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Paz y Ciencia

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Sigmund Freud: El CREADOR

[...] Todos reflexionamos sobre las experiencias sobre las experiencias, observándolas como modelos, advertencias, precedentes a evitar a toda costa o reveses de los que podemos aprender y sobre los que podemos construir. Freud proporciona un ejemplo manual de una persona que no se dejaba vencer por los contratiempos. Los primeros años de su carrera fueron años de derrotas que hubieran bloqueado a cualquier persona con menos confianza. Aunque personalmente decepcionado por su fracaso en hacer descubrimientos que hicieron avanzar la ciencia, y sin ser en ningún momento un optimista redomado, Freud nunca se desvió de su fe en sus propias capacidades y en su potencial para hacer importantes contribuciones a la ciencia. Él tomó el rechazo, no como un signo de que debía abandonar, sino, por el contrario, como un aliciente de que debía abandonar, sino, por el contrario, como un aliciente para reconducir sus energías, para tejer los diversos hilos de su emrgente comprensión y elaborar el tapiz de un enfoque sólidamente integrado de la mente humana. En la época de sus mayores descubrimientos, confesó en varias cartas a Fliess:
Si a ambos se nos concede unos pocos años más de trabajo tranquilo, sin duda alguna dejaremos detrás algo que pueda justificar nuestra experiencia... A nadie se le ha ocurrido sospechar que el sueño no es un sinsentido, sino un deseo de realización... Me siento muy solo en la aclaración de la neurosis. Me considero una especie de monomaníaco, pero tengo una sensación muy clara de que he vislumbrado uno de los secretos más grandes de la naturaleza.
Howard Gardner: "Mentes Extraordinarias". Kairós, 2011.
Conferencia de Freud sobre el Sueño y la Mística Led Zeppelin -Stairway to Heaven-

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