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Paz y Ciencia

viernes, 29 de marzo de 2013

Una perspectiva personal de la psicoterapia



La psicología, tal y como la entiendo no es psicología sin entender los principios de la psicoterapia.
Como en casi todas las facetas de la vida, hay que respetar todas las orientaciones.

Hablar de psicoterapia no es exacto, sería más preciso hablar de psicoterapeutas. Hay tantas psicoterapias como psicoterapeutas. Aunque resulte poco científico a priori, el factor fundamental de la psicoterapia es el vínculo terapéutico y, por tanto, la personalidad del terapeuta y del consultante-paciente-usuario.

Hay algo que me resulta fundamental, aceptar incondicionalmente a la persona es algo que surge naturalmente, si no surgiese, lo honesto sería derivar a esa persona porque se daría una transferencia negativa.
Los humanistas pensamos que ser nosotros mismos en sesión no solo es curativo sino que es lo más curativo. Es lo denominado autenticidad. Esto supone dar la oportunidad a la persona a que sea ella misma.

Otra cuestión es el amor, creo que sentir amor hacia la persona es una condición necesaria para que haya lo que denominaba Winnicott hablando de las criaturas una "madre suficientemente buena" y "madre devota corriente".
Hablar de amar cuando se trata de un proceso asistencial puede resultar curioso pero no hay circunstancia más hermosa que un abrazo, un beso, un gesto de cariño hecho de manera espontánea.
Mis colegas psicoanalistas y aquellos más "científicos" pueden pensar que eso está fuera de un marco profesional.
Mi opinión es que tanto el "paciente" como el "terapeuta" son dos seres humanos y solo existe una diferencia entre ellos: el primero pide ayuda al otro.
Sobre mantener unas distancias u otras en la perspectiva del psicoanálisis, Sándor Ferenczi habló de esto en "La elasticidad en la Técnica" y también habló del "Análisis Mutuo". En el último caso, según mi opinión, creo que se deslizó hacia un extremo peligroso. Sin embargo, este psicoanalista se arrimó, quizá sin darse cuenta al humanismo, como le pasó a Donald Woods Winnicott.

Sea como fuere, cada cual tiene que encontrar su sitio en el mundo, su sitio en el trabajo terapéutico y para ello aprendemos, día a día de las personas que acuden a la consulta. Una sola consulta puede aportar sin lugar a dudas mucho más que libros o Máster. Solo se trata de saber escuchar. A veces, podemos cometer el error de oír sin escuchar.
Pienso que para escuchar hay que estimular porque a menudo la persona está inmersa en un proceso de compulsión a la repetición donde, entre otras cosas, no consigue ver el mundo de otra manera.

Explicar qué es la psicoterapia sin vivirla es muy complicada. Cuando ha venido alguien para supervisar o para que le enseñara alguna cosita de las que sé, le he propuesto que haga una terapia personal porque todo lo que se moviliza y todo lo que se va conectando e integrando hace que esa persona más o menos neurótica o psicótica se cure, fundamental para trabajar en psicoterapia, donde estamos proyectando (más del 90% según Fritz Perls). Por otro lado, la persona ya no solo tendrá una empatía intelectual sino también emocional y esta última es la verdaderamente útil.

Por refinar las ideas, si quieres ser buenos terapeutas, permítanse ser ustedes mismos y dejen las técnicas como artificios solo cuando sean estrictamente necesarios, somos terapeutas, no tecnócratas.
Abrazos, Rodrigo Córdoba Sanz

http://www.youtube.com/watch?v=UI-Eed_mbAs&feature=share&list=RD02sbPPM_OJTVg Led Zeppelin

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