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Paz y Ciencia

viernes, 30 de agosto de 2013

Los cinco acentos terapéuticos de la terapia gestalt



Los cinco acentos terapéuticos de la perspectiva gestáltica

La Gestalt no es un conjunto de técnicas sino la transmisión de una actitud, una manera de estar en la vida.
Claudio Naranjo

1. El acento en el awareness y en el contacto
Es la más "ortodoxa" de las focalizaciones gestálticas y es la que la mayor parte de la gente asocia al enfoque centrado en el aquí y ahora. Utilizamos esta focalización concreta, cuando trabajamos en el continuum de awareness o el ciclo de la experiencia, tal como se vive en el aquí y ahora.
Modular los sistemas de apoyo y observar, tratando de entrar en el microcosmos del cliente es un trabajo difícil y muy sanador.

2. Un acento comportamentalista
El objetivo de la terapia Gestalt, y de prácticamente todas las terapias, es el cambio de conducta. Sin embargo, la Gestalt lo hace de una manera clara y directa, bien con consejos o pautas directas. El objetivo es realizar un movimiento que sirva como palanca de cambio. Las experimentaciones durante, durante las sesiones o fuera de ellas, van a permitirle al cliente observar sus procesos disfuncionales y ensayar nuevos comportaminetos. Las técnicas son las propias de la modificación de conducta. En mi opinión es complejo para muchos pacientes y demasiado fácil para otros más inhibidos porque el terapeuta se hace cargo de la persona que acude como paciente. En este caso, es apropiado para patologías graves, donde la capacidad de "insight" es delicada.

3. Un acento paradójico
El máximo exponente de esta tendencia es Paul Watzlawick y, ahora, Giorgio Nardone. Lo llamado psicoterapia estratégica.
Los terapeutas gestálticos tienen a menudo un talante creativo. Incluso se introduce el humor de una forma natural. Desde la atmósfera de broma es más fácil compartir, tener un contacto y fortalecer un vínculo emocional que desde una terapia aséptica, monótona y aburrida.

4. Un acento cognitivo
La perspectiva conductista ve la personalidad como un sistema complejo de tratamiento de la información, ya sea sensorial, cognitiva o emocional.
A diferencia de los conductistas, los terapeutas gestálticos no dan un lugar preponderante al polo cognitivo. Para nosotros, la experiencia es secuencial y el polo emocional así como el polo sensorio-motor pueden incluir en su estela al polo cognitivo. De manera evidente, estamos "condicionados" por un sistema cognitivo que tiene más o menos plasticidad, dicho sistema de creencias es donde pivota una gran parte de toma de decisiones.

5. Un acento intrapsíquico
Los terapeutas gestálticos trabajan en la frontera-contacto. Esta posición básica es el reflejo de nuestra convicción de que la experiencia de una persona se modela en función de la configuración del campo, aquí y ahora. Lo que no quiere decir, como creen los que conocen mal nuestro enfoque, que no demos importancia a la historia personal, es decir a la biografía.
Hay que matizar que, con pacientes psicóticos, hay que tener mucho cuidado porque puede inducir una regresión y/o una descompensación.
Como parte esencial de la existencia del sujeto están los sueños, auténticas películas de deseos y de aspectos del Self del individuo. Descifrarlos no es tarea del terapeuta gestáltico porque nadie mejor que el paciente/cliente sabe cómo se integran esas imágenes oníricas en su existencia. Interpretarlos al modo analítico puede ayudar aunque, esencialmente no hay mejor interpretación que la del paciente.

En esta escuela, la frontera entre el diagnóstico y el tratamiento no es ni clara ni tan importante como necesitan los clínicos de otras escuelas. En ésta, el reconocimiento tanto por parte del terapeuta como del cliente de la experiencia, o de una retroflexión sin awareness, son formas de tratamiento. Creemos en el poder de transformación de la figura vigorosa y movilizadora.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta

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