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Paz y Ciencia

martes, 14 de febrero de 2012

Consejos de Salvador Minuchin

El entrenamiento en la terapia de familia debe ser la enseñanza de técnicas. Sin embargo la meta es trascender lo técnico, sólo alguien que ha dominado la técnica y ha conseguido olvidarla, puede llegar a ser un terapeuta competente.
El arte de la terapia familiar consiste en entrar en copartiipación con una familia, experimentando su propia realidad como ellos la vivencian y envolverse en las interacciones. Para que luego el terapeuta se convierta en un agente de cambio.

Espontaneidad terapéutica

Espontaneidad terapéutica: El terapeuta no puede observar y sondear desde afuera. Tiene que integrarse en un sistema de personas interdependientes. Para ser eficaz como miembro de este sistema, debe responder a las circunstancias en armonía con las reglas del sistema, al tiempo que se utiliza a sí mismo de la manera más amplia posible. Por ende significa que el terapeuta debe operar con las reglas del sistema.
El terapeuta espontáneo es el que ha sido entrenado para emplear diferentes aspectos de sí mismo en respuesta a contextos sociales diversos. El contexto en el que se desenvuleve el terapéuta enriquese la espontaneidad. Pero hay que tener en cuenta que la espontaneidad, aún la espiritual, está siempre limitada por el contexto. Puede hacer lo que se le parezca mientras que se mantenga en la estructura armónica de la familia. Si sobrepasa el umbral de lo aceptable, el mismo sitema lo corregirá. Puede ser espontáneo justamente porque reacciona dentro de un contexto específico.

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