que ustedes lo hagan también.


En su libro “El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea”, Leonor Arfuch7 analiza con detenimiento las distintas formas tradicionales de relatar la propia vida – memorias, correspondencias, diarios íntimos etc- y muestra la irrupción de nuevas formas autobiográficas en el mundo contemporáneo principalmente la entrevista.

“Este abanico de posibilidades de inscripción de la voz narrativa en el espacio biográfico, que va de las formas más canónicas a las menos discernibles(...).”

Lo que está en juego – dice- no es una política de la sospecha sobre la veracidad o la autenticidad de esa voz, sino más bien la aceptación del descentramiento constitutivo del sujeto (...) aún bajo la marca “testigo” del yo, su anclaje siempre provisorio, su cualidad de ser hablado y hablar, a su vez, en otras voces, ese reparto coral que sobreviene- con mayor o menor intensidad- en el trabajo dialógico, tanto de la oralidad como de la escritura(...).

(...) Aún el “retrato” del yo aparece, en sus diversas acentuaciones, como una posición enunciativa dialógica, en constante despliegue hacia la otredad del sí mismo. No habría una historia del sujeto tampoco una posición esencial, originaria o más verdadera. Es la multiplicidad de los relatos , susceptibles de enunciación diferente, en diversos registros y coautorías – la conversación, la historia de vida, la entrevista, la relación psicoanalítica- la que va construyendo una urdimbre reconocible como “propia” , pero definible sólo en términos relacionales: soy tal aquí , respecto de ciertos otros diferentes y exteriores a mí. Doble otredad entonces más allá del si mismo , que compromete la relación con lo social(...)


Pero -dice -ese tránsito marcado fuertemente por la temporalidad ¿ofrecería alguna detención posible sobre el polo de la mismidad? ¿ Habría algo, en ese yo, absolutamente singular privado, irreductible?

La autora aproxima una respuesta siguiendo el pensamiento de Emanuel Lévinas, éste en una perspectiva ontológica “coloca el punto de lo irreductible en aquello que es común a cada uno de los seres humanos: la soledad del existir, lo más privado, lo que no se puede compartir con nadie, pese a estar rodeados de seres y cosas: “ uno puede intercambiar todo entre los seres, excepto el existir. En ese sentido ser es aislare por el existir.(...) Es por el existir que soy sin puertas ni ventanas y no por un contenido cualquiera que sería en mí incomunicable.(...) La cuestión no es salir de la soledad- tema clásico del existencialismo- con sus tonos de angustia y de desesperanza- sino de ese aislamiento.

Pese a la imposibilidad de comunicar la existencia, cada yo tiene sin embargo algo que comunicar de sí mismo (...) A sabiendas de que esa salida es ilusoria- dice Arfuch- que el sujeto siempre intenta engañar su soledad, tanto en la relación con el mundo a través del conocimiento cómo en la experimentación de los placeres.”

Se me “imponen” palabras de Nietzche, aquellas que dicen: “ vivo todavía, y la vida no es después de todo., invención de la moral: quiere el engaño; vive del engaño...”

“Engaño vital” – dirá Anais Nin8 - en uno de sus diarios: “ Yo misma estoy envuelta en mentiras que no penetran en mi alma, como si las mentiras que digo tuvieran como función ocultar otras, “mensonge vital” (engaño vital) que no llegan nunca a formar parte de mí. Son como vestidos”.


Una paciente de 19 años me dijo en una oportunidad: - “Esto no voy a contártelo. Yo hice una lista de las cosas que no te voy a contar. Siempre en el camino para acá pienso esto no se lo cuento.... esto tampoco.”

Reflexioné en la intimidad de mis anotaciones, y considerando que hubiera sido de un gran obstáculo pensar esto como una resistencia al análisis, que su “lista” daba esperanzas de que la paciente pudiera hacer “uso” de su espacio de análisis.

