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Paz y Ciencia

domingo, 16 de mayo de 2010

Leaving Las Vegas


Ayer volví a ver la película arriba citada.
Se trata de una obra de 1995 donde un alcohólico representado por Nicolas Cage y una prostituta se enamoran en una relación de dependencia. La prostituta tiene una dependencia de tipo más instrumental y el alcohólico una dependencia de orden más emocional. Ambos se respetan y juntos recorren un camino hacia la muerte, partiendo de posiciones muy similares en cuanto al vacío de sentido de sus vidas, el desamor, el desamparo y el dolor como fuentes en común. La trama se desarrolla en Las Vegas donde llevan una vida errática donde el alcohol es el centro y objeto fetiche de sus vidas.
El alcohólico decide tras ser despedido de su trabajo el irse a las vegas y matarse en unas pocas semanas bebiendo. Esto se lo explica a la mujer de la que se enamora y ella lo acepta, había vivido cosas peores y más enrevesadas, sólo necesita algo de compañía.
Entre el babeo, y lo que Freud y Klein llamarían instinto de muerte, se despliega esta película que tiene la muerte como fin y propósito motriz de la película. Es una película que deja un cierto poso de tristeza por el dolor que transmiten los actores que hacen muy bien su papel. Tras la muerte agónica y desesperante de la persona con problemas de alcoholismo, donde su identidad ha sido engullida por el alcohol y por eso es tratado y hablado como "alcohólico", triste representación del self.
La película está muy bien hecha y es cruda como es la realidad, aunque a veces esta última pueda ser todavía más dolorosa, dura e impactante.

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