PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

viernes, 30 de noviembre de 2012

Resistencias en Psicoterapia



Me admira descubrir cuántas personas emplean, como reacción inmediata ante una pieza de música que oyen, o la película que ven, ante cualquier persona con la que se encuentran, las expresiones "horrible" o "maravilloso". En la mayoría de los casos su esfuerzo avanza en la dirección de refinar sus capacidades críticas en vez de profundizar sus experiencias... todo su interés se centra en la evaluación y no en conmoverse... En este tipo de individuos descubro siemrpe que el 90% de su pensamiento está constituido por prejuicios... Comen con su juicio, no con su paladar.

No evaluar no equivale, sin embargo, a tener que "tragarse" nada. Perls añade:

Por último en orden, pero no en importancia, concéntrese en la estructura del alimento y censure cada trozo no destruido que trata de escapar al molino del triturador de sus molares... Sobre todo, evite usted el peligro de la introyección, evite tragar trozos mentales y físicos destinados a seguir siendo cuerpos extraños en su sistema.
Cuanto más se invierte la agresión en morder y masticar, menos agresión quedará para la proyección.

El objetivo es vaciarse uno mismo cada vez más de lo que no es "uno mismo" y, al contrario, irse identificando más y más con el propio sentir, con cada situación, que es la clave para irse acercando a ser "uno mismo":

...tenemos que ampliar la regla básica del psicoanálisis. En resumen esta regla es: "El paciente dirá todo lo que penetra en su mente"... Al complementar esta regla tenemos que añadir, en primer lugar, que se espera de él que comunique todo lo que siente en su "cuerpo"... Un método simple para abarcar toda la situación orgánica es pedir al paciente que comunique al analista todo cuanto experimenta mental, emocional y "físicamente".
Debemos realizar un segundo cambio en la formulación de la regla básica: debemos grabar en el paciente que no debe ni suprimir ni forzar nada... En forma parecida, el analista no debería presionar al paciente y persuadirlo a hablar, sino prestar atención a sus resistencias y evitaciones.

El psicoanálisis se concentra atinadamente en gran medida sobre las resistencias, pero con frecuencia con la idea de que son algo indeseable -algo que se puede suprimir y que debería destruirse para desarrrollar un carácter sano-...
No se pueden destruir las resistencias; y en todo caso no es algo malo sino más bien energías valiosas de nuestra personalidad -nocivas tan solo cuando se aplican mal-... Debe recordarse que sin tener en cuenta la visión del paciente de sus resistencias como asistencias no podemos tratarlas con éxito.
Al analizar las resistencias con el supuesto de que no deberían existir, corremos grandes riesgos... Muchas personas apenas han desarrollado otras funciones del ego más que las de la resistencia, ya sea contra sus propios impulsos o contra las exigencias que se le plantean... Si se les priva de estas funciones de resistencia y dominio de sí no les queda nada que les interese. Nunca aprendieron cómo divertirse, cómo ser agresivos o cómo amar, y cuando se analizan sus resistencias, caen en una confusión total, ya que su identificación con estas funciones vitales no se ha establecido aún. Además, las energías de resistencia de estas personas son muy valiosas, y cuando tienen buenas cualidades de dominio y resistencia, encontrarán muchas oportunidades de emplearlas en forma beneficiosa.

No hay comentarios: