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Paz y Ciencia

martes, 13 de agosto de 2013

Comprender

Comprender y amar no son realidades distintas sino una sola. Imagínate un niño, tu hijo se despierta y llega tarde. Decide despertar a su hermana menor para que le de tiempo de desayunar antes de ir a la escuela. La niña se levanta enfadada y el niño no sale de su asombro.
Sin embargo, recuerda que durante la noche su hermana ha tosido mucho y piensa que quizá esté enfermo. El niño piensa: "quizá esté disgustada porque está resfriada"; en cuanto admite esta posubilidad deja de estar enfermo.
Cuando comprendemos no ayudamos, amamos. No podemos estar enfadados.
La comprensión se cultiva mirando a otros seres humanos. Si comprendes no ayudas, amas. Y si amas actúas espontáneamente en bien de la superación del sufrimiento de los demás.

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