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Paz y Ciencia

sábado, 11 de julio de 2009

La Niña que hizo tanta fuerza imaginando que logró alcanzar lo inasible

Tomada en su conjunto, la carrera de Mann es un ejemplo notable de la “pubertad reiterada” que Goethe pensó característica del hombre de genio. Tanto en estilo como en pensamiento, experimentó mucho más atrevidamente de lo que comúnmente se supone. Con Los Buddenbrook asistimos a una de las últimas novelas al viejo estilo, un paciente y detallista diseño de las fortunas e infortunios de una familia. (Henry Hatfield, en Thomas Mann, 1962)


Había una vez en un pueblo muy caluroso una persona que quería hacer y ser, proyectos que se escurrían entre sus delicados dedos, una persona idealista, de esas que da gusto conocer, aunque quizá su vida resultara algo frustrante por no resolver según lo deseado las cuitas de la vida
era una persona que amaba y no se sentía correspondida
resulta que dicha persona pasaba las horas leyendo a Thomas Mann, veía películas de amor, películas clásicas y escribía poesía. Claro está hacía otras muchas cosas divertidas y prosaicas que contaría mejor ella.
en ese pueblo caluroso jugaba con sus primos, con sus sobrinos y fue poco a poco creciendo con el furor de vivir en su realidad aquello soñado por otros
la muchacha era tierna y podía parecer algo inocente, podía parecer inofensiva e incluso débil
su imaginación le trasladaba a esas relaciones imposibles
su vida le llevaba a darse cuenta de que estaba separada de lo que quería,
que eso que quería estaba lejos de realizarse
y fue creyéndose esa idea tan molesta
con el tiempo esa desilusión gradual dio paso a nuevas empresas
salió del pueblo, aunque, como no, siempre figuraba allí como punto de encuentro y partida
pero ya no pasaba tanto calor
conoció a otras gentes, que le ayudaron a salir de esa vida secreta
fue imaginándose en otras tesituras
y, como por arte de magia, la muchacha creció, ya mayorcita haciendo de su vida
un lugar más cómodo y dando la oportunidad a otros a que le quisieran,
si bien no como imaginó tras lo soñado en sus poemas, escritos y lecturas
más fiel a su deseo, del que la realidad le había separado durante tanto tiempo
un saludo a esa muchacha que crece, día tras día proyectando un mundo diferente.

1 comentario:

simalme dijo...

Uh, qué zagala más triste...