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Paz y Ciencia

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Fritz Perls: Yo, hambre y agresión

 
 
"Me tomó muchos años llegar a comprender el problema de la moral, y una vez más fue el punto de vista organísmico que me dio claridad" Fritz Perls

En ese momento, al etiquetar el estímulo como bueno o malo, amputamos lo bueno y lo malo de nuestra propia experiencia... Esto trae secuelas. Una vez que separaramos sentir de pensar, juicio de intuición, moralidad de auto-conciencia... perdemos el sí-mismo, la esencia de la existencia, y nos transformamos en frígidos robots humanos o en confundidos neuróticos.
 
En el sentimiento de malo y bueno vemos la función discriminatoria del organismo; este trabajo es lo que en terapia gestática llamamos los límites del eso... Quizás la función básica del límite del ego es la discriminación.

1. El límite del ego es flexible. En la persona sana cambia en la medida en que las situaciones cambian; pero en los estados psicopatológicos es más bien rígido.
2. El límite del ego puede ser concebido como un encuentro de grupos opuestos de emociones, de aceptaciones y rechazos, de identificaciones y alienaciones, de emociones positivas y negativas.
 
La moralidad introyectada es el producto de la agresión incompleta, un morder, un masticar y una digestión incompleta de los modelos de padres, profesores y sociedad... El organismo, entorpecido con esta introyección, pierde su apropiada discriminación;... Entonces se hacen elecciones equivocadas... de acuerdo a "necesidades" ajenas... La agresión sana no es más que el compromiso con nosotros mismos para el logro de la autorrealización.
 
FRITZ PERLS

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