El amor es el deseo de que todos los seres sensibles alcancen la felicidad y sus causas. La compasión es el deseo de que estén libres del sufrimiento y sus causas. Nos esforzamos a lo largo del tiempo para cultivar esos sentimientos hacia todos los seres por igual, nosotros mismos, aquellos a los que conocemos y aquellos a los que no conocemos.
El amor y la compasión nos benefician a los demás y a nosotros mismos. Gracias a ellos nos sentimos en contacto y vinculados con todos los seres vivos. Los sentimientos de alienación y desesperación se desvanecen y son sustituidos por optimismo. Cuando actuamos de acuerdo con esos sentimientos, las personas de nuestro entorno inmediato reciben los beneficios de estar próximas a alguien bueno. Nuestra familia nota la diferencia, igual que nuestros colegas, nuestros amigos y las personas con las que coincidimos a lo largo del día.
Desarrollar amor y compasión es una forma de contribuir a la paz mundial. Además, deja muchas huellas positivas en nuestra mente, por lo que nuestra práctica espiritual progresa mejor y nos hacemos más receptivos a la hora de comprender el camino hacia la iluminación.
Rodrigo Córdoba Sanz
No hay comentarios:
Publicar un comentario