La psicología femenina de Horney señala que los hombres ven a la mujer debido a la envidia del hombre por el parto, la maternidad así como por los pechos y la lactancia entonces surge inconscientemente en la tendencia a devaluar a las mujeres; ademas el impulso masculino hacia el trabajo creativo es una compensacion de su pequeño papel en la procreación.
La envidia de la matriz debe ser mas fuerte que la asi llama envidia del pene, ya que los hombres necesitan depreciar a las mujeres mas de lo esta necesita depreciar a aquellos. Entonces Horney se da cuenta de que la amenaza que imponen las mujeres no es la castración sino, la humillación: va encontra de la autoestima masculina. Al crecer, los hombres siguren sintiendo una anciedad escondida acerca del tamaño de su pene o su potencia, ansiedad que no tiene contraparte en las mujeres, que “cumplen con su papel simplemente al ser” y no están obligada a probar su feminidad por tanto, no hay una amenaza correspondiente por parte de los hombres. Estos para luchar contra su anciedad, toman un ideal de eficiencia, buscan conquistas sexuales y degradan al objetivo del amor.
Teoría del self
Horney tenía una manera más de ver a las neurosis: en términos de imagen del self ( de sí mismo). Para Horney el self es el centro del ser; su potencial. Si uno ha sido sano, entonces habría desarrollado un concepto preciso de quién soy y por consiguiente podré sentirme libre de impulsar ese potencial (auto-realización).
El neurótico tiene una visión diferente de las cosas. El self neurótico está “escindido” en un self ideal y un self despreciado. Otros teóricos hablan de un self “especular”, aquel que piensas que los demás ven. Si miramos a nuestro alrededor (de forma precisa o no) creyendo que los demás te están despreciando, entonces internalizaremos esta sensación como si fuese verdaderamente nuestra percepción de nosotros mismos. Por otro lado, si estamos fallando de alguna manera, esto implicaría que existen ciertos ideales ante los que nos estamos sometiendo. Estamos creando un self ideal fuera de nuestras “posibilidades”. Tenemos que entender que el self ideal no es una meta positiva; todo lo contrario, es irreal y finalmente imposible de alcanzar. Por tanto, el neurótico se balancea entre odiarse a sí mismos y pretender ser perfectos.
Horney llamó a esta relación estrecha entre los yo ideales y despreciados como “la tiranía de los posibles” y de los neuróticos la “lucha por la gloria”.
La persona sumisa cree que “debería ser dulce, auto-sacrificado y santo”.
La persona agresiva dice “debería ser fuerte, reconocido y un ganador”.
La persona introvertida cree que “debería ser independiente, reservado y perfecto”.
Y mientras está vacilando entre estos dos self imposibles, el neurótico se ve alienado de su propio yo y retraído de llevar a cabo sus potenciales verdaderos
Teoría del self
Horney tenía una manera más de ver a las neurosis: en términos de imagen del self ( de sí mismo). Para Horney el self es el centro del ser; su potencial. Si uno ha sido sano, entonces habría desarrollado un concepto preciso de quién soy y por consiguiente podré sentirme libre de impulsar ese potencial (auto-realización).
El neurótico tiene una visión diferente de las cosas. El self neurótico está “escindido” en un self ideal y un self despreciado. Otros teóricos hablan de un self “especular”, aquel que piensas que los demás ven. Si miramos a nuestro alrededor (de forma precisa o no) creyendo que los demás te están despreciando, entonces internalizaremos esta sensación como si fuese verdaderamente nuestra percepción de nosotros mismos. Por otro lado, si estamos fallando de alguna manera, esto implicaría que existen ciertos ideales ante los que nos estamos sometiendo. Estamos creando un self ideal fuera de nuestras “posibilidades”. Tenemos que entender que el self ideal no es una meta positiva; todo lo contrario, es irreal y finalmente imposible de alcanzar. Por tanto, el neurótico se balancea entre odiarse a sí mismos y pretender ser perfectos.
Horney llamó a esta relación estrecha entre los yo ideales y despreciados como “la tiranía de los posibles” y de los neuróticos la “lucha por la gloria”.
La persona sumisa cree que “debería ser dulce, auto-sacrificado y santo”.
La persona agresiva dice “debería ser fuerte, reconocido y un ganador”.
La persona introvertida cree que “debería ser independiente, reservado y perfecto”.
Y mientras está vacilando entre estos dos self imposibles, el neurótico se ve alienado de su propio yo y retraído de llevar a cabo sus potenciales verdaderos
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