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Paz y Ciencia

martes, 21 de diciembre de 2021

OSHO: CUERPO

 


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Todavía no se puede comenzar con la meditación. Entre tú y la meditación hay una brecha. Puedes seguir aprendiendo técnicas para siempre, pero no será de ayuda porque aún no estás en el punto en el que el camino puede comenzar"
🌈Rodrigo Córdoba Sanz. Tno.: 653 379 269
Instagram: @psicoletrazaragoza

Aligerar el cuerpo

Para Occidente, hay que hacer muchas cosas nuevas, hay que concebir y experimentar muchas cosas nuevas. Yo mismo estoy intentando muchas cosas. Para mí, lo primero que se necesita es una catarsis. Una catarsis libera todo lo que está mal dentro de ti, todo lo que está reprimido interiormente.  Sacas fuera todas tus represiones, liberándolas. Ahora bien, muchas cosas nuevas tienen que ser añadidas a los métodos tradicionales – ¡una brecha de 2.000 años está allí! – y esta catarsis, para mí, es lo más importante que se tiene que añadir. Ante todo, tu cuerpo debe pasar por una renovación.

Cuando algo se reprime en el cuerpo, tú no eres consciente de ello. Entra en el inconsciente, nunca se es consciente. El cuerpo es dirigido por la mente inconsciente, no por la mente consciente. Todo el mecanismo del cuerpo es involuntario.

No puedes sentir si tus dedos han acumulado enojo en ellos porque si pudieras sentirlo, sería difícil vivir. Tus dedos se sentirían tan agobiados que te harían caer al suelo. Hay un mecanismo natural que te permite no sentir la ira reprimida en los dedos. No debes sentirla, debes olvidar que está ahí. Se convierte en parte de la estructura del cuerpo, pero la mente no tiene conciencia de ello.

La mente se da cuenta de algo en el cuerpo sólo cuando algo ha salido mal. Por ejemplo, normalmente no puedes sentir que tu sangre se está moviendo, pero si rompes una vena y la sangre fluye fuera de ella, puedes sentir el movimiento de la sangre. Sólo han pasado trescientos años desde que el ser humano descubrió que la sangre circula. Antes de eso no sabíamos que la sangre circula porque no se podía sentir. La circulación nunca se siente. No es algo consciente; el cuerpo simplemente continúa haciéndolo.

Todo el mecanismo del cuerpo funciona inconscientemente. No eres consciente de ello. Cada vez que algo pasa de la mente al cuerpo, pasa del consciente al inconsciente. El cuerpo está inconsciente. Si estás enojado eres consciente de la ira, pero no de los productos químicos que se liberan en el cuerpo. ¿Cómo puedes ser consciente de ello? Ya sea que expreses tu enojo o no lo expreses, no sabes qué sucede con esos químicos que se liberan en el torrente sanguíneo o con la energía particular que crea la agresión. Si no la has utilizado; debe permanecer en alguna parte. Desarrollas un complejo: la energía excitada se convierte en una parte de tu estructura muscular, se convierte en una parte de tu cuerpo.


Wilhelm Reich tuvo que contratar a dos guardaespaldas cuando estaba tratando a sus pacientes, porque cuando tocaba un punto particular en el cuerpo, el paciente se enloquecía. Muchos se volvían tan violentos que lo atacaban sin ninguna razón. Reich simplemente presionaba los dientes de una persona y de repente la persona se enojaba sin razón alguna. El cuerpo tiene una enorme variedad de puntos en los que muchas emociones han sido reprimidas.

En Inglaterra también hubo un hombre cuyas técnicas vale la pena leer. Si el Hatha Yoga ha de convertirse en una ciencia moderna ahora, entonces las técnicas de Wilhelm Reich y las de este segundo hombre, Alexander, tendrán que añadirse. Alexander trabajó con las posturas del cuerpo. Descubrió que alguien tiene una postura particular porque tiene una mente particular. Si se cambia la postura, la mente cambiará. O si se cambia la mente, la postura cambiará. Las dos tienen una profunda asociación.

En el pasado, en la India la gente nunca usaba sillas. Las sillas cambian tu postura corporal de maneras particulares. El Hatha Yoga no tiene una postura que te ayude si has estado sentado en sillas. No tiene técnicas para lidiar con esto porque las sillas no se usaban en tiempos pasados. Pero cuando te sientas en una silla, se crea una cierta postura y poco a poco esta se vuelve algo fijo en ti. Esto se tiene que cambiar, hay que volverse más natural, pero el Hatha Yoga no tiene ninguna técnica para provocar el cambio.

Los cuerpos occidentales tienen que ser estudiados de una manera diferente. Lo que has estado haciendo con tu cuerpo tiene que ser estudiado. Las posturas de las personas en una sociedad que no prohíbe la expresión de emociones serán diferentes de las posturas de las personas en una sociedad represiva. En una sociedad donde se puede llorar o reír fácilmente, sin inhibiciones, las personas tienen un tipo diferente de estructura corporal.

Cuando te ríes, no se trata simplemente de una risa. Todo tu cuerpo cambia. Si la sociedad en la que te has criado ha inhibido la risa, entonces tu abdomen tendrá una forma diferente que si te hubieras criado en una sociedad que fomenta la risa. Las personas criadas en ciertas sociedades no pueden reírse realmente porque la risa se ha inhibido. Su forma de hablar se ve afectada por esto; todo se vuelve antinatural, un manierismo Entonces no puedes respirar profundamente, porque si no puedes reír no puedes respirar profundamente. Y de la misma manera, si no puedes llorar fácilmente, no puedes respirar con facilidad. Todo en el cuerpo está interconectado.


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