La posibilidad de “contener” un secreto no era poca cosa en ella siendo que habitualmente se manejaba en una suerte de transparencia en la relación con los demás respecto de su historia, aún cuando ella misma manifestaba el cansancio que esto le acarreaba. Parecía ,según ella me contaba, que todos sabían acerca de lo difícil que había sido su vida hasta el momento y ahora ella estaba muy enojada con sentirse “la pobrecita, la que siempre estaba angustiada y para peor tenía motivos verdaderos para estarlo”. Entiéndase verdadero en este caso por su carácter real ,es decir, por la imposibilidad de transformar en mito, en novela familiar, muchas de las vivencias que le habían tocado vivir. Esta paciente no podía construir su “engaño vital” como poéticamente lo pronunció Anais Nin; “sus vestidos.>>


Donald Winnicott puede aproximarnos una formulación cuya sonoridad en principio se me ocurre diferente a la de Lévinas en términos del existir - dice:- “ Sentirse real es más que existir; es encontrar una forma de existir como uno mismo, y de relacionarse con los objetos como uno mismo, y de tener una persona dentro de la cual poder retirarse para el relajamiento.”


Se nos vuelve necesario pensar qué es este uno mismo que circunscribe dicha posición, considerando que con estas palabras D. Winnicott nos habla de su practica como psicoanalista. Por supuesto él no desconoce este “problema” entendiendo según Gilles Deleuze “Problema” como aquello que se opone a la opinión.

Permítanme el desvío ( es inevitable...)¿Qué es un mal filósofo?- Dirá Deleuze- “un mal filósofo es alguien que no inventa ningún concepto; (...)que se sirve de ideas acuñadas, que emite opiniones(...)No inventa ningún concepto, ni plantea, en el verdadero sentido de la palabra, ningún problema. En fin, la gente habla, pero uno no sabe nunca a qué problema”.


Winnicott Dedica su libro “Realidad y Juego” a sus pacientes: “ a mis pacientes que pagaron por enseñarme” Es decir a sus pacientes que lo empujaron a la creación de conceptos. Lo esencial del pensar-dice Deleuze- no está en el pensamiento sino afuera, en lo que fuerza a pensar.-




Entonces: ¿qué se vio “forzado” a pensar D. Winnicott , dónde depositó su mirada, su escucha , su entusiasmo? Considero que en principio circunscribió universales, causando por supuesto cierto repudio por parte de los psicoanalistas que sustentaban su clínica desde otros marcos en dónde solo era pensable la subjetividad en términos de categorías “particulares”.

Manifiesta claramente su preocupación respecto de la “experiencia cultural” según podemos leer en “Realidad y Juego”: “ Pareciera que se hubiese olvidado ese territorio del desarrollo y la experiencias individuales, a la vez que se concentraba la atención en la realidad psíquica que es personal e interior, y en su relación con la realidad exterior o compartida. La experiencia cultural no ha encontrado su verdadero lugar en la teoría empleada por los analistas en su trabajo y su pensamiento. Por supuesto se observa que esta, que se puede describir como zona intermedia, ha sido reconocida en la obra de los filósofos” y más adelante agrega “(...) un fenómeno universal como el que considero en este libro, no puede encontrarse en rigor fuera de la esfera de quienes se ocupan de la magia de la vida creadora e imaginativa.

Me ha tocado en suerte ser un psicoanalista que, quizá debido a que antes había sido pediatra, intuyó la importancia de ese universal en la vida de los pequeños y los niños, y quiso integrar sus observaciones a la teoría que constantemente estamos desarrollando.”9 Este universal no implica en este psicoanalista la renuencia a lo particular. Dice- “ Al escribir este volumen (...) descubro que sigue resultándome molesto ofrecer ejemplos (...) los ejemplos pueden comenzar a identificar ejemplares e iniciar un proceso de clasificación de tipo artificial y arbitrario, en tanto que yo me refiero a algo que es universal y posee una variedad infinita.” Y sin embargo, no omitió esta clase de aporte. En la narración de sus sesiones no solo nos deja penetrar en el discurso del paciente sino en la atmósfera en la que se despliegan, se repliegan, se hacen sonoros o silenciosos para un analista más preocupado en la escucha que en la agudeza de la interpretación.

