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Paz y Ciencia

lunes, 6 de julio de 2009

La hoguera de los clásicos




Ya no quedan aquellos amantes de las mariposas verdes. La selva está sucia, y el hombre, patético ser que teme a la muerte, mancha con sus movimientos al sol y a las estrellas. Y en nombre de su dios levanta vertederos de ideas, que van a morir a la tumba. Y de los restos de voz que acarician la necesidad del grito y el llanto, queda una silueta derruida que no conocerá el tiempo.
Escrito en...http://hogueradeideas.blogspot.com/


A diferencia de los siquiatras, antisiquiatras y redactores de diccionarios, mi esperanza es que algún día el lenguaje propagandístico como “esquizoide” sea considerado supersticioso o al menos político. Estos profesionales y lingüistas no vieron lo grave que es usar la nuevahabla siquiátrica porque ninguno fue víctima de un diagnóstico insultante. No está de sobra citar lo citado, las palabras de John Modrow: “Y en este respecto nunca me recobré totalmente de lo que la siquiatría y mis padres me hicieron hasta que finalmente comprendí que en realidad nunca había estado enfermo”. Escrito en...http://biopsiquiatria.wordpress.com/2009/05/16/jamas/

Personas de cierta confianza, profesionales colegas, amigos, consultantes, personas con sentido común la mayor parte de veces concuerdan en la inutilidad del diagnóstico. Otros, y de mi profesión y país, puedo citar a Dolores Mosquera o Jorge Castelló Blasco piensan que el diagnóstico puede ser el principio del tratamiento de psicoeducación, de toma de conciencia de enfermedad. Un pilar donde poder ir trabajando.
Entiendo a estos profesionales y a veces puede ser interesante el explicar "a grandes rasgos" el diagnóstico, digo a "grandes rasgos" porque no existe diagnóstico que explique con mínima precisión lo que le pasa a una persona. La psiquiatría ha hecho construcciones preciosas, aún me sorprendo de leer términos como "esquizoforia", acuñado por López-Ibor. Acabo de releer el ensayo de Castilla del Pino "El delirio: un error necesario" y he disfrutado de la precisión quirúrgica del lenguaje así como de la exposición de casos de "delirantes". La contribución de Carlos Castilla del Pino en psicosis es sencillamente formidable, única e imprescindible. De obligada lectura para conocer la "locura". Dicen quien le conocía que podía sacar "lo mejor de cualquier paciente". Y ese es el papel de un terapeuta, no diagnosticar.

EN UNA entrevista de 1971 Theodore Lidz declaró:

Personalmente, como puede que sepa, no considero la esquizofrenia como una afección o una enfermedad, sino más bien como un determinado tipo de reacción ante una organización enferma, como un trastorno de la personalidad [...]. Si bien yo utilizo la palabra esquizofrenia, por ejemplo, creo que nunca diría que un paciente tiene esquizofrenia. Nosotros decimos que un paciente es esquizofrénico.


Ronald Laing, otro siquiatra no biologicista, seguía la misma política semántica que su colega Lidz. Laing escribió:

Quizá aún podamos retener el ahora viejo término y leerlo en su significado etimológico, esqui, roto; frenos, alma o corazón. El esquizofrénico en este sentido es alguien con el corazón roto, pero aquellos con corazones rotos pueden curarse si se lo permitimos.


Acabo de recibir un mail de una persona que escribe lo de arriba del todo, pero también puede decirnos cosas así:
Un antifaz guarda la tristeza, unos ojos lloran y la mitad del alma espera que regrese la risa.
No sé porqué llora el atardecer, me busco y no me encuentro, y a lo lejos una manzana muestra el camino.
¿ dónde se fue la tierra que sostenía mis pies?
Nos advierte: Palabras libres de métrica, de orden y de sentido... que el mar arrastrará a lunares inhóspitos...


Por Jacques Lacan en mayo de 1976:

"Precisamente es en la lectura de Freud que queda actualmente suspendida la cuestión de saber si el psicoanálisis es una ciencia, o seamos modestos, puede aportar a la ciencia una contribución o bien, si su praxis no tiene ninguno de los privilegios de rigor de lo cual se jacta para pretender levantar la mala nota de empirismo que desconsideró desde siempre los datos como los resultados de las psicoterapias, para justificar también el muy pesado aparato que emplea, a despecho pareciera a veces, y por su confesión misma del rendimiento mensurable".

Veamos la foto de la película Inteligencia Artificial de arriba. Pensemos en el niño que se mueve mucho, "demasiado", en el muchacho que suspende asignaturas aun con una buena dotación intelectual, pensemos en el muchacho que duda sobre su orientación sexual. En el joven que consume drogas, en el que tiene una conducta contra el sistema. En la persona que tiene una conducta errática e incomprensible. Recordemos lo que dice Elisabeth Kübler-Ross en "La muerte: un amanecer", cuando una persona que veía a la virgen en la pared ella contestaba "sí, tú la ves pero es que yo no puedo verla". Pensemos en estos pocos ejemplos y nos daremos cuenta de que las pastillas y los diagnósticos no han solucionado el problema del sufrimiento psíquico.
Debo decir que por el diagnóstico personas confluyen en foros y hacen lo que llaman GAM (Grupos de Ayuda Mutua), pueden ver uno del TLP en youtube de demona (de www.soyborderline.es), muy productiva la mujer. Ese si puede ser un buen fin para las etiquetas.
Y concluyendo, con ánimo de suscitar un debate decir que, según dice Kübler-Ross, lo honesto sería decir a los "delirantes" y a otros que tienen razón, como ya decía Schopenhauer, pero que no podemos ver las cosas como ellos. El reto del buen terapeuta es ver desde la perspectiva del paciente la realidad, tal y como la contempla, de la forma en que la siente. Para eso tenemos que renunciar a nuestra visión, sin perdernos.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicoletra.

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