El apego es lo que nos hace estar inquietos y nos impide disfrutar de las cosas.
A medida que disminuimos nuestro apego, la vida se hace más interesante porque logramos abrirnos a lo que ocurre en cada momento. Por ejemplo, en vez de tener el deseo de estar con la gente a la que nos sentimos apegados, valoraremos la compañía de las personas con las que estemos en ese momento. En vez de estar atados a nuestro aspecto físico y, por tanto, sentir insatisfacción constante con nuestra imagen, haremos lo necesario para mantener un cuerpo limpio y sano y nos contentaremos con nuestro aspecto.
Apego
1 comentario:
Qué bonita entrada. Yo tampoco me sentiría motivada a trabajar por el éxito según la mirada de los otros o por el dinero; pero la verdad es que, aunque me complace mucho pensar en que mi trabajo sirve a las personas, lo que me motiva es el placer, el gusto.
Publicar un comentario