PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 23 de octubre de 2012

Foucault y la Antipsiquiatría



Análisis, contextualizacion y relaciones teóricas


RONALD LAING: Los esquizofrénicos son personas supersensibles y capaces de darse cuenta de la locura social. Al mismo tiempo no niega aspectos biológicos.

El análisis foucaultiano del poder esta centrado en su funcionamiento. Para Foucault en su forma moderna el poder se ejerce cada vez mas en un dominio que no es el de la ley, sino el de la norma, y, por otro lado, no simplemente reprime una individualidad o una naturaleza ya dada, sino que positivamente la constituye, la forma, Foucault distingue dos modalidades fundamentales de ejercicio del poder en las sociedades occidentales y modernas: disciplina y biopolitica. El concepto de normalización se refiere a este proceso de regulación de la vida de los individuos y de las poblaciones. En este sentido, nuestras sociedades son sociedades de normalización. La normalización describe el funcionamiento y la finalidad del poder.



Foucault establece 5 características de la norma:



-La norma refiere a los actos y las conductas de los individuos a un domino que es a la vez un campo de comparación, de diferenciación y de regla a seguir (la media de las conductas y delos comportamientos)

-La norma diferencia a los individuos respecto de este dominio considerado como un umbral, como una media.

-La norma se mide en términos cuantitativos y jerarquiza en términos de valor las capacidades de los individuos.

-A partir de la valoración de las conductas, la norma impone una conformidad que se debe alcanzar; busca homogeneizar

-Finalmente, la norma traza la frontera de lo que es exterior (la diferencia respecto de todas las diferencias): la anormalidad



La sociedad de normalización coincide con la formación de un ejercicio del poder que depende estrechamente del saber o mejor, con aquella forma en la que los mecanismos del poder y del saber se sostienen y refuerzan mutuamente. Foucault insiste sobre la función de normalización que desempeñan los saberes.



La sociedad de normalización entonces delinea el camino de lo correcto, es decir fija los limites de la normalidad en la anormalidad y le otorga el valor social que entra en la categoría de lo correcto, lo normal es lo que se debe hacer. Surge de inmediato el cuestionamiento y la problematizacion de lo normal por parte de otros autores, ¿donde y quien fija ese limite entre lo norma y lo anormal? Foucault hace el aproximamiento de la categoría de anormal desde lo que el poder de normalización catalogó como individuo peligroso, y fija el límite en el crecimiento dislocado, que traería conductas infantiles. La anormalidad vendría determinada por el instinto sexual. Dentro de la psiquiatría la normalidad es sinónimo de salud mental, y la Organización Mundial de la Salud OMS la define como:



"Estado sujeto a fluctuaciones provenientes de estados biológicos y sociales donde el individuo se encuentra en condiciones de conseguir una síntesis satisfactoria de sus tendencias instintivas, así como de formar y mantener relaciones armoniosas con los demás", asi vemos como desde la perspectiva del saber medico hay una relación efectiva entre normalidad y control de los instintos, normalidad y relación social, se encuentra presente también la noción de estado, se deriva que lo contrario a esta definición es patología y se asocia con anormalidad.

Sociología

La sociología a traspasado del saber biológico la problemática para emplazarla en el ámbito de lo social. El debate comienza con Comte quien hace analogías organicistas desde la metáfora del cuerpo social, su análisis supone leyes sociales análogas a las leyes que rigen el cuerpo individual. Y establece una distancia moral entre el concepto de normal y de patología, aunque no establece ningún tipo de criterio para entender que entiende por normal, solo reduce normal a "naturaleza" y "armonía" y anormal a "desvio" de la naturaleza.



Así para Durkheim, el par normal patológico se hará extensivo a los fenómenos poblacionales, prioritariamente, por acción estadística, única capaz de hablarnos de lo normal en términos de frecuencia. Esas regularidades matemáticas serán, sin embargo, un elemento indispensable para la sociología de Durkheim, para su comprensión de la normalidad y de la patología social. A partir de allí se podrán asociar los conceptos de frecuencia, normalidad y moralidad. Lo normal pasará a ser pensado, no como estado de equilibrio entre las partes de un todo, sino como un puente que permite unificar "tipo" y "valor". Durkheim aclara que la frecuencia de un hecho social le otorga su valor, es decir si es capaz de perpetuarse y mantenerse es una forma normal.



El autor George Canguilhem se contrapone a ambas definiciones, por un lado critica a Comte ya que afirma que las sociedades son conjuntos mal unificados de medios de acción, entonces "podemos negarles el derecho de definir a la normalidad por la actitud de subordinación que valorizan por el nombre de adaptación" esto en cuanto Comte entiende anormalidad como desviación armónica, suponiendo la armoniocidad de la sociedad.



Con respecto a la categoría social normal de Durkheim, Canguilhem afirma en su libro "lo normal y lo patológico" que no es la media lo que determina lo normal sino que es preciso considerarla como la expresión de Normas colectivas de vida que son histórica y socialmente cambiantes. Y contradiciendo la hipótesis afirma que "cualquier objetividad se desvanece en la determinación de una normalidad global, ya que la delimitación en torno a la media parece arbitraria (…) pues, la estadística no ofrece ningún medio para decidir si el desvio es normal o no lo es". En conclusión la norma como principio estadístico presupone que lo más frecuente es lo normal y depende de un ambiente y época determinados, y como criterio ideal la norma seria un criterio subjetivo, arbitrario y selectivo.