En una ocasión temeroso de haber arruinado con su interpretación “una buena sesión” (una sesión “extraordinaria” respecto de su uso del tiempo ,la sesión duro tres horas), le pregunta a la paciente: –“¿El que yo lo dijera arruinó algo?” Cuando concluye el diálogo con la paciente10 Winnicott dice- “este era un ejemplo de una interpretación hecha por la paciente, que abría podido serle arrebata si yo la hubiera ofrecido antes en la misma sesión.”

A Winnicott le preocupo incansablemente como analista no apresurarse a organizar el discurso del paciente, produciendo de ese modo el abandono por parte del paciente de esa “zona”- según decía- dado la imposibilidad de comunicar lo insensato. “ En el relajamiento correspondiente a la confianza y a la aceptación de la seguridad profesional del marco terapéutico ( sea este analítico, psicoterapéutico, de labor social, arquitectónico, etc) hay cabida para la idea de secuencias de pensamiento no relacionadas entre sí, que el analista hará bien en aceptar como tales, sin suponer la existencia de un hilo significante de unión entre ellas.”


Entonces retomemos: aquello que es común a cada uno de los seres humanos: la soledad del existir, lo más privado, lo que no se puede compartir con nadie(...) según Levinas.

En dicha sesión “extraordinaria”, luego de transcurrido un tiempo importante de la sesión , la paciente le dice a Winnicott :- “ He estado tratando de mostrarle a mí cuando estoy sola (...)”

Considero aquí una diferencia importante por parte de esta paciente si pensamos que no es lo mismo decir - he tratado de mostrarle a mí cuando estoy sola - que aquella soledad radical en la que muchas veces caen los pacientes bajo el silencio del analista.

Nuestros pacientes nos hacen saber cuando necesitan que nos callemos. Cuando el “relajamiento” y la “confianza”, así enunciadas por Winnicott, en la dinámica transferencial posibilitan ese estar a “solas en presencia de alguien”,una experiencia que no esta dada por si misma sino que debe construirse. Este estar a solas no puede a mi juicio compararse con el hablarse a sí mismo y menos aún hablar solos.

Mas adelante la paciente agregará algo más: -(...); “eso es lo que hago cuando me encuentro a solas, aunque lo digo sin palabras, pues no me permito hablar conmigo”


Un poema...

Hombre que habla solo*

Así es. Él habla solo.

Lava sus manos y habla,

clara su voz,

y a sus espaldas lo acompaña el coro

de esgarros y bufidos.

No escucha. No interrumpe su discurso

prolijo y educado, dirigido

a su público atento,

que escucha, conmovido

por su voz que resuena en el vibrante

silencio de la sala.

El está ahí. No importa el manicomio

que lo rodea abyecto,

exhibiendo cicatrices desdichadas

en criaturas que no entienden aunque se hable

como él. No les importa nada

sino comer y cigarrillos y un demonio.

Por eso tosen, mugen, gritan.

Y él continua su elocución, él habla

no sé a quién o a quienes, habla en vos muy clara y sus manos lava

y habla y lava y habla todo el tiempo

y no omite una coma ni un acento.




*Renato Ruival . Poet.a Poemas suyos fueron publicados en “Ciudad de locos” ( Ed. Colegio de la Ciduad de BS.AS, 2004)


II. “ No puedo privarme aunque esté enfermo, de algo más grande que yo, que es mi vida: la potencia de crear” Vincent Van Gogh (1853- 1890)

“Hay en él algo inquietante , que su mismo físico revela. La cara presenta cierta asimetría. Bajo la cabellera de un rubio rojizo, el cráneo es ligeramente puntiagudo. La frente huye. Las cejas están marcadas con fuerza. Y los ojos, ora azules, ora verdes, pequeños, de mirada dura o triste , se animan por momentos con sombría llama”11

Así lo describe uno de sus biógrafos Henri Perruchot en una biografía no novelada- como el gustó llamarla- sobre la vida de Van Gogh (...) Nada acaece en esa llanura inmóvil. Pero de pronto cuando Vincent habla, todo se anima, y surge el alma de las cosas.

