PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 6 de septiembre de 2016

Contexto y Conexión en el Duelo

  

No quería que nadie me dijera nadie ni ningún consejo. Sólo quería queme escucharan. Quería hablar y sacarlo todo fuera. Herb, 52 años.

Con demasiada frecuencia se habla del duelo como si fuera un proceso estrictamente individual, como si fuera una isla castigada por el embate de las olas de la desgracia, sin ningún tipo de conexión con nadie ni con nada más allá de nosotros mismos, como si fuéramos una isla castigada por el embate de las olas de la desgracia, sin ningún tipo de conexión con nadie ni con nada más allá de nosotros mismos. Aunque la pérdida tiene sin duda un profundo significado personal y debemos respetar la necesidad de "elaborar" en privado parte de nuestro dolor, vale la pena recordarnos a nosotros mismos que gran parte de esta elaboración tiene que ver con la reafirmación, el fortalecimiento y la ampliación de nuestras conexiones con los demás (...) el lugar central que ocupa la relación con los demás en el contexto de la pérdida, teniendo en cuenta lo que los demás en el contexto de la pérdida, teniendo en cuenta lo que los demás pueden ofrecernos con el regalo de sus cuidados, pero también lo que nosotros podemos darles a cambio.

- Explicar nuestra historia, el lugar que ocupa en nuestra biografía tal pérdida como punto de brecha en nuestro psiquismo. Los demás pueden ayudarnos a conducirnos al "principio de realidad" cuando estamos "desnortados". Los demás pueden arraigarnos en la tierra, poner firmes los pies en el suelo. Ayudarnos a conectar con la realidad desde el amor y la comprensión. La investigación, sin duda, sugiere que el compartir los sentimientos es un elemento curativo. En ocasiones, la persona está tan bloqueada que no puede, y no confía en nada ni en nadie, que no confía en sí mismo.

Cuando compartimos nuestras historias con los demás, damos nombre y forma a los significados de nuestra experiencia vital. John Harvey.

- Un corolario de la evidencia anterior es que, a pesar de nuestro dolor, no dejamos de ser la figura más importante para buscar ayuda, comprensión y respeto en los allegados y en la familia, con amor y confianza, en ocasiones es difícil ayudar, a veces la persona no puede dejarse ayudar, sin embargo verbalizar construye una narrativa que da sentido y que puede reforzar el trabajo de duelo de la persona afectada.
 - Compartir las vivencias con otras personas que han vivido un duelo, esto aportará un abrigo, calor a la persona, una protección. Este mensaje puede ser difícilmente difícil de asimilar cuando nos encontramos con miembros de nuestra familia que tienen un estilo de elaboración del duelo muy diferente al nuestro. Se necesita una sensibilidad especial para encontrar formar de "unirse" a los demás en su propio estilo de duelo y crear una atmósfera de comprensión en la que cada persona pueda de su lucha con sus propias palabras.

Debemos de ser conscientes de que las personas en las que más necesitamos apoyarnos en nuestro dolor han sufrido la misma pérdida que nosotros, es así, aunque sea difícil de confiar en ello.

Rodrigo Córdoba Sanz: este fragmento del libro de Neimeyer ha sido trabajado por mí para ajustarlo.
Los procesos de duelos pueden resultar "complicados" y "cronificarse", a menudo influye el apoyo, como queda figurado arriba y la estructura del carácter. Esto último puede resultar un impedimento para trabajar el duelo en una psicoterapia, la hipersensibilidad en la que se encuentra la persona contribuye a reprimir sus sentimientos, y cuando los verbaliza o se convocan los fantasmas, la persona siente miedo, presión, dolor y un incremento de su angustia. Por tanto, más que una psicoterapia interpretativa, se requiere una psicoterapia de "sostén emocional", al decir de Winnicott.



No hay comentarios: