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Paz y Ciencia

sábado, 26 de abril de 2014

Realidad y juego: exégesis



“Realidad y Juego” Capitulo nº 3, Winnicott.


La psicoterapia se da en la superposición de dos zonas de juego: la del paciente y la del terapeuta, esta relacionada con dos personas que juegan juntas. Cuando el juego no es posible, la labor del terapeuta es llevar al paciente de un estado en que no puede jugar a uno en que le es posible hacerlo.
Winnicott sostiene que el tema del juego ha sido vinculado en forma estrecha con la masturbación, que es cierto que cuando presenciamos un juego tenemos la tendencia a preguntarnos por la excitación física relacionada con el tipo de juego que vemos, pero afirma que el juego debe ser estudiado como un tema por si mismo, complementario del concepto del sublimación del instinto. Cuando un niño juega falta en esencia el elemento masturbatorio, es decir que cuando el compromiso instintivo se hace evidente, el juego se detiene.
El análisis infantil se centra en el juego del niño, Melanie Klein cuando se ocupa del juego en sus escritos se refiere casi siempre al uso de éste, el terapeuta busca la comunicación del niño y sabe que por lo general no posee un dominio tal del lenguaje que le permita transmitir las sutilezas que pueden hallar en el juego.
Según Winnicott todo lo que siga sobre el juego de los niños, rige también para los adultos, se manifiesta por ejemplo en la elección de palabras, en las inflexiones de la voz y en el sentido del humor.
Los fenómenos transicionales son universales y se trata de llamar la atención hacia el potencial que encierran en lo referente a la construcción de la teoría, Wulff ya había escrito sobre los objetos fetiches empleados por los niños.
El jugar tiene un lugar y un tiempo, no se encuentra adentro, pero tampoco afuera, es decir no forma parte del mundo repudiado, el no-yo, lo que el individuo ha decidido reconocer como verdaderamente exterior, fuera del alcance del dominio mágico, para dominar lo que esta afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar o desear, y hacer cosas lleva tiempo, jugar es hacer.
Para asignar un lugar al juego Winnicott postula la existencia de un espacio potencial entre el bebé y la mama. Varía en gran medida según las experiencias vitales de aquel en relación con ésta o la figura materna, lo enfrenta al mundo interior y a la realidad exterior.
Lo universal es el juego y corresponde a la salud: facilita el crecimiento y por lo tanto esto conduce a relaciones de grupo, puede ser una forma de comunicación en psicoterapia, lo natural es el juego, y el fenómeno altamente refinado del siglo XX es el psicoanálisis.
Winnicott describe una secuencia de relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo del juego:
• El niño y el objeto se encuentra fusionados, la visión que tiene primero tiene del objeto es subjetiva y la madre se orienta a hacer real lo que el niño está dispuesto a encontrar

• El objeto es repudiado, reaceptado y percibido en forma objetiva, esto depende de que exista una madre dispuesta a participar y devolver lo que se ofrece, es decir que se encuentra en un “ir y venir” que oscila entre ser lo que el niño tiene la capacidad de encontrar y ser ella misma, a la espera que la encuentren, si puede representar ese papel, el niño vivirá cierta experiencia de control mágico (omnipotencia). Así el niño puede gozar de experiencias basadas en un “matrimonio” de la omnipotencia de los procesos intrapsíquicos con su dominio de lo real, la confianza en la madre constituye un campo de juegos intermedio, en el que se origina la idea de lo mágico, pues el niño experimenta la omnipotencia, todo esto se relaciona con la formación de la identidad (Erikson) lo cual Winnicott denomina campo de juego, porque el juego empieza en él, es un espacio potencial que existe entre la madre y el hijo y los une. El juego es estimulante, no lo es principalmente porque los instintos estan involucrados en él.

• La etapa siguiente consiste en encontrarse solo en presencia de alguien, el niño juega sobre la base del supuesto de que la persona a quien ama y que por lo tanto es digna de confianza se encuentra cerca, y que sigue estándolo cuando se la recuerda, después de haberla olvidado.

• La próxima etapa consiste en permitir una superposición de dos zonas de juego y disfrutar de ella, primero es la madre quien juega con el bebé, tarde o temprano introduce su propio modo de jugar y descubre que los bebés varían según su capacidad para aceptar o rechazar la introducción de ideas que les pertenecen, así queda allanado el camino para jugar juntos en una relación.


El juego es por si mismo una terapia. Conseguir que los chicos jueguen es una psicoterapia de aplicación inmediata y universal, e incluye el establecimiento de una actitud social positiva respecto del juego, hay que considerar a los juegos como parte de un intento de precaverse contra los aspectos aterradores del jugar, cuando los niños juegan tiene que haber personas responsables cerca, pero ello no significa que deban intervenir en el juego. El juego es una experiencia siempre creadora, y es una experiencia en el continuo espacio – tiempo, una forma básica de vida La interpretación fuera de la madurez del material es adoctrinamiento, y produce acatamiento. El juego tiene que ser espontáneo, o de acatamiento o aquiescencia, si se desea avanzar en la psicoterapia.

Resumiendo:

• Para entender la idea del juego es útil pensar en la preocupación que caracteriza el jugar de un niño, el contenido no importa, lo que interesa es el estado de casi alejamiento, afín a la concentración de niños mayores y adultos.
• Esa zona de juego no es realidad psíquica interna, se encuentra fuera del individuo pero no es el mundo exterior.
• En ella el niño reúne objetos de la realidad exterior y los usa al servicio de una muestra derivada de la realidad interna.
• Al jugar manipula fenómenos exteriores al servicio de los sueños
• Hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego
• El juego implica confianza y pertenece al espacio potencial entre el bebe y su mama
• El juego compromete al cuerpo
• La excitación corporal en las zonas erógenas amenaza a cada rato al juego
• El juego es satisfactorio
• El juego llega a su propio punto de saturación que corresponde a la capacidad para contener experiencias
• El juego es intrínsecamente excitante y precario

http://www.altillo.com/examenes/uba/psicologia/psicoing/psicoing2010analisisrealyjue3.asp

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