Esa tierra desolada se llena de una vida secreta y pujante. Y en su propio interior(...) esas ansiedades; esas altas olas que revientan; esas inquietudes inexpresadas, inexpresables, ante la vida; esa duda acerca de sí mismo; esas veleidades; esos retortijones; esos desgarramientos; “esa vaga culpabilidad que se siente de que hay que rescatarse de algo...”(...) En el fondo de su cólera hay una terrible franqueza.

Vincent Van Gogh después de sufrir una gran cantidad de crisis dice : -“ quizá me suceda algo como eso de lo que habla Delacroix: - halle la pintura cuando ya no tenía ni dientes ni aliento-”


Si observamos nuestra vida- dirá winnicott- quizás encontremos que la mayor parte del tiempo no la pasamos en conducta ni en contemplación, sino en otra parte. “Y yo pregunto ¿dónde?”

“No se trata solo de lo que hacemos. También es preciso formular la pregunta: ¿ dónde estamos ( si estamos en alguna parte)?” Y en medio de otros interrogantes lanza para mí uno fundamental en lo que concierne tanto al arte en si mismo como al “vivir creador”- aquí su pregunta:- “¿ El concepto de sublimación abarca todo el panorama?”

“ La obra no tiene nada que debatir con la locura” dirá agudamente el biógrafo de Van Gogh.

Vincent no pinta cuando cae enfermo lo hace cuando sus crisis le permiten trabajar. Sus reflexiones parecen girar mas en torno a su necesidad de pintar y de no perder su tiempo aprovechando -como él decía- los momentos de tranquilidad y lucidez, que en su enfermedad. Sus ideas aterrizan en la obra: “-habría que descender al fondo y pintar los efectos de la luz.”

Recordemos las palabras que tanto le impactaron de Delacroix; “halle la pintura cuando ya no tenía ni dientes ni aliento.”


“¿ Qué quiere decir cuando un artista- pero eso debe valer también para otra cosa distinta del arte- comienza a poseer una especie de certidumbre?.” ¿ y una especie de certidumbre de qué?-pregunta Gilles Deleuze-“ Lo primero entonces es definir esta especie de certidumbre. Se trata de un momento bastante preciso. Es quizás el momento en que el artista es lo más frágil y también lo más invulnerable por esta certidumbre. En ese momento llega a una especie de certidumbre. ¿A qué concierne?. A lo que quiere hacer, a lo que puede hacer, todo eso...Esos estados no están en absoluto dados, ni siquiera en los artistas. Esas cosas no están dadas. Casi podemos asignar una fecha en la que alguien comienza a tener esta – no llego a encontrar otro término- especie de certidumbre. Sin embargo, no podría decir todavía lo que quiere hacer. Incluso si es escritor, incluso si es filósofo. Pero existe esta certidumbre. Y esta certidumbre no es en absoluto una vanidad dado que, por el contrario, es una especie de modestia inmensa.

(...) es una especie de certidumbre de sí que inmediatamente se apoya en una modestia.”12


Creo que podemos pensar esto casi como una definición del acto creativo. El artista un hacedor de modestia. No son acaso éstas las palabras de Rilke cuando dice:- Se debería esperar y saquear toda una vida, hacer posible una larga vida y después por fin, mas tarde, quizá, se sabrían escribir las 10 líneas que serían realmente buenas. Pues la poesía no es como creen algunos, sentimientos, se tienen demasiado pronto, la poesía es, experiencia.


Pintores, poetas, escritores, músicos,¡ grandes hacedores de modestia!! Dice V. Van Gogh: “Es preciso trabajar como si se hicieran zapatos.”


Escuchemos ahora en Marguerite Duras13 en un hermoso libro que ella tituló “Escribir” algunas aproximaciones a esta experiencia de la soledad:

“La soledad no se encuentra, se hace. La soledad se hace sola. yo la hice. Porque decidí que era allí donde debía estar sola, donde estaría sola para escribir libros. Sucedió así. Estaba sola en casa. Me encerré en ella, también tenía miedo, claro. Y luego la amé. La casa, esta casa, se convirtió en la casa de la escritura. Mis libros salen de esta casa. También de esta luz, del jardín. De esta luz reflejada en el estanque. He necesitado veinte años para escribir lo que acabo de decir.”


