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Paz y Ciencia

sábado, 1 de septiembre de 2012

Mensaje a los que piensan distinto




Habitualmente recibo comentarios, que no siempre publico, sean benevolentes o ácidos. Lo hago en la medida que puedan ayudar al otro o puedan contribuir a construir. Los comentarios que destruyen, o critican ferozmente algo, no me producen buenas sensaciones. Durante mi trabajo vivencio, comparto el drama, la tragedia, la tragicomedia y, por supuesto, la comedia y el surrealismo. No hay psicoterapia profunda sin surrealismo.
Algún post es reactivo, para muestra un botón, esta mañana, al chequear el correo, una persona había puesto un comentario sobre mi comentario acerca del libro "El psicoanálisis, ¡Vaya timo!". La persona que envía el comentario como anónimo dice que los escritores de tal libro con un título que deslegitima a profesionales y pacientes que se benefician de tal tratamiento. Probablemente el más extendido en el mundo y también, el más criticado, ya desde sus orígenes. Puedo leer y leo todo lo que me envían, si me piden ayuda tiendo la mano.
Ahora bien, si me dicen, que un libro que arranca con tópicos sobre un psicoanálisis que yo nunca he conocido, tras ser analizado durante más de una década, con distintos profesionales, me parece un ejercicio de defensa de su punto de vista tan lícito como lo que estoy exponiendo, una "defensa" de mi punto de vista. Por cierto, curiosamente esa entrada de agosto, cerquita, fue especialmente visitada, concurrida, despertó curiosidad, filias y fobias.
Retumba en mi cabeza una de las perlas de Galeano, un joyero que pone belleza en nuestros corazones.
En España (en el mundo), a nivel científico y otras dimensiones, hay un dogma, una escuela inflexible, un curriculum de Psicología, Medicina y su especialidad de Psiquiatría que presta más atención al profesional que al paciente.
El haber sido paciente tanto tiempo, y, sobre todo, lo que me enseña cada sesión los pacientes que acudan a mi consulta, me ha ido ayudando a aprender. En la carrera, data de tiempos de la Edad de Piedra, me enseñaron modificación de conducta. Una sentencia que me resulta fea, tecnócrata y que sugiere más o menos explícitamente, una relación de poder.
La Medicina Basada en la Evidencia, me dijo un médico muy aferrado a los dogmas, es la cognitivo-conductual.
El conocimiento es poder. Las personas pueden leer, informarse y desinformarse o no informarse. Para todo ello está internet, las bibliotecas. Además de lo anterior, existe un fenómeno social que indica cuál es el camino del señor.
No estamos hechos todos a imagen y semejanza de Skinner o de Freud.
Laura Perls decía lo más inteligente que se puede decir: "Existen tantas terapias como pacientes y terapeutas".
Así que olvidemos las teorías y centrémonos en las necesidades del paciente y construyamos un marco para comprenderle. "Sin memoria ni deseo", decía Wilfred Bion.

Hay un cuento tradicional del jadaísmo que dice algo así:

Dos hermanos litigan y acuden a un Maestro para pedir ayuda a resolver la confrontación.
El rabí, sereno y con un brillo de profunda lucidez, casi inquietante, les dice que les escucha.
Un hermano explica su punto de vista y el rabí dice: "¡Tienes razón!". A continuación, habla el otro hermano y el rabí responde: "¡Tienes razón!". La madre, que andaba cerca, con la curiosidad propia de las mamás, entra en escena y le pregunta al rabí, ¿pero, cómo puede ser que tengan los dos la razón?
El rabí contesta: "¡Tú también tienes razón!".

Rodrigo Córdoba Sanz.



http://youtu.be/gzcjNHyrSb8 Läksin minä kesäyönä (Absolutamente sublime)



1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que hay variedad de terapias y todas son respetables. Pero también me parece que incluir en la misma frase "psicoanálisis" y "timo" en el título de un post está feo. Saludos.