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Paz y Ciencia

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Sobre la sincronicidad



La sincronicidad es una coincidencia entre una realidad interior (subjetiva) y una realidad exterior (objetiva) en la que los acontecimientos se vinculan por los sentidos, es decir de modo acausal. Esa coincidencia provoca en la persona que la vive una fuerte carga emocional y manifiesta transformaciones profundas. La sincronicidad se produce en un época difícil, de cuestionamientos o de caos.

De esta definición se desprenden cuatro puntos o referencias que permiten disntinguir la sincronicidad típica.
1. La coincidencia es de tipo acausal, es decir que el vínculo entre los acontecimientos se hace con los sentidos.
2. Esa coincidencia provoca un fuerte impacto emocional en la persona que la vive, sugiriendo un gran número de imágenes simbólicas. Este impacto traduce el carácter numinoso de la experiencia, o sea, el sentimiento, por parte de la persona de ser interpelada por el inconsciente.
3. Esa coincidencia señala las transformaciones de la persona, de ahí el valor simbólico de la sincronicidad.
4. Se produce generalmente cuando la persona se encuentra en un punto muerto o en una situación caótica o de bloqueo. Ese estado devuelve a la dimensión liminal (del latín limen, que significa "umbral") de la experiencia.

Jean-François Vézina: "Las coincidencias necesarias"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Habiendo leido cosas sobre la sincronicidad, no sabría diferenciarla de una "paradoja" (lugar y momento equivocados) o simple sugestión.