Foucault diría entonces que un poder normalizador que opera sobre la formación de hábitos, principios racionalizadores y legitimaciones históricas conforma la norma. Y encuentra en la identificación de la norma con el promedio una coacción privilegiada para analizar las relaciones de saber y poder. También el saber enuncia lo que se hace o piensa "todo el mundo" cuando el poder nos invita a hacerlo. El supuesto objetivo de la norma consiste en darle una justificación racional y en dar a la racionalidad un valor absoluto.



Ahora bien, Foucault hace su critica de los dispositivos de normalizan y posibilitan que esta norma forme efectivamente un orden binario en la sociedad, y se establezca como umbral legitimo que nos haría ponernos de un lado o de otro, es decir permite la clasificación entre normal y anormal. Aborda el poder psiquiátrico y su conformación como disciplina portadora de un gran poder como defensora de la sociedad y como tecnología del individuo, que se apodera y entra en el campo judicial y familiar desde su conformación como saber medico. La psiquiatría podría ser cuestionada desde la relatividad de la norma que utiliza como medio cuantitativo y cualitativo de selección, ya que normalidad y anormalidad no pueden ser términos absolutos y tampoco tener un relativismo total. Desde este punto es posible hacer el paralelo con la antipsiquiatria, y identificar como este saber totalizador cataliza la posibilidad de enfermedad en su juicio y como ese juicio esta abalado por un poder que no considera los factores netamente sociales de la enfermedad.



La Antipsiquiatría es un movimiento nacido en los años 1960 y 1970, cuyos propulsores fueron los psiquiatras David Cooper, R. Laing, F.Basaglia, R. Laing y T.Szasz. Pone en cuestionamiento las disciplinas hegemónicas, plantea un análisis muy acorde con el de Foucault de las ciencias de la salud mental como aparatos de control social. Supone un saber totalizador que se plantea desde un interés creado en la dominación social. Expresa las contradicciones de la familia y de una sociedad racionalista en exceso aunque alienada en cuanto a la verdadera satisfacción de las necesidades humanas. Se critica la conformación de una lógica que crea una racionalización centralizadora que engloba el concepto de normal y establece el límite para que cualquier actuar que no responda a sus parámetros sea calificado de anormal. Es el pensamiento único y homogenizante, el saber absoluto que sojuzga al sujeto quien lo adopta entrando en el juego de la vigilancia de los cuerpos incluido el propio, es decir, el individuo sin darse cuenta puede ser también gestor de la psiquiatrización de una conducta quizás regular pero desfavorable para un sistema.

Declarar algo como no racional es lógicamente situarlo en lo irracional y eso en el ser humano, en occidente, en general se asocia a locura en tanto que enfermedad mental o a antisociabilidad. Podríamos decir pues que el sistema tiene una fuerte tendencia a situar como enfermedad mental y conducta antisocial aquello que no puede digerir.



La psiquiatría supondría un factor economicista y de poder el cual implicaría la creación de una lógica favorable al sistema capitalista. Un ejemplo de esto es que en el manual psiquiátrico universal DSM-IV, considera como uno de los síntomas a tomar en cuenta para diagnosticar lo que se llama una conducta antisocial lo siguiente: irresponsabilidad consistente indicada por fallos en mantener una conducta de trabajo consistente o en cumplir obligaciones financieras.



"antipsiquiatria es oposición a ver y tratar la salud mental desde la óptica de los valores del statu quo y a la violencia que eso implica contra la diferencia…

…digamos finalmente con respecto a la antipsiquiatría, que esta se sitúa en una visión que podemos caracterizar como socio- existencial de la llamada enfermedad mental siendo este ultimo concepto a distinguir del de enfermedad cerebral en el que se incluirían aquellas enfermedades con clara causa somática, ya sea de origen traumático genético o infeccioso y añadiendo que hasta estas últimas, como esta claramente establecido, los factores sociales y biográfico y de posibilidad o no de realización del deseo, influyen en mucho, en algunos casos en su surgir o no y en todos en como cursa la enfermedad (ver a este respecto los trabajos del neurólogo Oliver Sasks, por ejemplo). Es decir, la antipsiquiatria se sitúa en el mirar hacia la estructura social, en lo micro y en lo macro y hacia lo biográfico y el deseo de cada cual, para encontrar una visión comprensiva del sufrimiento emocional incluido lo que llamamos locura y en la búsqueda de un salida positiva a este, vale decir una salida terapéutica"

¿Somos normales?

La creación de mecanismo de defensa social, más bien de defensa de un statu quo que se considera aceptable y que requiere su mantenimiento y reproducción. Es a lo que los individuos auto vigilados nos sometemos, y preguntarnos si somos o no normales, esta es la pregunta que nos cabe dentro de un contexto donde creemos debemos ser funcionales y adaptarnos a la sociedad. Pienso que esta interiorización y familiarización con un concepto creado históricamente nos demuestra el ejercicio del panóptico, que al lograr una economía de poder de vigilancia efectiva, logra la necesidad de insertarnos en lo correcto, asociado a lo normal, ¿es este o tal comportamiento normal?, ¿somos normales?, la duda que ejerce en nosotros un poder de querer incluirnos en el lado de la sociedad que es "razón-able", que entra en los parámetros de lo humano o lo deseable según un orden o poder mayor que absorbe y distribuye el modo, la lógica, la personalidad, y las conductas que le son funcionales a sus objetivos.


La relación intima del sujeto con la sociedad y consigo mismo, la extrapolación de la dimensión del anormal, es un mecanismo, que define nuestro modo de pensar, por ende, nuestros referentes y nuestras acciones.



No hay comentarios: