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Paz y Ciencia

lunes, 17 de enero de 2011

Terapia Funcional y Terapia Profunda

La terapia funcional suele ser el principio de una psicoterapia de apoyo, en la que se se escucha, se dan pautas, consejos y se desarrolla una transferencia. El paciente se siente guiado, reasegurado, reforzado y apoyado. Después, y se pueden solapar, la terapia profunda trata de ahondar en los conflictos inconscientes. En las motivaciones intrínsecas del mundo interno para abordar los problemas que tienen que ver con los sentimientos, emociones, afectos, vínculos y aspectos del mundo interno.
La persona no es un corolario de conductas, siente, piensa, vivencia de una manera muy íntima la realidad y la construye en función de su bagaje histórico, de su trayectoria vital. Por esto es importante no dejar de lado ninguna de las vertientes de la psicoterapia.
Bien es cierto que existe un "tempo" para abordar este tipo de cuestiones, en una psicoterapia cara a cara de orientación psicoanalítica la cuestión está en que en determinados momentos el paciente puede requerir de ciertas pautas, esto no es psicoanalítico, ya que viola los principios de abstinencia, neutralidad y la asociación libre. El paciente se introduce en una red de apoyo distinta al psicoanalísis pero donde se manejan los principios del psicoanalísis para poder tejer la red de sentimientos, pensamientos, actitudes y conductas que dan lugar al bienestar y el sufrimiento.
Es saludable enfocar la terapia también hacia los potenciales de salud y no centrarse solamente en la enfermedad, en los síntomas y signos que son significantes que tienen más cabida en una consulta psiquiátrica para ajustar la medicación. En este trabajo la gran parte de la tarea nace de un vínculo emocional con el terapeuta, en una atmósfera de confianza, donde tiene que desarrollar  también un trabajo el paciente de reflexión, "insight" facilitado en la sesión, asistido y poder llegar a la naturaleza de su sufrimiento. Puede ser un trabajo fascinante si se ensamblan con confianza, constancia y curiosidad las dos piezas de este interjuego de fantasías, terapeuta y paciente.

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