“ Escribir.


No puedo


Nadie puede.


Hay que decirlo: no se puede.


Y se escribe.”


En los recorridos de nuestras reflexiones teórico- clínicas en los que una vez mas acudimos a aquello que el artista puede revelarnos, no a modo de oráculo sino como producción del vivir, es mi intención recuperar la “capacidad de existencia”, la producción quizá inevitable que esa “capacidad” conlleva ,la posibilidad de encontrar una vida significativa que trasciende, es decir atraviesa los acontecimientos personales que tantas veces han estigmatizado la creación en nombre de reflexiones y conceptualizaciones mas o menos eruditas, que ya pronto nos hacían olvidar la obra, la persistencia de una vida. Quizá sea necesario que recordemos aquellas hermosas palabras de Fernando Pessoa:


“Si después que yo muera, quisieran escribir mi biografía ,

No hay nada más simple.

Tiene sólo dos fechas : la de mi nacimiento y la de mi muerte.

Entre una y otra, todos los días son míos.”



Por qué quiero entrelazar viñetas clínicas, diario íntimo, poesía, y mezclar esta vivencias como lo haría un cocinero conformando una masa hojaldrada de “alta densidad significante” , cómo es que me atrevo a dejar de lado los contextos de estos decires.

Si bien es cierto que no hay texto posible fuera de un contexto y que es justamente este último el que le da su legibilidad, pero digámoslo : “tampoco hay un contexto posible que sature el texto y clausure su potencialidad de deslizamiento hacia otras instancias de significación” . Es decir que el contexto no nos encierre sino que en tal caso nos brinde una ubicación más o menos exacta, al modo en que puede ser utilizado un mapa rutero al que siempre podemos en potencia desobedecer.¿ Atajos? No se, quizá caminos todavía no señalizados , desérticos inquietantes.




Muchas gracias. Hasta el próximo encuentro.

1Gastón Bachelard “ La Poética De La Ensoñación”

2 Esta expresión se encuentra en la fundamentación de mi propuesta para estos encuentros; “ La sensibilidad del Terapeuta: una reflexión entre varios acerca dela experiencia”.

3Merleau- Ponty “Lo visible y la invisible”

4 Marilena de Souza Chauí “ Merleau- Ponty “ La experiencia del pensamiento”

5 Gastón Bachelard “La Poetica De La Ensoñación”

6 D. Winnicott “ Realidad y Juego”

7 Leonor Arfuch, es doctora en letras por la U.B.A, profesora e investigadora

8 Anais Nin. Escrituora. Su obra más conocida son sus Diarios, considerados como piezas maestras por su sentido analítico e introspección. 1903/1977

9- Cabe reflexionar aquí que pareciera aún desconocerse que ese desarrollo “constante” de la teoría de D. winnicott estuvo fuertemente ligado no solo a la observación y análisis clínico de niños, sino en igual medida a su experiencia clínica con pacientes adultos. En verdad considero que le debemos a su trabajo la claridad respecto de la extensión del “jugar” como algo no reducido a la zona de juego infantil sino como condición de posibilidad para el “vivir creador”. Nótese que este vivir creador no se confunde con el artista y su obra.

Para una lectura profunda de este tema referirse al cap. 4 de “ Realidad y Juego”

10 Cap. 4 pag. 89 “Realidad y juego” En el Cap 6 D.W. insiste sobre este tema: “Me aterra pensar cuantos profundos cambios impedí o demoré en pacientes de cierta categoría de clasificación debido a mi necesidad personal de interpretar. Si sabemos esperar, el paciente llega a una comprensión en forma creadora y con inmenso júbilo y ahora disfruto de ese alborozo más de lo que solía gozar con el sentimiento de haber sido penetrante. Creo que en lo fundamental interpreto para que el paciente conozca los límites de mi comprensión(...).”

11 “ Nadie escapa a la influencia de su físico” Colette

12 Gilles Deleuze. “Pintura”

13 Marguerite Duras. “ Escribir” Vigo. Nació en indochina en 1914 y murió en marzo de 1996.

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