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Paz y Ciencia

sábado, 30 de noviembre de 2013

"Más allá de la cordura: Stop-Estigma"



Un trozo de texto de una novela de Isaac Rosa titulada “El país del miedo” que me conforta y tranquiliza, ya que el miedo también es necesario en nuestras vidas Aprendemos a tener miedo. Existe toda una pedagogía que desde el nacimiento nos enseña a qué debemos temer. Hay miedos heredados, claro, inscritos en la información genética tras milenios de evolución, como los polluelos que al salir del cascarón ya saben distinguir el graznido de alerta, o los renacuajos que reconocen y evitan el hábitat de su predador antes de haber sufrido su ataque. En efecto, hay temores que parecen innatos, por ejemplo la oscuridad, un ruido fuerte, una luz cegadora, un rostro furioso que provoca el llanto de un bebé. Hay otros de transmisión cultural, asimilados, como memes que todos compartimos, que a todos inquietan por igual: ser encerrados, nadar en aguas profundas, ciertos animales de mala reputación, algunos insectos y reptiles, y muchos de los lugares del miedo en la ciudad y en el campo. Hay miedos atávicos, históricos, que acompañan al hombre desde hace milenios. Hay cosas que ya no dan miedo, que lo dieron antes, a generaciones pasadas. Hay miedos nuevos, aunque tan arraigados que parecen haber estado siempre ahí. Pero la mayor parte de nuestros miedos, aquellos que nos acompañarán de por vida, son el resultado de un proceso educativo, los aprendemos. Tales enseñanzas, que en la infancia tienen un sentido instructivo a modo de lección a seguir, perviven en la edad adulta, adaptadas. La desconfianza ante los desconocidos, el miedo al extraño, al mundo exterior como una amenaza, no desaparece jamás, y las calles oscuras nos devuelven siempre a aquel bosque con lobo, de la misma forma que el último pederasta, el secuestrador de niños, es la enésima reencarnación del ogro que recorre las aldeas raptando chiquillos para luego devorarlos en su cueva. Según crecemos, la educación del miedo continua, aunque los materiales empleados serán otros: todo tipo de historia reales o ficticias, que escucharemos, leeremos o veremos a lo largo de nuestra vida; noticias, relatos personales, ficciones literarias y cinematográficas, rumores, leyendas o pesadillas, que harán más grande el edificio de nuestro temor, pues cada nuevo ladrillo se coloca sobre los anteriores, los miedos son acumulativos, los viejos nunca desaparecen.
http://stopestigma.wordpress.com/

Rodrigo Córdoba Sanz: Mi postura es firme en cuanto a realizar otro tipo de técnicas para explicar la patología en lugar de un diagnóstico con todas sus connotaciones. Un motivo de enclaustramiento en el hogar y miedo al que dirán. Un diagnóstico desde el que circula Toda conducta y actitud de la persona diagnosticada. Es un fracaso de la medicina y un triunfo de la Industria Farmacéutica, que a través del DSM-V abre las puertas a prácticamente toda conducta que no sea normal. Estamos patologizando la singularidad. Tal vez puedan tener un poco de razón los señores de batas blancas y dólares en sus bolsillos, la Biblia psiquiátrica es el segundo libro más vendido después de la Biblia. Las razones que pueden tener llevan a la segregación y la cronificación de pacientes que se encuentran en los centros de salud mental como compañeros de batallas. Yo solo pido un poquito de paz y un libro como ese y actitudes diagnósticas, así como posicionamientos de superioridad. Por tener un título de médico, me parecen horteras.

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