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Paz y Ciencia

lunes, 7 de octubre de 2013

Espiritualmente

 
Rodrigo Córdoba Sanz: un libro atractivo, uno de los que estoy leyendo en paralelo junto con una docena más. Como Miró, voy dando pinceladas de autores que, justo en ese momento deseo conocer y aportar sus contribuciones. Ahora he conectado con este libro que empecé en el Pirineo y he dado con una reseña muy agradable. Más adelante les diré mi punto de vista con más perspectiva. Para mí, este libro es un eco de lo que está pasando en psicología, lo espiritual está encarnándose en muchos profesionales y, aún diría más, los pacientes vienen con un bagaje importante al respecto.
Además es una lectura fácil, cómoda y esperanzadora. No es un libro técnico, cualquiera lo puede degustar. Disfruten.


El autor, psicólogo, pedagogo y escritor, investiga en esta ocasión las posibilidades que ofrece la espiritualidad a la consecución de la paz interior y a la fraternidad universal. Para ello ha dividido el libro en tres partes y un anexo. La primera es la que da título al libro y en ella se adentra en las prácticas religiosas y la realidad de su existencia. No rehuye el análisis de lo mágico, la psicoterapia o las sectas. Traza las semblanzas de algunos personajes históricos y finalmente encuentra el nexo de unión entre religión e inteligencia emocional.
La segunda parte se titula Dios y tu mente, y la comienza con un interesante análisis de las afirmaciones de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow vertidas en su libro El gran diseño, en el que desglosa la teoría “M”, o teoría del Todo y las once dimensiones. La pregunta en boga en estos tiempos que corren, ¿es racional creer en Dios?, es respondida en este apartado del libro, en el que le dedica algunas páginas. Cierra esta segunda parte una serie de frases sobre Dios de grandes figuras históricas.
La tercera y más extensa parte se titula Reflexiones para un encuentro entre razón y espíritu, y comienza con una cita de Aristóteles, la que se refiere al asombro como germen de la filosofía. Inmediatamente recuerda una gran verdad, que olvidamos muy a menudo: el ser humano es filósofo por naturaleza. El asombro genera la admiración y esta nos permite enfrentarnos a la grandiosidad del universo. Lógicamente, también aparecen la frustración y el desengaño. Dentro de esta parte hay un capítulo curioso, titulado El Dios escondido, y en otro de ellos se analiza el mal. Esta parte del libro acaba con un capítulo dedicado a la búsqueda de una ética universal, al margen de las creencias de cada uno.
El libro acaba con unos anexos prácticos, y contiene además del índice de la obra otros dos: el onomástico y el temático.
Vicente Torres

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