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Paz y Ciencia

lunes, 25 de noviembre de 2013

DSM: NO



Es importante realizar una reflexión acerca de algo que está difundido entre los profesionales de la salud y algunos pacientes. Me refiero a la oposición frontal del catalogar a las profesionales, o dicho de otro modo, clasificar como si los seres humanos se pudieran a reducir a unas cuantas frases "ingeniosas", del tipo: La incorporación de nuevos trastornos, tales como: el Trastorno por Atracón (personas que comen en exceso más de 12 veces en tres meses), el Trastorno de Excoriación (rascado compulsivo de la piel), el Trastorno de Acaparamiento (hasta ahora considerado un síntoma del Trastorno Obsesivo Compulsivo, y definido como la “dificultad persistente de desprenderse de objetos, independientemente de su valor"), el Trastorno Disfórico Premenstrual y el Trastorno Neurocognitivo leve.
Este es un ejemplo del sinsabor que produce este texto que es el segundo más vendido después de la biblia. De hecho es llamado "la biblia de los psiquiatras". Afortunadamente, no soy nada original, y son muchos los que están en esa línea de pensamiento. ¿Qué línea? Para no despistar, el cuestionamiento de una estructura que poco tiene que ver con el humanismo, el humanismo en sentido terapéutico, citemos a Maslow, Rogers o a gestálticos como Fritz Perls o Paul Goodman. No se trata de un "alineamiento marginal". Se trata de que somos más complejos que ese reduccionismo en semejante libro voluminoso. Todavía hay psicólogos que estudian a ratas para inferir de ahí el comportamiento humano, figúrense la concepción de algo que parece tabú: el Alma.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza

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