PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

sábado, 13 de octubre de 2012

La voz del contenido de lo Transpersonal


De acuerdo con los místicos, en la oración es importante distinguir entre la meditación y la contemplación. La meditación es un movimiento del pensamiento limitado dentro de un círculo, pero en la contemplación hay un silencio del pensamiento. La meditación es la actividad mental del pensador; la contemplación es el silencio del poeta. San Pedro de Alcántara (1499-1562), el santo español consejero de santa Teresa, nos explica de forma clara la diferencia entre ambas;

En la meditación consideramos cuidadosamente las cosaa divinas y pasamos de una a otra, para que el corazón sienta amor. Es como frotar un pedernal para sacar una chispa de fuego.
Pero en la contemplación, la chispa ha saltado: aquí está el amor que buscábamos. El alma goza del silencio y de la paz, no con muchos razonamientos, sino simplemente mediante la contemplación de la Verdad.
La meditación es el medio, la contemplación es el fin: una es el camino, la otra el final del camino. Hallándose la barca quieta y en reposo tras arribar al puerto, habiendo alcanzado el alma la contemplación a través de la meditación, debiera cesar su labor y especulación y, gozosa en la visión de Dios, cual si El se hallara presente, aunarse en sentimientos de amor, admiración, dicha y otros semejantes.
Retorne el hombre a sí mismo y ahí, en el centro de su alma, aguarde a Dios, como quien esucha a otro hablar desde una alta torre, como si tuviera a Dios en su corazón, como si en toda creación solo hubiera Dios y su alma.
Se ha dicho que "la oración es perfecta cuando aquel que ora no recuerda que está orando".

2 comentarios:

dotdos dijo...

Muy interesante. Una manera muy clara y sencilla de explicar algo tan complejo. un saludo.

Silvia Parque dijo...

No había reparado en la diferencia entre estos conceptos. Muy claro.