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Paz y Ciencia

jueves, 1 de abril de 2010

Parábola y Falso Self


Existe una parábola en la que un hombre está frente a su maestro lamentándose por algo que le atormenta:
-Pienso en el día en que llegue al cielo. Quizá Dios me esté esperando para preguntarme por qué no fui como Moisés, como Jesús o como Gandhi... Me angustia darme cuenta de que no voy a poder darle más que excusas absurdas...

El maestro lo mira y dice:
-A mí me pasa igual... pero diferente. Si cuando yo llegue al cielo, Dios me hace esa pregunta, sé que tendré mucho para argumentar. Sin embargo, si apenas llegue al cielo, Él me preguntara: "¿Por qué no fuiste como realmente eres?", sé que sólo podría bajar la cabeza y quedarme mudo, porque no tedría ni una sola respuesta para dar...

El falso self es una máscara que tapa el gesto espontáneo del individuo, cuando tiene que someterse a las demandas de otro, ante ese pedido debe renunciar a su verdadero gesto espontáneo y así falsea su identidad de forma que la aplica en función del deseo de la madre, de la cultura, de la religión o de otras construcciones. El falso self que explica Winnicott provoca sentimientos de irrealidad, de futilidad, de pérdida de sentido. Muchos consultantes se quejan de que existe una escisión entre su verdadero y su falso self, han aprendido desde infantes a sumarse a los deseos de otros para no molestar, para ser unos chicos buenos. Winnicott contempla que la agresividad va ligada con la creatividad y se aparta de los postulados de Klein y Anna Freud. El falso self es un aporte winnicottiano que tiene dimensiones, desde el falso self social, aquel que tiene que ponerse un traje que no le gusta todos los días para ir a trabajar hasta el falso self patológico, el que construye su identidad en función del deseo de la madre, cuestión que se imbrica con la pseudomutualidad y el doble vínculo. En cualquier caso se trata de una cuestión también de congruencia, pero es cierto que no siempre somos congruentes, podemos dejar de prestarnos atención, cariño y atención para centrarnos en un amor imposible, dejar de comer y perder el cabello. El falso self es un concepto que tiene dimensiones muy específicas en la obra de Winnicott y otras más generales para entender esta parábola. En relación al post anterior, es la educación lo que induce ese falso self, así como las instancias de deseo social y cultural que modelan al sujeto desgarrándolo de la auténtica matriz de su verdadero self, de su ser auténtico y genuino. Aquí evoco esa frase que dice "me pierdo para poder encontrarme" desde donde se infiere que alejarse de los límites del yo para bucear en lo hondo de ese pozo hace que tras los cantos, la arena, el lodo y agua turbia, consigamos encontrar el agua limpia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bello planteamiento