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Paz y Ciencia

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Mito de la Enfermedad Mental

Enfermedad significa enfermedad del cuerpo. El Diccionario Médico de Gould define la enfermedad como alteración de la función o la estructura de un órgano o una parte del cuerpo. La mente (sea lo que sea) no es un órgano ni una parte del cuerpo. Por consiguiente, no puede estar enferma en el mismo sentido en que el cuerpo puede estarlo. Así pues, cuando hablamos de enfermedad mental hablamos metafóricamente. Decir que la mente de una persona está enferma es como decir que la economía está enferma o que un chiste está enfermo. Cuando se confunde la metáfora con la realidad y se usa con fines sociales tenemos los elementos para fabricar un mito. Los conceptos de salud mental y enfermedad mental son conceptos mitológicos que se usan estratégicamente para facilitar el avance de algunos intereses sociales y retrasar el de otros, de forma muy parecida al uso que se ha hecho en el pasado de los mitos nacionales y religiosos. El mito de la enfermedad mental combina y confunde tres interrogantes y la respuesta apropiadas a ellos. 1. ¿Qué es?: es decir, ¿qué es el acontecimiento, fenómeno o cosa de que estamos hablando? La respuesta es: podría ser una enfermedad del cerebro, como en el caso de la neurosífilis; un comportamiento que se desaprueba, como en el de la depresión; o la imputación del mal (llamada "maldad" o "locura", "pecado" o "enfermedad") a una víctima propiciatoria. 2. ¿Cómo deberíamos llamarla?: es decir, ¿qué nombre deberíamos dar al acontecimiento, fenómeno o cosa que estamos observando y describiendo? La respuesta es: podríamos llamarlo enfermedad mental o psicopatología; locura o genio; desviación o desacuerdo; o búsqueda psiquiátrica de una víctima propiciatoria. 3. ¿Cómo deberíamos tratarla?: es decir, ¿qué actitud o política deberíamos adoptar ante el acontecimiento, fenómeno o cosa, o ante la persona a la que consideramos portadora de ello? La respuesta es: podríamos aprobarlo y recompensarlo; desaprobarlo y castigarlo; o mostrarnos neutrales, tolerantes y en esencia indiferentes ante ellos. Resumiendo, la mitología y los rituales contemporáneos de la psiquiatría hacen que sea virtualmente imposible, tanto para el profesional como para el profano, distinguir entre el fenómeno, la etiqueta y la política. Esto explica, por ejemplo, por qué persiste la creencia de que si se demostrara que los fenómenos que suelen calificarse de esquizofrénicos son enfermedades del cerebro, como la neurosífilis, ello justificaría el tratamiento psiquiátrico forzoso de los pacientes a los que se les hiciese tal diagnóstico. Pero eso no justificaría tal tratamiento más de lo que el diagnóstico de un tumor cerebral justificaría el tratamiento forzoso de las personas aquejadas de esta enfermedad. La enfermedad mental es un mito cuya función consiste en disimular y, por ende, hacer más agradable la amarga píldora de los conflictos morales en las relaciones humanas. Al afirmar que la enfermedad mental no existe, no niego que las personas tengan problemas al hacer frente a la vida y al trato con otras personas.
La enfermedad corporal es a la enfermedad mental lo que el sentido literal es al sentido metafórico.

1 comentario:

Silvia Parque dijo...

¡¡EXACTO!! Me emociona. Es que hago mi tesis de este asunto, pero con lo que se ha llamado "violencia intrafamiliar".
Saludos